Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

lunes, 14 de septiembre de 2015

ORACION DE SANTA BRIGIDA DURANTE 12 AÑOS.


by pajares95

ORACIONES DE SANTA BRÍGIDA DURANTE 12 AÑOS

Portada
Estas oraciones, como le han sido dadas por el Señor a Santa Brígida de Suecia, deben rezarse durante 12 años. Él le prometió a todo el que las rezara las cinco gracias mencionadas más abajo. En caso de que la persona que las rece muera antes de que pasen los doce años, el Señor aceptará estas oraciones como si se hubieran rezado en su totalidad. Si se salteara un día o un par de días con justa causa, podrán ser compensados luego.
Esta devoción ha sido declarada buena y recomendada tanto por elSacro Collegio de Propaganda Fidei, como por el Papa Clemente XII. Y el Papa Inocencio X confirmó esta revelación como venida del Señor.
PROMESAS:
1) El alma que las reza no sufrirá ningún Purgatorio.
2) El alma que las reza será aceptada entre los mártires como si hubiera derramado su propia sangre por la fe.
3) El alma que las reza puede elegir a otros tres a quienes Jesús mantendrá luego en un estado de gracia suficiente para que se santifiquen.
4) Ninguno de las cuatro generaciones siguientes al alma que las reza se perderá.
5) El alma que las reza será consciente de su muerte un mes antes de que ocurra.
* * *
  Oh Jesús, ahora deseo rezar la oración del Señor siete veces junto con el amor con que Tú santificaste esta oración en Tu corazón. Tómala de mis labios hasta Tu Sagrado Corazón. Mejórala y complétala para que le brinde tanto honor y felicidad a la Trinidad en la tierra como Tú lo garantizaste con esta oración. Que ésta se derrame sobre Tu santa humanidad para la glorificación de Tus dolorosas heridas y la preciosísima Sangre que Tú derramaste de ellas.
1) LA CIRCUNCISIÓN
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, Te ofrezco las primeras heridas, los primeros dolores y el primer derrame de sangre como expiación de los pecados de mi infancia y de toda la humanidad, como protección contra el primer pecado mortal, especialmente entre mis parientes.
2) LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco el intenso sufrimiento del Corazón de Jesús en el Huerto de los Olivos y cada gota de su sudor de sangre como expiación de mis pecados del corazón y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el amor divino y fraterno.
3) LA FLAGELACIÓN
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las muchas miles de heridas, los terribles dolores y la precisísima sangre de la flagelación como expiación de mis pecados de la carne y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y le preservación de la inocencia, especialmente entre mis parientes.
4) LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la preciosísima sangre de la sagrada cabeza de Jesús luego de la coronación de espinas, como expiación de mis pecados del espíritu y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el reino de Cristo aquí en la tierra.
5) CARGANDO LA CRUZ
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco los sufrimientos en el camino a la cruz, especialmente la santa herida en su hombro y su preciosísima sangre como expiación de mi negación de la cruz y la de toda la humanidad, todas mis protestas contra tus planes divinos y todos los demás pecados de palabra, como protección contra tales pecados y para un verdadero amor a la cruz.
6) LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco a tu Hijo en la cruz, cuando lo clavaron y lo levantaron, las heridas en sus manos y pies y los tres hilos de las preciosísima sangre que derramó allí por nosotros, las extremas torturas del cuerpo y del alma, su muerte preciosa y su renovación no sangrienta en todas las santas misas de la Tierra, como expiación de todas las heridas contra los votos y normas dentro de las Órdenes, como reparación de mis pecados y los de todo el mundo, por los enfermos y moribundos, por todos los santos sacerdotes y laicos, por las intenciones del Santo Padre, por la restauración de las familias cristianas, para el fortalecimiento de la Fe, por nuestro país y por la unión de todas las naciones en Cristo y su Iglesia, así como también por la diáspora.
7) LA LLAGA DEL COSTADO DE JESÚS
Padre Nuestro. Ave María.
Padre Eterno, acepta como dignas, por las necesidades de la Iglesia y como expiación de los pecados de toda la humanidad, la preciosísima sangre y el agua que manó de la herida del Sagrado Corazón de Jesús. Sé misericordioso para con nosotros. ¡Sangre de Cristo, el último contenido precioso de su Sagrado Corazón, lávame de todas mis culpas de pecado y las de los demás! ¡Agua del costado de Cristo; lávame totalmente de las penitencias del pecado y extingue las llamas del Purgatorio para mí y para todas las almas del Purgatorio! Amén.

