Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

Mis experiencias


¡Hola a todos los que entráis en esta página! 
¡Gracias!
 
El 16 de enero de 2023, ha fallecido mi querida Marie France (83 años).
Día 3 de junio de 2023:
 Sueño con mi estimada Marie France. Nos encontramos en una celebración religiosa y, veo a Marie France joven y llena de vida. me ofrece un hermoso ramo de rosas.¡ Gracias Marie France!

Sueño 1.

 30 de octubre de 2019


Íbamos varios a mi parroquia, pero en realidad no era tal. Entrábamos en una sala muy grande con una alfombra muy bonita en tonos granates y rojos. En el centro había una mesa muy grande de madera.

De pronto, unos caimanes bebés casi transparentes salían disparados hacia la derecha y digo yo:


-          ¿Pero qué es esto?

Me doy la vuelta a la mesa y voy detrás y hacia la izquierda y veo una boa albina con manchas amarillas con la cabeza erguida y la boca abierta. Tenía varios huevos blancos enormes.  “Dios mío, -dije. Y me puse a coger los huevos que eran como melones, pero no me veía la serpiente y no me atacaba.  Cuando yo cogía los huevos se transformaban como en cocos verdes que tiré a un foso que había más atrás y en el fondo había más serpientes albinas con manchas amarillas. Los tiraba con fuerza intentando romperlos.

Y ahí me desperté asustada.


Sueño 2.
6 de noviembre de 2019

En una visita a Segovia con alumnos de Belorado, vemos dos serpientes coral peleándose entre dos casas y luego entre otras dos casas hay varios hombres intentando reducir a otro grupo de serpientes coral.


13 de marzo de 2017. alabando al Señor en el grupo de RRCC

Una fuente dorada de la que brota oro derretido en forma de cascada. En la alabanza al Señor en el grupo de RRCC.



2 de enero de 2017 consagración del vino. 
Parroquia del Hno. Rafael.

Durante la consagración del vino, aparece un enorme cáliz sobre el altar. La parte derecha es morada y la izquierda es fucsia. Esta es mi humilde y pobre interpretación.
Amor de Dios Sufrimiento





11 de diciembre de 2015 Adoración al Santísimo.

Cristo en la custodia se duplica con respecto a la original. Se desplaza hacia atrás, gira en el techo sentido anti horario. (Gira bastante rápido
Vuelve a duplicarse y va atrás de arriba a abajo, y de mi derecha a mi izquierda. (Como dando saltos)
Vuelve a duplicarse y va hacia mi derecha.(Imagen de María con el niño).
Vuelve a duplicarse y va hacia mi izquierda. (Imagen de San José).
Vuelve a duplicarse y va hacia el sagrario al fondo.
Veo la imagen de perfil de un cordero sobre fondo naranja. (La cabeza del cordero mira a mi derecha).
En la Custodia veo una mujer que abraza a su bebé. Parece María con el niño.
Vuelve a duplicarse y va hacia mi derecha.(Imagen de María con el niño).
Y así sigue muchas veces...
Por último, va arriba y abajo detrás del altar donde está el sacerdote de rodillas.
En la Custodia veo unos labios cerrados y un poco de la nariz justo encima.



24 de mayo de 2015 Día de Pentecostés. En  este día, el Espíritu Santo se derrama sobre nosotros dándonos sus dones. ABRID vuestro corazón, vuestra mente y vuestra alma a la acción del Espíritu.

26 de febrero de 2015  Cuando el sacerdote explica en la homilía, Dios le inspira y le manda la gracia por medio de su Espíritu. 
¡No perdamos la ocasión de escuchar lo que Dios nos dice a través de su sacerdote!



 La fuente del amor de Dios en la Consagración: Jesús se hace sangre y cuerpo para darnos vida eterna.

8. Asamblea Nacional de Renovación Carismática. (6-7-14) Comunión
Durante la comunión recibimos gracias de Jesús. Sólo tenemos que recibir a Dios en gracia y abrir nuestro corazón para recibirlas.





7.Vigilia Pascual de Oporto (19-4-14)

La vigilia era a las 9,30 de la noche. Tras la bendición del fuego en el claustro, empieza la Eucaristía. Esta es la imagen que veo, sobrevolando el altar en lo alto del templo.




6. Jesús en el cáliz  (15-4-14)

En la Eucaristía,  durante la consagración del vino, veo el rostro de Jesús flotando en la sangre. Era un rostro sereno que miraba de frente y transmitía paz. Lo he buscado en internet y no lo he encontrado. Esta imagen se parace un poco, pero no es Él. Tenía el pelo negro y ondulado y el rostro no es igual. He cogido esta imagen para que os hagáis una idea. El rostro de Cristo ocupaba toda la forma. Yo rezaba para que el sacerdote viera lo que yo estaba viendo. Al terminar la consagración, el sacerdote dijo: "esto es verdad".



5. Lunes 28 de octubre de 2013: Oración y alabanza a Dios en el grupo P. d. Y.
Luces que descienden de arriba sobre los miembros del grupo mientras hacemos la oración. Hay un momento en el que en unos rayos de luz blanca, por mi izquierda, desciende la Virgen, "creo que del Carmen". Es una imagen parecida a  la que adjunto.


4.  Día 6 de septiembre de 2013: vigilia ante el Santísimo para orar por Siria

¡Es verdad! Cristo está realmente vivo en la Eucaristía y nos quiere decir cosas. 
A las 9 de la noche hemos comenzado la oración ante el Santísimo en la capilla de las Cruzadas, en Burgos.
El rostro de Jesús aparece en la Sagrada Hostia, que palpita, gira y no deja de cambiar en los reflejos que emite de la luz que la ilumina. La iluminación permanece inalterable durante toda la exposición. Más tarde, al rostro de Jesús le siguen otros que no reconozco, son jóvenes y mayores... no puedo precisar, a ellos los veo en color, a Jesús en tono grisáceo. Yo parpadeo   y me froto los ojos para evitar que sean ellos los que me engañan, pero no, todo vuelve a pasar una y otra vez. 
Perdona mi ignorancia, Jesús,  gracias por todo ello, y quiero ser ese vaso que se vacía para ser llenado por ti. 
¡Siempre a tu servicio, Señor de mi vida! ¡Te amo!
¡Llevemos a todas las personas a la oración delante de Jesús Eucaristía: los que queremos, los que no. Los que nos aman, los que no. A nuestros amigos y... a nuestros enemigos!

3. Asamblea Nacional de Renovación Carismática 2013
Centrada en María, su humildad, disponibilidad, sencillez. Nuestro ejemplo a imitar.
¡Dios es grande y se manifiesta cada instante! En la custodia, delante del Santísimo, veo el mundo girar, una sucesión de imágenes empezando por la imagen de Cristo, Juan Pablo II, Viejos, jóvenes que no sé identificar; la cabeza de un niño no nacido...
Todo debemos ponerlo en la Custodia. todo delante de Dios.
La oración más eficaz, es la que hacemos tras la comunión, cuando somos un sagrario viviente. ¡Encomendemos a Jesús nuestras necesidades después de comulgar!




