Pensamiento n° 211
Los mundanos, enfrascados en sus negocios, viven en la obscuridad y en el error, y no se preocupan de conocer las cosas de Dios, ni piensan en su salvación eterna, ni se cuidan de conocer la venida de aquel Mesías esperado y suspirado por las naciones, profetizado y anunciado por los profetas.