EL RACIONALISMO.



by pajares95
EL RACIONALISMO
Portada
Afirma el dominio supremo y absoluto de la razón humana en todos los campos, sometiendo a su control todo hecho y toda verdad, sin excluir el mundo sobrenatural y la misma autoridad de Dios.
Es el naturalismo aplicado a la inteligencia, e indirectamente a la voluntad.
Negación de la Fe sobrenatural (racionalismo grosero), o primacía de la razón sobre dicha Fe (racionalismo moderado).
Ver las cosas con criterios meramente humanos, a la sola luz de la ciencia o de la experiencia, y no a la luz de la Revelación y del Plan de Dios de la Salvación.
El racionalismo niega la Divinidad de Cristo y de la Iglesia, el valor sobrenatural de los milagros, la Inspiración de la Sagrada Escritura, y la Infalibilidad del Romano Pontífice.
En una palabra, niega toda verdad Revelada, por el hecho de superar las solas fuerzas de la inteligencia humana.
Una forma de racionalismo es el intelectualismo: quedarse en la doctrina, faltando a la caridad. No basta tener razón, hay que tener amor.
(Dictado a María Valtorta)
10 de noviembre de 1943
Dice Jesús:
“Aunque se hiciera la observación de que Yo me repito, no me muevo de mi propósito. También los pecados de los hombres se repiten, no obstante todos los avisos, con una monotonía desalentadora. Contrapongo mi Voz de justicia al sonido de su voz de culpa, para que no se diga que no he hablado y se me acuse de haberos dejado en el error.
Desde hace 20 siglos mi Voz dice las mismas cosas y esta acusación no debiera darse. Pero el hombre, a quien le resulta muy cómodo olvidarse de cuanto pueda condenar sus fechorías, dice que esto o aquello no lo sabía. Es una excusa que lo deshonra y lo envilece porque es mentirosa y porque, en cuanto embustera, acusa a su inteligencia de ser imperfecta y a su memoria lesionada.
¿Cómo no recordar las enseñanzas repetidas y repetidas? Os ponéis por debajo de los animales que aprenden lo que el hombre les enseña. Vosotros, tan soberbios, ¿no pensáis que esto sólo es una gran afrenta para vuestra soberbia?
María, escribe una vez más la aplicación de la parábola del sembrador. Te la dictaré para una categoría especial de personas, cuyo error me entristece. En algunos error de imprudencia, en otros error de soberbia, en otros de rebelión y en la otra categoría de escándalo.
Dice la parábola que una parte de la semilla cayó junto al camino y fue picoteada por las aves. La segunda parte cayó sobre las piedras y echó raíces, pero inmediatamente se secó por falta de humedad. La tercera cayó entre espinos y murió sofocada. La cuarta, caída en buen terreno, fructificó en distintas medidas.
La Palabra de Dios es semilla de vida eterna. Pero la palabra está acechada por muchas cosas. Dejo estas muchas cosas y hablo solamente de una, diría mortal, quizás más que el pecado mismo. Y que no se escandalice ningún espíritu pusilánime cuando digo que quizás sea más mortal que el pecado. Es verdad.
El pecador que no tiene la mente corrompida por el ácido del racionalismo, tiene noventa probabilidades de saber acoger la Palabra y volver a encontrar la Vida. El racionalista sólo tiene diez probabilidades, e incluso menos, de conservarse capaz de salvación a través de la Palabra.
El racionalismo es peor que la cizaña. Cuando se vea su obra, en el momento en que será conocido todo lo de la tierra y de los hombres, se verá que esta herejía ha sido la más nociva porque es la más sutil y la más penetrante. Es como un gas. Lo absorbéis y os mata, pero no lo veis, a veces ni siquiera sentís el olor, o incluso, siendo agradable, aspiráis ese olor con placer. Lo mismo sucede con el racionalismo.