Medjugorje 2011 Esperanza Román





En ella voy a ir relatando mis propias experiencias, por si os pueden servir de algo.


Le tengo que agradecer a mi amiga Carmen de Tarragona, que me hablase de esta pequeña población de Bosnia y Herzegovina.


El porqué es importante tiene una simple respuesta: Allí se aparece la Virgen todos los días desde  junio del año 1981.


El 2008 empecé a empaparme de toda la información que pude recopilar. Internet resulta ser una herramienta muy útil para buscar los lugares más remotos y sin moverse de casa.


Paralelamente a ello, mi vida espiritual había ido adquiriendo un calado mayor y mi búsqueda de Dios me pedía cada vez más implicación en la oración, en el día a día, con mi familia, en mi trabajo...

Sin yo saberlo, todas las lecturas que realizaba tenían alguna relación con Medujorge. Y eso lo he sabido " a posteriori."


Tras unos años buscando la oportunidad de realizar este viaje, en agosto de 2011 lo llevé a cabo.


Claro que, debería explicar antes cómo nació mi amistad y cariño por nuestra madre La Virgen María.


Pues ocurrió en septiembre de 2001. 


Mi hermana Marisa tuvo un accidente de tráfico muy grave. Yo tenía que haber viajado con ella ese día 7 de septiembre... pero por un sueño que me avisó, no fui.


En todo caso, un camión barrió lateralmente su coche y ella entró en coma profundo por un grave traumatismo craneal.


Nunca he rezado tanto y tan de corazón como lo hice entonces por mi hermana.


Su hijo de dos años resultó milagrosamente ileso. y, ella, tras pasar un tiempo en coma inducido, fue recuperándose también de forma milagrosa, y aunque tiene secuelas de aquel accidente, ha recuperado su vida normal, trabaja, conduce y lleva una vida de lo más habitual.


Volviendo a Medjugorje, voy a relatar la peregrinación a modo de diario de viaje.



Salida: sábado 20 de agosto de 2011 



Salí el sábado de madrugada por retraso del tren que me llevaba a Barcelona, pero esto no me hizo perder la paz.  Tenía una semana muy importante que vivir y el espíritu debía llevarlo lo más sereno posible. además, mi marido me acompañó en la espera , así que fue más llevadero.
La noche en el tren, fue lo suficientemente cómoda porque viajaba en cama. Una ya tiene una edad y también problemas de piernas cansadas. ¡Qué le vamos a hacer!



Día 1º: domingo 21 de agosto de 2011



San Pío X papa.

El domingo a las ocho de la mañana llegué a la estación de Sants y desde allí , en metro, fui a casa de mi amiga Loly, a la que quiero un montón. 
Departimos un buen rato hasta la hora de comer. Aquí se nos sumó nuestro amigo Daniel y compartimos la exquisita comida que mi amiga nos había preparado.



El avión hacia Dubrovnik tenía su salida prevista hacia las 18 horas del 21 de agosto de 2011. Por lo que tras la comida,  Daniel me llevó amablemente en su coche hacia el aeropuerto de Barcelona.


Ya en la Terminal 1 me uní al grupo de peregrinación con el que iba a compartir una semana muy importante de mi vida.


Allí estaba mi amiga Carmen con su marido Antonio y su hijo Rubén.


Me presenté a Oriol, jefe de la peregrinación. Tuvimos un retraso  considerable y llegamos a Dubrovnik pasadas las once de la noche. El vuelo fue bastante normal. Pero, aún nos quedaban dos horas de autocar para llegar a Medjugorje.


Tres autobuses estaban esperandonos para el traslado del grupo.


El camino fue tranquilo, pero, poco pudimos aprovechar, ya que era noche cerrada, sólo apreciamos las luces de alguna  ciudad y un trozo de mar Adriático que era negro, igual que la noche.


Ya en el hotel San Giussepe sólo tuvimos tiempo para entrar en las habitaciones y dormir lo mejor que pudimos.



Día 2º: lunes 22 de agosto de 2011


Santa María Reina

Como primer día en Medjugorje, comenzamos un poco más tarde, ya que habíamos llegado de madrugada y no habíamos tenido tiempo de dormir.

A las nueve de la mañana fuimos a la capilla, muy grande y preciosa, y rezamos laudes.

A las nueve y media compartimos el desayuno en casa de Marisa. Una italiana muy especial, de fuerte carácter y gran corazón.

Una hora más tarde, fuimos a la Cruz Azul del Podbrdo. 
Es un monte cercano, con muchas rocas y piedras que hacen difícil caminar. Allí se apareció y aún  se aparece muchas veces la Virgen y es un lugar donde se obtienen muchas gracias. En ese lugar tuvimos nuestro segundo rezo comunitario del día: el Santo Rosario. Mientras rezábamos teníamos momentos de silencio y reflexión. Cada uno pudo quedarse a meditar el tiempo que quiso, hasta el mediodía, hora en que teníamos cita en San Giusepe.

A las doce tuvimos la presentación personal de casi todos los miembros del grupo, casi ciento cuarenta, porque faltaban algunos.
Y justo, cuando me iba a tocar a mí, apareció Marisa anunciando que había que pasar al comedor de manera inmediata.
El menú de la semana consistiría en pasta en sus mil y una posibilidades culinarias no, por repetida, menos apetecible. Y es que  Marisa tenía que hacer honor a su país de origen.

Tras un pequeño descanso, siesta u oración, según la voluntad de cada cual, partimos hacia la parroquia del pueblo.

La parroquia de Santiago Apóstol está regentada por franciscanos.
Todos los días se concentran en ella los peregrinos para hacer las oraciones, asistir a las eucaristías, hacer adoración al Santísimo Sacramento o rezar el rosario. Y, siempre, está repleta tanto el templo como la explanada exterior.

Lo que más impresiona es el silencio, la devoción, la edad de los asistentes, todas las edades, razas e idiomas. Las filas de penitentes esperando para confesar.
Como era agosto y el calor apretaba de lo lindo, los veinticinco confesonarios eran un poco agobiantes, así que sacerdotes de distintas nacionalidades buscaban una sombra en el exterior y, alrededor del templo, en sillas plegables, confesaban en diferentes idiomas a filas interminables de fieles.

A las cinco y media de la tarde comenzaba el rosario. Siempre se rezan dos tercios antes de la misa. Y exactamente a las siete menos veinte, todo se detiene por unos momentos. 
Una campana repica en el campanario: es la hora de la aparición


Nuestra Señora de la Paz se aparece a tres de los  seis videntes en esos momentos. Estén en el país que estén, o en el lugar que se encuentren en ese momento.
Cuando suena la campana, todos nos ponemos de rodillas en señal de respeto y tras unos breves instantes, se retoma la oración.

