Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2025


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

sábado, 18 de enero de 2025

Sábado 1 del tiempo ordinario




Ver 1ª Lectura y Salmo
Texto del Evangelio (Mc 2,13-17): En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?». Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».

«No he venido a llamar a justos, sino a pecadores»





SANTA MARGARITA DE HUNGRÍA. Hija de Bela IV, rey de Hungría, nació en Turoc (Dalmacia) el año 1242. Sus padres hicieron voto de consagrarla a Dios si liberaba a su patria de los tártaros. Desde pequeña se educó en las dominicas, en el monasterio de Santa María, fundado por su padre junto a Buda, en el que hizo la profesión religiosa en 1254. Es una de las grandes místicas medievales de Hungría. En la vida conventual, realizaba las tareas más humildes, con gran espíritu de pobreza y mortificación. No tenía una gran cultura, pero desde niña se hacía leer las Escrituras y se confiaba a la guía espiritual de su confesor, el dominico P. Marcelo, que fue Provincial de Hungría. Rezaba siempre las mismas oraciones y tenía una particular devoción a la Pasión de Cristo y a la Eucaristía. Llegó a un alto grado de contemplación, acompañada de visiones y otros dones de Dios. Murió el 18 de enero de 1270 en su convento.

SAN JAIME HILARIO BARBAL COSÁN (en el siglo, Manuel). Nació en Enviny (Lérida, España) en 1898. Creció en un ambiente cristiano, de vida campesina, en un pueblo de alta montaña. Ingresó en el seminario de la Seu d'Urgell y, por causa de su sordera, que no le permitió dedicarse a la enseñanza y fue una de sus cruces, tuvo que dejar los estudios eclesiásticos. Ingresó luego en los Hermanos de las Escuelas Cristianas y pronto inició su tarea de educador y catequista. Tuvo diversos destinos en España y Francia, y en 1934 fue trasladado a la casa San José de Cambrils, Tarragona, ocupándose en trabajos de la huerta. La guerra civil española lo sorprendió en Mollerussa, donde lo apresaron. Estuvo en varias cárceles y en el juicio sumario a que lo sometieron en Tarragona no permitió él que su condición de religioso fuera disimulada. El tribunal popular lo condenó, y fue fusilado el 18 de enero de 1937 junto al cementerio de Tarragona. Sus últimas palabras fueron: «¡Morir por Cristo es vivir, muchachos!». Canonizado en 1999.

viernes, 17 de enero de 2025

Viernes 1 del tiempo ordinario



Ver 1ª Lectura y Salmo
Texto del Evangelio (Mc 2,1-12): Entró de nuevo en Cafarnaum; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra.

Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».

Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?». Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu camilla y anda?’ Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’».

Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida».

«Hijo, tus pecados te son perdonados (...). A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa»



SAN ANTONIO ABAD. Este ilustre padre del monaquismo nació en Egipto, de padres nobles y acomodados, alrededor del año 250. A la muerte prematura de éstos, quedó al cuidado de una hermana menor y de la hacienda. Siguiendo la llamada de Cristo en el Evangelio, buscó un buen acomodo para su hermana en un grupo de vírgenes y repartió sus bienes entre los pobres, hecho lo cual se retiró a una ermita de las afueras de su pueblo; quince años después marchó a las montañas y finalmente se estableció en el desierto de la Tebaida. Llevó una vida consagrada a la oración y la penitencia, y fue por mucho tiempo terriblemente tentado por el espíritu maligno. La gente acudía a él en busca de consejo y consuelo. Muchos se quedaban a vivir cerca de él, siguiendo su ejemplo. Tuvo numerosos discípulos. Trabajó por el bien de la Iglesia, confortando la fe de los cristianos durante la persecución de Diocleciano, y apoyando a San Atanasio en su lucha contra el arrianismo. Murió el año 356.- Oración: Señor y Dios nuestro, que llamaste al desierto a san Antonio, abad, para que te sirviera con una vida santa, concédenos, por su intercesión, que sepamos negarnos a nosotros mismos para amarte a ti siempre sobre todas las cosas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

   

Y por nuestra querida Valencia

jueves, 16 de enero de 2025

El joven Pablo Rochina reza laudes y va a misa cada mañana antes de los entrenamientos
Del Levante de fútbol sala y del Camino Neocatecumenal: «Deseo ser sal, luz y fermento para mi club»
No pueden comulgar los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave, dice la norma
Obispos comentan el caso del alcalde gay: «Todos están invitados, pero cumpliendo los mandamientos»
Este domingo 19 de enero se celebra en toda España la Jornada de la Infancia Misionera
53 años de misionero en Malawi, creó catecismos en chichewa para niños: «Llevan a Dios en la sangre»
 


 
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Jueves 1 del tiempo ordinario





Ver 1ª Lectura y Salmo
Texto del Evangelio (Mc 1,40-45): En aquel tiempo, vino a Jesús un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio».

Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas partes.

«‘Si quieres, puedes limpiarme’ (...). ‘Quiero; queda limpio’»

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SANTOS BERARDO Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES. En 1219 san Francisco envió a muchos frailes a misiones. Entre ellos estaban nuestros cinco santos, Berardo, Pedro, Acursio, Adyuto y Otón, todos ellos de Umbría, que bajo la guía de fray Vidal fueron enviados a Al Ándalus y al Magreb. En Aragón cayó enfermo fray Vidal, y los otros cinco hermanos continuaron viaje a Coimbra, donde estaba la corte portuguesa, para pasar luego a tierras de musulmanes. Ya en Sevilla pretendieron predicar en público el Evangelio y entrar en la mezquita, pero fueron apresados y expulsados. Llegaron a Marruecos y en Marrakech continuaron predicando la fe cristiana, por lo que fueron detenidos, encarcelados y torturados. Ante su reiterada negativa a abdicar de Cristo, el sultán los condenó a muerte y él mismo los degolló el 16 de enero de 1220. El infante don Pedro de Portugal trasladó a Coimbra sus restos, ante los que san Antonio decidió pasarse a la Orden Franciscana. Se dice que san Francisco, al enterarse del martirio, exclamó: «¡Ya puedo decir que tengo cinco auténticos hermanos menores!».- Oración: Señor todopoderoso, que santificaste los comienzos de la Orden Franciscana con la sangre de sus primeros mártires, los santos Berardo y compañeros, concédenos que, a ejemplo de ellos, sepamos mantenernos firmes en la fe, y con nuestra vida demos testimonio de ti ante los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

SAN JOSÉ VAZ. Nació en Goa (hoy, India), cuando era de dominio portugués, el año 1651. Ordenado sacerdote en 1676, ejerció un intenso y fructífero apostolado en su diócesis, hasta que ingresó en la Congregación de San Felipe Neri (Oratorianos) y marchó como misionero a Ceilán (hoy, Sri Lanka), donde estaba prohibida bajo pena de muerte la presencia de sacerdotes católicos. Debido a la persecución, vestía como un mendigo y ejercía sus funciones sacerdotales en los encuentros secretos de los fieles, a menudo por la noche. Sus desvelos dieron fuerza espiritual y moral a la atribulada población católica. Se entregó en especial al servicio de los enfermos y cuantos sufren. Su atención a los enfermos durante una epidemia de viruela en Kandy, fue tan apreciada por el rey que se le permitió una mayor libertad de actuación. Desde Kandy pudo llegar a otras partes de la isla. Se desgastó en el trabajo misionero y murió en Kandy el 16 de enero de 1711. Tradujo el Evangelio a lenguas nativas. Canonizado el 14-I-2015.