Las grandes herejías han tenido en sí dos cosas buenas: lo primero de todo es que fueron originadas por una fe. Equivocada, si queréis, digna de condena cuanto os parezca. Pero siempre fe. Por eso han tenido sus mártires, sus lágrimas, sus luchas para afirmarse, y ánimos rectos las han embellecido durante siglos con luces de santidad que sólo tienen en contra el haber florecido sobre un árbol malo no injertado en Cristo. La segunda cosa buena de las herejías es el gran ruido que han producido, por lo que quien no quería pertenecer a ellas sabía cómo hacer para no vincularse. Las propias luchas con la Iglesia y con los Estados eran una señal para los católicos, constituían un límite más allá del cual uno iba conscientemente.
En el racionalismo falta esto y penetra inadvertidamente allí donde se cree que no pueda entrar. Entra por miles de orificios, como una serpiente. Se viste con vestiduras lícitas, más aún, admirables, y actúa bajo ellas pero contra ellas. Es un virus. Cuando uno se percata ya lo tiene difundido por la sangre y difícilmente se libra de él.
Bajo el rayo de mi Misericordia la reacción del pecado es violenta. Pero la del racionalismo es nada. Vuelve impracticable el camino hacia la gracia y la rechaza, como un espejo ustorio. Y más aún, se convierte en un ardor nocivo que termina por producirse la propia condena.
El racionalista pone las cosas de Dios al servicio de sus fines. No a sí mismo al servicio de Dios. Doblega, explica, utiliza la Palabra a la luz, pobre luz, de su mente turbada y, como un loco que ya no conoce el valor de las cosas ni de las palabras, les da significados que sólo pueden salir de uno que ha esterilizado el astutísimo obrar de Satanás.
Hay racionalistas y racionalistas.
Comenzaré por los grandes. Los “superhombres”. Los que niegan a Dios. Quieren explicar la creación, el milagro, la divinidad, según sus conceptos llenos de orgullo humano.
Donde hay orgullo no está Dios. Estad seguros. Donde hay soberbia no hay Fe. Allí está Satanás, y Satanás es el más hábil de los prestidigitadores para seducir al hombre y hacer que le parezca oro puro la hojalata recogida del fango.
Éstos que niegan a Dios, que creen humillarse aceptando humildemente lo que con la sola capacidad mental no saben explicar, y han matado en sí la capacidad de amar, son los gigantes del racionalismo.
No estoy dando una conferencia para los hombres y por eso no cito nombres. Los nombres los podéis poner vosotros. Para Mí son astros muertos, precipitados hechos trizas en el fango. Ya no tienen nombre o sólo tienen uno que será grabado a fuego en sus frentes perversas y en su corazón más árido que el pedernal el Día de la Justicia. Se pasan la vida devastando. Son peor que una avalancha y que un huracán, peor que la locura, peor que la fiebre. Allí donde llegan, matan.
En éstos la Palabra no baja de hecho. Hay sobre ellos demasiadas cosas que obstaculizan a la Palabra. Son una de las categorías de los “Muertos del espíritu”. Rebeldes y escandalosos.
La segunda categoría son los humanamente cultos. Éstos no niegan a Dios. Pero ponen una espesura de erudición humana sobre la sencillez divina, que se ha hecho tal para que a la luz del amor puedan entenderla hasta los más humildes. Se visten como pavos reales orgullosos de su plumaje, y como éstos son hermosos sólo en apariencia: no saben caminar, no saben cantar en el camino y en las alabanzas del Señor.
Les falta el amor que es el nervio del ala para volar hacia Dios y que es la cuerda de la cítara para bendecir a Dios. La Palabra desciende sobre ellos y echa raíces. Pero después muere porque éstas la cubren y la ahogan bajo las hojas inútiles de sus conocimientos humanos.