Al terminar el segundo tercio del rosario, comienza la Eucaristía. Todos los sacerdotes que están con los peregrinos, se congregan alrededor del altar exterior y concelebran la misa. 
El templo de Santiago está repleto, aunque es muy grande, y  también los bancos de la explanada exterior.

Siempre hay una bendición especial al terminar la eucaristía y, una serie de oraciones: siete padrenuestros, avemarías y glorias. También bendicen los objetos religiosos, la sal y el agua.

Una vez terminada la eucaristía regresamos al hotel para cenar. Y Oriol nos contó su experiencia y testimonio de Medjugorje a las diez y media.


En las experiencias compartidas alguna persona declaró emocionada:  "he olido a rosas". 
Elena, una de  mis compañeras  de habitación, nos dijo  por la  noche que ella había  olido a rosas al depositar una carta  a los pies de la Virgen  del interior de la parroquia.  Y comprobó  que no había   ni una sola  rosa. Sólo orquídeas.

Con todas estas vivencias nos acostamos el primer día esperando conciliar un sueño reparador y recuperar fuerzas para nuestro tercer día al lado de María.


Día 3º: martes  23 de agosto de 2011


Día de Santa Rosa de Lima.

Nuestro horario ya fue más madrugador. A las ocho y media de la mañana estábamos rezando laudes.  La oración siempre era voluntaria, pero la gran mayoría acudíamos. Yo, desde luego, iba dispuesta a no perderme nada y menos el contacto directo y personal con Dios. Pero, como ya sabéis, nuestra oración en comunidad es más rica y eficaz.


A las nueve de la mañana todos empezamos el día con un buen desayuno que nos permitiera aguantar la jornada.


Y a las diez y cuarto de la mañana salimos en el autobús hacia el santuario.
Teníamos una charla del padre Danko. Su charla versó sobre el amor a Dios y a nuestro prójimo. 
Nos animó a ser peregrinos y no turistas, a aprovechar el tiempo de gracia de que disponíamos; a hacer caso a la Virgen , quien ya dijo hace dos mil años: Haced lo que Él os diga. También nos animó a grabar sus palabras en nuestros corazones y no en las grabadoras. Os escribo algunas de las afirmaciones que hizo:
Debemos mirar a los demás con ojos nuevos y limpios.
A Dios hay que buscarlo donde se le puede encontrar.
Ora bien el que ora mucho.
La santa misa es lo mejor de nuestra vida espiritual.
Explicó las apariciones de la Virgen. Se trata de lograr nuestra salvación. Que se produzca un cambio en nuestras vidas. Que frecuentemos los sacramentos.
El dinero y los bienes materiales no dan la felicidad. Sólo Dios es nuestra felicidad.
Terminamos la charla con unos minutos de oración personal, primero y, comunitaria después.


Esa fue la tónica general. Siempre se oraba al inicio y fin de cada charla o meditación.


La comida  transcurrió en el hotel a eso de la una y media y tras un breve descanso fuimos a escuchar a sor Viky.


A las tres y media de la tarde, sor Vicky, una monja de la congregación de la Bienaventuranzas, nos dio una charla en la capilla del hotel. La meditación versó sobre nuestro desconocimiento de Dios en favor de la técnica. Su consejo: leer la Sagrada Escritura. Ello nos permite conocer al Señor y saber cuánto nos ama.
Entre otras cosas os apunto algunas de las aseveraciones de la hermana:


El verbo, Cristo,  es la palabra y no le escuchamos ni leemos.
La palabra de Dios penetra hasta las fronteras del alma y del espíritu.
No hay criatura invisible para la Palabra.
Hemos dejado de lado a Dios.
Los niños de Medjugorje rezan los tres tercios del rosario y ayunan a pan y agua los miércoles.
Dios cuida cada día de vosotros.
Sufrimos cuando nos critican o condenan injustamente.
Para Dios somos preciosos.
¿Cuántos os sentís orgullosos de ser imagen de Dios?
Dios se hace sentir a quien lo busca.
Hay que guardar la Palabra de Dios en la memoria y el corazón.
Escuchen, comprendan, amen a sus hijos.
Animen a sus hijos a hacer el bien.
Expliquen la alegría que da hacer el bien.


Vosotros ya estáis limpios gracias a la palabra que os he anunciado.  (San Juan 15, 3)
Hemos nacido para gloria de Dios.
Él perdona todas tus culpas y sana todas tus enfermedades.


Cada frase o sentencia la cogía de la Biblia, demostrando que en ella están todas las respuestas a nuestras preguntas. Y dejando en evidencia nuestro gran desconocimiento de la misma.
A las seis de la tarde fuimos al santuario y aproveché para confesarme. Había largas colas en los confesonarios, pero el único que no tenía fila de espera era el sacerdote que confesaba en español. Con ello se cumplió un deseo mío personal: no tener agobio de gente. Tengo terror a las aglomeraciones, empujones y siempre he huido de ellas.
El sacerdote era de nuestra peregrinación, el padre Ignasi. Fue muy amable y agradable.
Luego continué con la oración del rosario y, como cada día, la Eucaristía de las siete de la tarde.


El respeto, el silencio y la devoción es lo habitual en los fieles que acuden a la parroquia. Uno se contagia de ese ambiente, se respira paz.
En Medjugorje no hay policía. Y no hay conflictos. El tráfico es bastante caótico por la falta de infraestructuras, pero, los conductores, con paciencia van consiguiendo salir de los atascos.
A las ocho y cuarto de la tarde regresamos al hotel para cenar.


Terminamos la jornada con una tertulia a las nueve y media de la noche.

No os lo vais a creer. Ahora mismo, el diablo me ha hecho desaparecer todo lo que empezaba a ser tan interesante. 
Pero no importa, lo vuelvo a escribir, y que sea por vosotros y por Dios. Este esfuerzo extra se lo ofrezco a las ánimas del purgatorio.
Para evitar más desapariciones lo voy a escribir en un documento de texto aparte.
Y ha vuelto a desaparecer por segunda vez.
Día 4º: miércoles  24 de agosto de 2011

Día de San Bartolomé


Nuestro día comenzó temprano, a las siete y media para la oración de laudes
Tras un breve desayuno partimos hacia la parroquia de Santiago. 



