Mensaje del 25 de Julio de 2013
¡Queridos
hijos! Con alegría en el corazón, os invito a todos a vivir vuestra
fe y a testimoniarla con el corazón y el ejemplo en todas sus
manifestaciones. Hijos míos, decidíos a estar lejos del pecado y de
las tentaciones, y que en vuestros corazones estén la alegría y el
amor por la santidad. Yo, hijos míos, os amo y os acompaño con mi
intercesión ante el Altísimo. Gracias por haber respondido a mi
llamada”