¿Sabes cómo oyen la Palabra? Como uno que oiga a otro hablar en un idioma desconocido para él. Oye la voz y ve el movimiento de los labios, pero no entiende nada. Se parecen también a uno que, duro de oídos, grita mientras que el otro le habla bajo. El estruendo de sus palabras acaba cubriendo la voz del otro. Su demasiada erudición crea una Babel en él. Por su demasiado saber no aceptan las luces, tan sencillas y puras, que Dios ha puesto para que el hombre vea el camino que lo lleva al Padre. Y hacen Babel y tinieblas también a los demás.
Tercera categoría, la de quienes han empedrado su propio corazón con las piedras del racionalismo de los demás, para hacerlo menos ignorante. Son los adoradores de los ídolos humanos. No saben adorar a Dios con todo su corazón, pero saben extasiarse ante un pobre hombre que se presenta como superhombre. Con su desconfianza cierran la puerta al Verbo divino, pero aceptan las explicaciones de un semejante a ellos que tenga fama de entendido.
Sería suficiente con que pidieran humildemente a la Gracia que les iluminase y les instruyera acerca del valor de esas notas, y la Gracia les haría ver que esas explicaciones, esas doctrinas, se rigen sobre puntales cuyas bases están corroídas por carcomas y moho, y que esas voces están desentonadas y difieren de las voces de Dios.
Quieren ser cultos y superhombres, y toman el primer alimento que ven. Y los ídolos tienen pomposas vestiduras y prometen deidad para todos. Es la voz de la Serpiente: “Comed este fruto y seréis semejantes a Dios”. Y éstos, en su ignorancia, comen.
Uno es el fruto que os convierte en dioses, oh hombres. El que pende de mi Cruz.
Uno es el que dice a vuestras mentes: “Effetá”. Cristo.
Uno es quien fecunda el místico suelo de vuestro corazón para que nazca la semilla. Mi Sangre.
Uno es el sol que calienta y hace crecer en vosotros la espiga de vida eterna. El Amor.
Una es la ciencia que como arado abre y prepara vuestro terreno y lo dispone para recibir la semilla. Mi Ciencia.
Uno es el Maestro: Yo, Cristo. Venid a Mí si queréis ser instruidos en la Verdad.
La cuarta categoría es la de los imprudentes. Son caminos abiertos por los que pasa de todo. No se rodean con un santo muro de fe y de fidelidad a su Dios. Acogen la Palabra con mucha alegría, se abren para recibirla, pero se abren también para recibir cualquier doctrina con el engañoso pretexto de que hay que ser condescendientes.
Sí. Muy condescendientes con los hermanos. No despreciar a nadie. Pero rígidos con las cosas de Dios. Orad por los hermanos, instruidles, perdonadles, defendedles de sí mismos con un verdadero amor sobrenatural. Pero no os hagáis cómplices de sus errores. Permaneced roca contra el desmoronamiento de las doctrinas humanas. No pasa nada sin dejar una huella. Y es una gran imprudencia el poner una espada contra el corazón. Podría quitaros la vida o haceros heridas que se curan malamente y siempre dejan cicatriz.
Bienaventurados los que sólo son terreno de Dios y permanecen tales porque vigilan continuamente. Bienaventurados los que, llanos como terrones apenas removidos, no tienen piedras para los hermanos ni guijarros para la Palabra.
El amor les hace almas adoradoras de la Palabra y almas piadosas hacia quienes se han desviado lejos de la Palabra. Pero el amor es su defensa más hermosa y ninguna obra de mal puede lesionar su espíritu en el que la Palabra de la Vida crece como una gruesa espiga. Tanto más os crece, dando fruto, uno treinta, otro cincuenta, otro ciento, cuanto más intenso es el amor en ellos.
A quien lo posee en modo absoluto la Palabra se hace su misma palabra, porque no son más ellos, sino que están unidos con Dios, su amor”.
Saber más sobre la Obra de María Valtorta - CLIC AQUÍ