Teníamos cita con el testimonio de Iván. 
Cuando llegó nuestro autobús ya había comenzado su relato, así que, rápidamente buscamos un lugar para poder escuchar lo mejor posible.
Iván nos relataba un resumen de lo que la Virgen le había comunicado durante los últimos treinta años.
Voy a intentar transmitir su mensaje lo mejor que pueda: 
"Nuestra madre está preocupada por nuestra salvación, yo os necesito -dice la Virgen- para realizar el proyecto de la paz. Decidíos por el bien y luchad contra el mal y el pecado.
Durante los últimos treinta años, os he repetido sin cansarme, porque ella no se cansa de invitarnos a la oración.
La Virgen insiste, como todas las madres siempre repiten a sus hijos que hagan las cosas bien y, siempre lo mismo, porque nosotros nos empeñamos en hacer las cosas obstinadamente mal.
No viene a asustarnos con el fin del mundo; sólo quiere decirnos que Jesús se ofrece en la Eucaristía. 
Que vayamos a la Santa Misa a encontrarnos con Él. La misa debe ser el centro de nuestra vida."
Iván cuenta que en una ocasión les dijo la Virgen: 
"Si tenéis que escoger entre verme a mí o ir a misa, id al encuentro con Cristo que  está allí."
Nos invita a:
  • La confesión mensual.
  • La adoración de la Cruz.
  • La adoración Eucarística en la parroquia.
  • La lectura de la Sagrada Escritura en la familia.
  • La oración con el corazón.
"Perdonad a los demás - continúa Iván-. A lo largo de estos treinta años la Virgen nos ha invitado a la oración con el corazón, no mecánica o rápida para terminar cuanto antes.
Orar con el corazón significa orar con amor y desde el amor.
Ella trae esperanza a la Iglesia. Viene a nosotros a ofrecernos su mano materna. Quiere enjugar nuestras lágrimas. Nos dice: Si supierais cuánto os amo lloraríais de alegría. Nos guía con amor hacia el bien, hacia su hijo,en quien se encuentra la verdadera paz.



 Nuestra humanidad está en crisis por su alejamiento de Dios. Esta humanidad que se encamina hacia un mundo sin Dios. 
Las familias no tienen tiempo para dedicarse a sí mismas. No existe fidelidad en los matrimonios.
Sólo la oración en vuestras familias las puede sanar  espiritualmente.
Si recuperáis la oración en familia recuperaréis la paz y el amor.
La Madre viene a sacarnos de esta oscuridad. Nos dice: 
  • Si no hay paz en el corazón del hombre, no habrá paz en el mundo.
  • Empezad a vivir la paz, vivid la oración. 
Que la oración sea alegría para vosotros.
En la escuela de la oración no hay vacaciones, no hay fines de semana. Debéis rezar cada día un poco más.



Orar es una decisión personal, para rezar mejor hay que rezar cada día más."



Para terminar, Iván nos hizo una descripción física de la Virgen:



"Tiene un vestido gris, velo blanco, ojos azules, pelo negro y las mejillas sonrosadas. Tiene una corona de estrellas y está sobre una nube."



Por último, nos deseó  que nuestra peregrinación a Medjugorje fuera el comienzo de una renovación espiritual. 
Que lleváramos esta semilla a nuestros hogares. 
Que aceptemos responsablemente el mensaje de la madre y seamos un signo de fe viva. 
Que recemos por la paz. 
"Decidíos por Dios y la paz."
Tras el testimonio de Iván tuvimos la Eucaristía en la capilla de la adoración. El padre Joan Francesc nos invitó a volver a España según el criterio de la Virgen, no según nuestro criterio.



A las diez y cuarto los autobuses nos trasladaron al monte Podbrdo, monte cercano al hotel en el que se apareció muchas veces la Virgen.
En él tuvimos tiempo de rezar para terminar con un tiempo de meditación en la capilla del hotel.



Comimos a la una y media e, inmediatamente, partimos a la comunidad del Cenáculo.
Estas comunidades existen en todo el mundo. Fueron creadas por una monja: la madre Elvira, quien ayudaba a jóvenes drogadictos a salir del infierno de la droga mediante la oración y el trabajo.



Dos jóvenes nos dieron su testimonio. No tienen dinero, se lavan su propia ropa, trabajan y oran. 



Terminamos la visita  comprando algunos de los objetos que hacen para subsistir.



Ya de regreso al hotel, rezamos el rosario en comunidad y a las siete de la tarde el padre Ignasi nos hizo una reflexión sobre el ayuno y por qué es tan importante. 
Ya lo dice la Biblia: Algunos demonios sólo pueden ser expulsados con la oración y el ayuno.



Con el ayuno se pueden detener las guerras.Con la oración y el ayuno podemos convertir a nuestras familias, cambiar nuestra vida. 
El ayuno se hace a pan y agua,  los miércoles y los viernes.



Los miércoles para agradecer la Eucaristía del Jueves Santo  y el viernes para sufrir con Cristo en la Cruz.



Tras la cena en el hotel volvimos al santuario para tener una hora de adoración. 



Una emoción incontenible hizo que no dejase de llorar durante toda la hora. ¡Ya no tenía más pañuelos!
La música en directo  de un violín  elevaba nuestro espíritu. 
El amor de Dios hecho pan se extendía por toda la explanada y el silencio y adoración que se respiraba es indescriptible.



¡Bendito miércoles! Todo empezó a ser muy, muy emocionante a partir de ese día.
Volvimos al hotel tras un día muy completo.



Día 5º: jueves  25 de agosto de 2011
San José de Calasanz y San Luis de Francia



Comienzo a narrar, de nuevo, y ya sabéis la razón, un día muy especial por la cantidad de acontecimientos que empezaron a suceder.



Ese jueves comenzamos muy temprano la oración de laudes: a las siete de la mañana.
Tuvimos un breve desayuno y partimos hacia la parroquia de Santiago para escuchar el testimonio de Marija, una de las videntes que recibe aún la visita diaria de la Virgen. 
Esta vez, llegamos puntuales y a las ocho y cuarto estabamos todos diseminados entre los cientos de personas que escuchaban su narración.
Marija se expresaba en un perfecto italiano. Casi se le entendía todo. Pero la comprensión no era problema porque cada grupo de peregrinos disponía de pequeños transistores que sintonizaban con la  traductora correspondiente.
Como en todas las charlas, comenzamos con unas oraciones para disponer nuestro espíritu y recibir los mensajes que la Virgen nos hacía llegar por medio de Marija.
Nos preguntó la vidente cuántos de nosotros estabamos dispuestos a escucharla durante tres horas.  Una pequeña broma para comenzar su charla.
Nos confesó que, como el resto de videntes, tenía mucho miedo cuando ocurrió la primera aparición; pero, una vez superado este temor inicial, comenzó su maravillosa y difícil aventura. Os Apunto algunos de sus mensajes.
"La gente cree que somos santos, pero no es así.
La Virgen  nos ha contagiado con su gran amor. 
Aquí vivíamos el comunismo y estabamos dispuestos a morir por Dios. 


La belleza de la Virgen es indescriptible. Ella misma respondió a nuestras preguntas sobre su hermosura. La Virgen nos respondió: - "Soy bella porque amo.".
Ese es su mensaje: Debemos amar para ser bellos.


Nuestra sociedad está paganizada. Cuando la Virgen comenzó sus apariciones nos dijo que había escogido Medjugorje porque en nuestro pequeño pueblo había encontrado una fe viva.



Por aquella época, Europa había comenzado a eliminar sus raíces cristianas.
El paganismo entraba en el corazón de las personas. por eso vino a vernos, para ayudarnos a llegar a Dios. Nuestra alma tenía sed de Dios.
Nuestras oraciones eran una costumbre. Ahora nuestra oración se ha vuelto dulce. Ella nos ha dicho: "Poned a Dios en primer lugar en vuestra vida".
Sin Él no tenemos ni paz ni alegría.



Con la Virgen comenzamos a vivir de otra manera. Nos envió a la parroquia que se convirtió en nuestro refugio físico y espiritual. 
La Virgen nos invitaba a rezar hasta convertir nuestra oración en alegría y no en una obligación.



Cuando comenzamos a sentir esa alegría, la fe empezaba a crecer cada día más.



Aprendimos a comprender que Jesús ha muerto por nosotros y que, a los pies de la cruz, nos había entregado a su Madre.



Cuando éramos unos niños, la policía de la ex-Yugoslavia nos hizo todo tipo de pruebas científicas para demostrar que teníamos alucinaciones. Desde entonces, todos los videntes tenemos un certificado que acredita nuestra salud mental.



En esta parroquia se hizo un programa vespertino de oración por expreso deseo de la Virgen.
La Virgen empezó una escuela de oración con los videntes que luego se extendió a los jóvenes para ampliarse a todos los que quieran rezar con ella en nuestros días.



En una aparición extraordinaria de la Virgen quiso que todos los fieles la tocaran. Y así lo hicieron, uno tras otro, guiados por la mano de los videntes. El vestido de la Virgen se iba ensuciando cada vez más. Con lágrimas le preguntamos por qué. Ella nos respondió que eran nuestros pecados y nos invitó a acercarnos al sacramento de la confesión.



Tampoco teníamos biblia en casa así que fuimos comprando biblias en todos los hogares y comenzamos a orar con los salmos. También hacíamos adoración a Jesús.
Más tarde, se nos fueron añadiendo muchas personas para adorar al Santísimo.
La Virgen  quiere decirnos  que oremos por aquellos que no han conocido el amor de Dios, que no aman. También nos manda ayunar por todos ellos.



Durante la guerra quisieron tirar bombas sobre el pueblo de Medjugorje y destruir toda la iglesia. Con la oración de todo el pueblo, la bomba cayó lentamente y no explotó.



En algunas parroquias se adaptó el culto al horario laboral, para facilitar la asistencia a la Eucaristía a los obreros antes de acudir a su lugar de trabajo.
De nuestra libertad depende que escojamos a Dios.
En nuestra humanidad no" falta vino", sino Dios.



Debemos agradecer  a esta iglesia donde podemos orar.
Debemos estar en  contra de la guerra.
Estemos con Dios y la oración."



Con estas palabras terminaba Marija su disertación.



A las nueve en punto teníamos misa en la capilla de la Adoración. Yo me retrasé un poco porque el testimonio de Marija era muy interesante pero acabó más tarde de las nueve. 
 Tras la Eucaristía teníamos cita en el castillo de Patrick y Lucy. Este castillo de aspecto medieval hace alusión al castillo interior y  las moradas de Santa Teresa de Jesús.
Este canadiense es un  multimillonario hijo de madre italiana, que había llevado una vida de fracasos matrimoniales, con hijos de los que nada sabía.



Patrick nos recibió en una sala amplia junto a la joven intérprete que iba a traducir sus palabras. 



Su inglés era fácil de comprender así que, pude recibir su mensaje en directo y no en diferido.



Este vendedor de automóviles tiene un don para transmitir con humor las vivencias más dramáticas de su propia existencia. 
Sus palabras me llegaron al alma y, como es normal en mí, me pasé llorando todo el tiempo que duró su testimonio.



Al finalizar  fuimos a saludarle y abrazarle para agradecer sus palabras. Pero antes de poder hacerlo yo, dos mujeres se me acercaron y me abrazaron. Debieron pensar que yo era una pobre desgraciada que estaba padeciendo lo indecible. Yo soy así.
Por fin pude darle un abrazo.



Tras una mañana plagada de vivencias fuimos a hacer algunas compras de objetos religiosos y al Podbrdo.



Ya sólo nos quedaba un tiempo libre para aprovecharlo donde más nos apeteciese hasta la hora de la comida en el hotel. (Era a la una y media).



Tras la comida, teníamos un rato de meditación en la capilla del hotel con la posibilidad de confesarnos.



Por la tarde fuimos de nuevo a la parroquia para rezar el rosario.
A las siete menos veinte nos encontrábamos mirando al oeste para comprobar lo que tantos peregrinos dicen haber visto: bailar el sol.
Y, efectivamente, así sucedió. El sol crecía y menguaba, giraba y estaba rodeado de colores verdes, naranjas y un azul intenso al fondo.Este azul era diferente  del color del firmamento que vemos habitualmente. Cuando Antonio me dijo que mirase hacia la cruz que corona el altar exterior, me asusté. Estaba rodeada de un color marrón  amarillento asurado. Lo mismo la esfera de mi reloj, mirase donde mirase el óvalo marrón seguía allí. Me prometí a mí misma que nunca más iba a mirar al sol directamente. Estaba convencida de que me había quemado la retina. 
Con el tiempo la mancha fue desapareciendo.¡A Dios gracias!



Como habíamos tenido la misa por la mañana, aproveché a visitar la parroquia por dentro, quería acercarme a la imagen de la Virgen que estaba al principio de un lateral de pasillo derecho. Cuando me encaminaba oí dos bufidos demoníacos que me recorrieron toda la espalda. Me volví y, nada vi. Antonio, el marido de mi amiga que me acompañaba, se había detenido a contemplar la estatua de San Antonio de Padua que estaba al final del mismo pasillo. Él también oyó los ruidos.
A pesar del estremecimiento y de que en las dos ocasiones me volví, nada dije y seguí avanzando hacia la estatua de la Virgen. Ahí es donde Elena había olido a rosas la primera tarde.
Yo no olí a nada y comprobé que sólo había orquídeas. ¡Ni una rosa!
También recorrí la zona de oración donde los peregrinos queman velas al lado de un Cristo crucificado.



Visité la tumba del padre Slavko. 
Este franciscano fue quien protegió  a los videntes al comienzo de las apariciones. Murió al terminar el vía crucis en el monte Krizevak (monte de la Cruz).



También compré algún libro y discos con música de adoración al Santísimo.



A las ocho de la tarde teníamos adoración en la parroquia. Esta vez no lloré, pero todos tuvimos ocasión de escuchar unos sonidos guturales que insultaban a la Madre en italiano.  Esos sonidos eran espeluznantes. No tardó en aparecer un franciscano que se dirigió al lugar alejado del que provenían los alaridos infernales.



La adoración transcurrió en el silencio respetuoso habitual, a excepción de lo que os acabo de relatar. 
Fue muy emotiva pero donde está Dios, siempre está cerca el diablo tratando de arrebatar almas.
¡Menos mal que tenemos a María que nos ayuda y protege! 



Pasadas las nueve de la noche volvíamos al hotel para cenar.

Y, a las diez y media teníamos tertulia para comentar asuntos varios. Entre ellos la JMJ.



Esa tarde, todos los sacerdotes habían sido invitados a asistir a la aparición que iba a tener Iván. Los curas de nuestra peregrinación no iban a ser una excepción, así que su testimonio iba a ser interesante, seguro.



El primero que habló fue el padre Francesc quien nos dijo: "Todo lo que sucede aquí es verdad" 
A partir de ese momento nos relató todo lo que había visto y dijo:
"He visto el vestido gris de la Virgen, que estaba sobre una nube. También he notado un fuerte olor a rosas que me hizo pensar que habían perfumado la capilla. Y he notado cerca la presencia de Satanás".



A este testimonio siguió el del padre Joan Francesc quien afirmó:     " Yo no he visto nada porque nada tenía que ver y había cerrado los ojos. Tampoco he olido a rosas".



Esta afirmación daba aún más fuerza a la precedente.



El resto de sacerdotes también comentó sus impresiones pero, me vais a perdonar que sólo recuerde estos dos testimonios tan antagónicos. 



Tras una jornada de tantas emociones fuimos todos a descansar.



Día 6º: viernes  26 de agosto de 2011
Día de Santa Teresa de Jesús Jornet


Queridos amigos:
He aquí el testimonio de un emocionantísimo día para mí. Al menos hasta el presente.
Yo nunca me había planteado nada en especial al ir a Medjugorje, sólo (y no es poco) estar en el lugar donde se encuentra la Virgen cada día, en nuestro días. 
¡Nunca imaginé que iba a tener un regalo tan extraordinario! 
Mi amiga Loly me aconsejó escribirlo y por eso lo estoy compartiendo con todos vosotros.



Si algo he aprendido es que todo lo que tenemos, somos y conocemos no es un tesoro para almacenar, sino que, debemos darlo a los demás. 
Así que, con todo mi cariño os brindo mi regalo que es ya vuestro.



Ese viernes comenzó temprano, como siempre. A las siete y media tuvimos la oración de laudes. Y, tras el desayuno nos fuimos casi todos en autobús hacia el Krizevac.
 Digo casi todos porque un grupo de personas con mayores dificultades de movilidad o mayores, se quedaron en la capilla del hotel junto con un sacerdote.
Todos íbamos a rezar el calvario. Unos en la capilla y el grueso del grupo en ese empinado y escarpado monte que ha sido y es testigo de apariciones y milagros. El Krizevac, o Monte de la Cruz, se encuentra cerca de Medjugorje, pero no a tiro de piedra.



El día era soleado y caluroso. Todos íbamos provistos de agua, abanico o gorro para protegernos de la fuerza del sol.
Piedra, peñascos y rocas de todos los tamaños nos esperaban en la subida.
 Zarzas, espinos y algunos árboles y arbustos quedaban en los márgenes de este sendero de cabras que quiere ser camino. Sólo los cientos de miles de peregrinos han hecho desaparecer las matas que había entre las piedras.
Estaba yo pensando: 
-¿Cómo voy a subir y luego bajar con mi artrosis de rodilla? 
Cuando vi bajar a un varón con dos muletas y una sola pierna. 
Mi rodilla quedaba en mera anécdota y todas las dudas ante el reto desaparecieron. 
(Eran las ocho y media de la mañana)

Al iniciar el Vía Crucis, nos aconsejaron coger alguna piedrecita para depositarla al lado de la gran cruz que hay en la cima. Y yo, obediente, lo hice, al igual que muchos peregrinos del grupo. 
También llevábamos bastones prestados por el hotel. ¡Mi agradecimiento a todos aquellos que han dejado sus bastones o pequeñas sillas plegables! Nos han sido sumamente útiles durante toda la peregrinación.



La subida era silenciosa de estación en estación. Y en cada una de ellas teníamos una pequeña reflexión así como las oraciones pertinentes. La escarpada ascensión hacía que nos ayudásemos unos a otros. También, cedíamos el paso a peregrinos que venían de vuelta. 
¡No era fácil el camino!
El padre Ignasi dirigía el Vía Crucis. Yo quería estar muy cerca para no perderme nada. 
Las estelas que jalonaban las estaciones están muy bien esculpidas.(*)
Cuando ya culminábamos la subida, vimos una estela recordando el punto exacto en el que murió el padre Slavko tras finalizar su último vía Crucis. (*)
Ya sólo nos quedaba acercarnos a la gran cruz blanca en la que íbamos a depositar nuestra pequeña piedra y nuestras oraciones.



Habíamos llegado sudorosos y sedientos. El sol apretaba de lo lindo y necesitábamos recuperar fuerzas.
Gente, llorando de emoción, estaba arrodillada al pie de la cruz. Yo hice lo propio. En aquella cruz, que tantas gracias da,  puse a toda mi familia, a todos mis amigos y sus familias. Recé especialmente por mi padre Víctor que había fallecido el tres de marzo de 2011.
 Después de permanecer un rato orando,  me alejé un poco y me puse a la sombra de los escasos árboles que allí había. Pero, al mirar la parte trasera del brazo corto de la cruz no pude dar crédito a lo que veían mis ojos.
Allí estaba grabada la fecha de construcción de dicha cruz:
3 3 - 1933
Saqué mi cámara de fotos e inmortalicé aquella fecha.



Os preguntaréis el porqué de tanta sorpresa, pues bien, mi padre nació en el año 1933 y había fallecido el tres de marzo. Es decir, el 3-3. 
Cuando enterrábamos a mi padre yo hice el comentario sobre la conjunción de dichas cifras. ¡No podía ser una casualidad! Al menos para mí no lo era.
Lo interpreté como un mensaje personal.

Como eran alrededor de las doce del mediodía rezamos el ángelus. También un rosario y, por último, los sacerdotes que nos acompañaban nos bendijeron con una bendición especial para nosotros y nuestras familias. 

Yo no tenía la suerte de ir acompañada de miembros de mi familia, pero pedí la bendición para toda ella.


 Tras un breve reposo, comenzamos el descenso.
Algunos de nosotros volvimos por el mismo camino. Otros, sin embargo, volvieron por un tramo más corto.
Espero conocerlo en la próxima ocasión que tenga de volver a Medjugorje.



Cuando llegamos de regreso, todos compramos agua para reponer líquidos. Habíamos terminado con las reservas y sólo habíamos estado la mañana.
Una vez todos reunidos, volvimos al hotel para comer.

Tras un breve descanso nos hicimos una foto de grupo junto a la imagen de la Virgen que hay en el exterior de la capilla.



El horario vespertino era el habitual. Fuimos, por tanto, a la parroquia para rezar los dos tercios del rosario; que unido al rosario del mediodía, formaban el conjunto de los tres tercios que la Virgen aconseja rezar a diario. 
¡Qué lejos estoy de hacer lo que ella quiere! Prometo intentarlo. 
No quiero hacer las cosas de forma rutinaria, sino con el corazón, para que sea eficaz.



Ante la experiencia del día anterior, me había prometido a mí misma no volver a mirar al sol directamente. Así que busqué un lugar en el exterior del templo, fui con mi amiga Carmen, su esposo Antonio y su hijo Rubén para estar en el momento de la aparición.


En el lateral exterior izquierdo del templo, se encuentran los veinticinco confesonarios y una rampa facilita el acceso a la explanada. Esa rampa nos pareció un buen lugar. 

Antonio iba a grabar el sol poniente y yo decidí mirar hacia el norte, justo entre el espacio que hay tras el ábside de la parroquia y la cúpula del altar exterior.
Algo me mandaba levantar la cabeza y, desde luego, no mirar hacia el oeste.

Todos seguíamos rezando el segundo tercio del rosario cuando el repique de campanas anunciaba la aparición. Eran exactamente las siete menos veinte. Como siempre.
Yo seguía con la cabeza levantada hacia lo alto. La posición no era forzada y miraba el cielo que apenas tenía una nube.
Hacia esa nube miraba yo. Y vi tres destellos como fogonazos que se producían en el borde izquierdo de la nube, en dirección al oeste.

Os voy a contar lo que vi. Lo tengo anotado en el cuaderno de ruta:
" He visto bajar cinco bolas rosas (color fucsia) que giraban sobre sí mismas a gran velocidad. Se dirigieron velozmente y de una en una hacia las cuatro esquinas de la cúpula exterior del altar de la explanada. La quinta bola se colocó encima de la cruz que hay en el centro de dicha cúpula.
Después, y por tres veces, vi salir series de cuatro bolas de un color azul grisáceo que giraban velozmente y se iban estrellando en el techo de la cúpula.
A continuación, apareció una enorme elipse alargada y de color fucsia que giraba velozmente. Después desplegó sus "alas" yo creí ver un enorme ángel rosa, pero podía haber sido una enorme flor de color fucsia.
Me encontraba paralizada y era incapaz de articular una palabra. No quería ni pestañear para no perderme el espectáculo que contemplaban mis ojos.
Luego vi un corazón fucsia traspasado por una lanza. 
Bolas rosas empezaban a caer y entonces exclamé: 
- Pero, ¿no veis esas bolas rosas? 
Mi amiga Carmen me contestó que no veía nada. Su hijo Rubén me preguntó adónde mirar y le señalé la dirección. Entonces él vio la "flecha" que yo veía como un corazón.
A partir de ese instante Rubén y yo vimos exactamente lo mismo. Montones de flores  más pequeñas de color fucsia que iban cayendo sin interrupción y se desvanecían a unos cincuenta metros de su origen."


Carmen seguía comentando que no veía nada.
Antonio seguía, con su cámara dirigida hacia el sol, ajeno a cuanto pasaba detrás suyo.
Llegó la hora de la Eucaristía (las siete de la tarde).
Nos fuimos hacia un lugar mejor para poder ver el altar. Todos los bancos estaban ocupados y una señora italiana muy amable nos dejó una pequeña silla plegable que cedí a mi amiga Carmen. Su hijo Rubén había ido con los jóvenes de la peregrinación, así que, estábamos Carmen, Antonio y yo en un pasillo del lateral izquierdo de la zona de césped. Los bancos de la explanada estaban repletos.
Apenas había comenzado la misa cuando una ráfaga de suave olor a rosas cruzó de derecha a izquierda. Miré a Carmen que asintió con la cabeza.
- Sí, huele a rosas. -me dijo-.
Antonio no percibía nada.
Y... durante toda la Eucaristía percibimos muchas veces ese suave olor. Carmen y yo.
Yo lloraba de emoción y después de comulgar expresé un deseo:
-¡Ojalá que mi padre esté contigo!
En ese mismo instante, una fuerte fragancia a rosas,  se hizo sentir. Las lágrimas caían por mis mejillas sin parar.
Cuando volvíamos al hotel para cenar, no teníamos palabras para expresar tantas emociones y compartimos nuestra experiencia con las personas más allegadas de la peregrinación.
No había terminado la jornada y aún quedaban algunas cosas por vivir. ¡Vaya día! ¡Bendito Dios!


Perdonad que haya tardado un poco  en continuar con la narración. He tenido una semana con bastante trabajo y muchos exámenes que corregir.


Si me permitís, os daré una interpretación personal y completamente subjetiva de lo que he visto:


He interpretado las bolas que caían en la cúpula exterior, como las gracias que se derraman en el altar desde la Eucaristía.  Y la sucesiva caída de flores  como un don gratuito que luego serán percibidas como fragancia olorosa por aquellos que, en ese momento, tengan el regalo hecho por Dios.


Tras este inciso continúo con la narración:


Ya en el hotel, y después de cenar, teníamos adoración al Santísimo en la capilla del hotel. Nos fuimos apuntando en los diferentes turnos que iban a permitir una vela ininterrumpida durante toda la noche. Yo lo hice de 12 a 1 de la madrugada.


Comenzamos todos juntos a las once de la noche y teníamos, también, la ocasión de confesarnos. Así que, decidí confesarme y continuar el turno de vela sin marcharme de la capilla.


Cuando estaba velando al Santísimo, algo llamó poderosamente mi atención: 


En el centro del altar se encontraba la custodia flanqueada por dos grandes velas encendidas. Pero la llama,  de ambas velas, tenía una altura que yo jamás he visto. La llama de la derecha tendría una altura de unos veinte centímetros -aproximadamente, claro-. y seguía creciendo como si alguien la estuviese estirando desde arriba. La llama de la vela izquierda era de una altura menor, aunque todavía bastante elevada. 


No pude evitar preguntarle a mi amiga Conchita si le parecía normal.


Cuando acabé el turno me fui a acostar y, al día siguiente muy temprano - 7 de la mañana- hicimos la oración de la mañana todos juntos. Y la llama de las velas era de unos 2,5 centímetros. ¡Nada que ver con el tamaño que os he referido.



Día 7º: sábado  27 de agosto de 2011
Día de Santa Mónica


Y, adorando al Santísimo, comenzamos el penúltimo día de nuestra peregrinación a Medjugorje.


Tras el rato de oración matutina,fuimos todos a desayunar. 


A las diez teníamos, de nuevo, cita en la capilla para hacer la  consagración a la Reina de la Paz e imposición del escapulario para aquellos que no lo tuviesen y lo deseasen. 
Yo, qué casualidad, había ido unos meses antes, a la iglesia del Carmen de Burgos junto con mi madre. 
Me hice imponer el escapulario. 
Éste era un deseo mío que no había encontrado el momento de llevar a cabo.


Durante la oración y consagración, el padre Francesc, comenzó a hablar en lenguas. Todos teníamos las manos alzadas y estábamos arrodillados.  Mientras el padre Francesc seguía hablando en lenguas, de repente, una mujer, en la parte trasera de la capilla,  comenzó a hablar en lenguas también. En ese mismo instante un torrente de energía comenzó a entrar por los dedos de mis manos, atravesó todo mi cuerpo y salió por mis pies. Ese flujo de energía duró un buen rato, mientras la mujer hablaba en lenguas.
Ese hecho no lo sé interpretar todavía. No sé si ha sido recibir algo del Espíritu Santo o bien, vaciar mi ser de aquello que le sobra. El tiempo dirá de qué se ha tratado.


A la una y media teníamos la comida y, como de costumbre, partimos hacia la parroquia sobre las cinco de la tarde.


Rezamos el rosario, y aunque yo seguía mirando en la misma dirección del día anterior, nada especial ocurrió para mí durante la aparición. Ya había sido un gran regalo el espectáculo que contemplé el día anterior.


Durante la Eucaristía, nada especial percibí. Sólo cuando abandonábamos la explanada olí a rosas en un lugar de paso.


Volvimos juntos a cenar y, sobre las ocho y media de la tarde, volvimos al santuario para hacer la adoración al Santísimo.


Ya eran más de las once de la noche cuando volvíamos a descansar al hotel.





Día 8º: domingo  28 de agosto de 2011
Día de San Agustín 
Último día en Medjurgorje.


El último día madrugamos para orar - las siete y media- y, luego el desayuno habitual, pero especial por ser el último.


Recogimos nuestras maletas, ya preparadas desde la víspera, y emprendimos camino hacia Dubrovnik. 


Teníamos dos horas de autobús todavía. pero, en esta ocasión, la luz del día nos iba a permitir admirar los hermosos paisajes que íbamos cruzando.


La ciudad de Dubrovnik es hermosa y señorial. Parece una ciudadela rodeada de una robusta muralla.
Tuvimos la suerte de poder tener una Eucaristía en una iglesia del casco viejo. ¡Nuestra última misa juntos!


Comimos en un restaurante y aprovechamos a visitar el caso viejo, el puerto y toda la muralla que rodea el pueblo antiguo. Todo ello bañado por las aguas de mar Adriático. ¡Una maravilla!


Aprovechamos, lo mejor posible, el tiempo que nos quedaba para coger el autobús que nos trasladaría hacia el aeropuerto. Era a las seis menos cuarto.
Nadie faltó a la cita.


Ya en el aeropuerto, aproveché para contarle a Oriol lo que había visto y me aconsejó contarlo a un sacerdote. Así lo hice. Le conté al padre Francesc mi experiencia.


Ya de vuelta a Barcelona, se hizo muy larga la espera para recoger las maletas (una hora). Tiempo que aproveché para irme despidiendo de los compañeros de peregrinación. Besos, abrazos, intercambio de direcciones y teléfonos. Ya os imaginaréis.


Y fuera me esperaban: Loly, Isidro y  Daniel, mis queridos amigos de Barcelona.
Intenté resumirles un poco la formidable experiencia vivida. Pero eran demasiadas emociones juntas y todavía estaba flotando en una nube.
Tras un viaje de    media hora, fuimos a casa de Daniel y Roser. ¡Gracias por la rica cena! y, ¡gracias por la hermosa velada  departiendo la riqueza de la experiencia vivida!
Y aquí llega  el punto y seguido a la narración de mi peregrinación. 
la continuación la ponemos cada  uno en el día a día de nuestra vida.


¡Suerte a todos  y sigamos unidos en la oración!


Ahora me encuentro preparando una sencilla presentación con las fotos que he hecho en Medjugorje. 
Como no soy muy hábil, espero poder enseñaros una muestra significativa de ellas.
¡Gracias por vuestra paciencia y comprensión!


Y  he aquí el fruto de mi pequeño esfuerzo


Medjugorje 2011
 1. 23 de abril  de 2010 en Berlín

Estaba recorriendo Berlín con mi hija Míriam.
Por la mañana habíamos tenido la visita guiada, muy interesante por cierto, andando y en autocar. Ello nos había permitido centrar nuestra visita de la tarde. Como era sábado íbamos a asistir a la Eucaristía del domingo , en la catedral católica de Santa Eduvigis.

Esta iglesia, de forma circular, se encuentra en la plaza donde quemaron miles de libros durante la época nazi.

Allí estuvimos en la Eucaristía de la tarde. ¡Cuánto fervor y devoción a Cristo Eucaristía! Todos permanecen casi veinte minutos de rodillas, después de la consagración.

En la cripta se encuentra el beato Bernhard LichtenbergSegún Wikipedia , estos son sus datos:
(n. 3 de diciembre de 1875 en Ohlau, Silesia - f. 5 de noviembre de 1943 en Hof, Baviera), sacerdote católico que durante el nazismo alzó su voz contra los nacionalsocialistas; fue apresado y murió cuando era deportado al campo de concentración. Fue beatificado en 1996 por el Papa Juan Pablo II.

Tras la misa nos fuimos, mi hija y yo,  de vuelta al hotel paseando por los parques. Nuestro hotel se encontraba en el este de Berlín, muy cerca del muro.

Como soy multi-alérgica, cada vez me estaba poniendo más congestionada y, para colmo de males, había olvidado la medicación correspondiente.

Ya de vuelta al hotel, sólo nos quedaba descansar de un día dedicado a recorrer a pie buena parte de la ciudad.
¿Cómo iba a dormir, si no podía respirar?

Me había resignado a pasar la noche en vela, sentada en la cama y con la boca abierta. No obstante, empecé a rezar mis oraciones acostada. 
Tengo costumbre de rezar una oración que me enseñó mi padre y que sirve de balance del día y luego comienzo mis oraciones habituales: Padrenuestro,  varias Ave María y el Gloria. Bien, pues no había llegado al Gloria, cuando oí claramente en mi mente: si rezas 20 Avemarías al Beato Bernhard se te pasa la congestión. Desde luego no las conté y no sé cuántas llevaba ya pero... de pronto: la congestión desapareció y pasé a respirar perfectamente por los dos orificios de la nariz. ¡Gracias, Bernhard! ¡Jamás me había sucedido esto ni me ha vuelto a pasar! 

Cuando volví a hacerme las pruebas de alergia, había disminuido notablemente. Y mi alergia al olivo ha desaparecido por completo. 

Hecho que comenté a mi doctora en alergias Dra. M. Marcos. (Burgos, España) y que, después, las pruebas confirmaron.