domingo, 13 de septiembre de 2015

AMAD A LOS ATEOS.


by pajares95
Tomado del Libro: "A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen"Locuciones interiores del Inmaculado Corazón de María al P. Stefano Gobbi
24 de agosto de 1977VirgenFátimaCorazón19
Fiesta dei Apóstol S. Bartolomé
La estrategia decisiva.
«Hijos míos predilectos, mirad con mis ojos el mundo en que vivís. Veréis cómo mi Enemigo se ha adueñado de todo: nunca, como hoy, el mundo ha sido tan suyo, ha hecho de él su reino, en el que ejerce, como soberano, su poder. Y las almas, víctimas de su seducción, se pierden cada día en, número siempre creciente.
Yo quiero salvarlas con una intervención extraordinaria de mi amor de Madre. Para ello necesito de vosotros, de vuestro amor. Amad con mi mismo Corazón a todos esos pobres hijos míos, a quienes Satanás y el pecado han arrastrado a la muerte.
Amad sobre todo a los más alejados: a los que niegan la existencia de Dios y os rechazan y persiguen; incluso a los que son esclavos del vicio, del odio y de la violencia.
Se han convertido en dóciles instrumentos en manos de Satanás, que los utiliza a voluntad y con frecuencia obran impulsados por su maléfico influjo. Pero también ellos han sido redimidos por Jesús, y también ellos son hijos míos. Tienen más necesidad de Mí, porque son los más enfermos
Amadlos vosotros en Mí y por Mí. Amadlos con un amor puro y sin reservas. Amadlos con mi mismo amor.
Aunque os parezca que no os responden, en realidad no es así. Vuestro amor, es una fuerza que los libera del dominio de Satanás.
Es ya como una luz que barre las tinieblas que los rodean; es la ayuda más preciosa que les podéis prestar para su salvación.
Vosotros sois míos, y me serviré de vosotros para la vuelta a casa de todos aquellos hijos, que mi Enemigo me ha arrancado y sometido a su dominio.
Quiero que todos mis hijos extraviados vuelvan a entrar, a través de vosotros, en el recinto de mi jardín; así se salvarán.
Tengo prisa, hijos predilectos, porque ha llegado la hora. Tengo prisa porque la batalla, que ya ha empezado, está a punto de llegar a su momento decisivo.
Mi estrategia decisiva, la que traerá la victoria, sois vosotros, hijos predilectos: tengo necesidad de todo vuestro amor para arrancar de las manos de mi Enemigo a todos mis hijos que él me ha arrebatado.
Sólo cuando todos hayan entrado en el jardín de mi Corazón Inmaculado se comprenderá cómo mi triunfo será sólo el triunfo del Amor en el mundo.»

CONSAGRACIONES MINISTERIOS DEL AMOR SANTO.



by pajares95
Un Ministerio y Santuario Ecuménico

Consagraciones para todos los días


CONSAGRACIÓN MATUTINA AL ESPÍRITU SANTO

Santísimo Espíritu, yo te consagro cada momento de este día. Abre mi corazón a Tus inspiraciones. Aliéntame a hacer la Divina Voluntad de Dios. Amén.
“Cuando comiences el día de esta forma, el Espíritu Santo estará contigo y te guiará. No temas ninguna consecuencia del día, pues estarás bajo Su protección.”  (Nuestra Señora, 3 de Enero de 1998)

CONSAGRACIÓN A LA ABNEGACIÓN

Querido Jesús, Divino y Amado Salvador, el día de hoy rindo a Ti cada dolor físico, espiritual o emocional. No me quejaré por los inconvenientes, por las demandas sobre mi tiempo, por la invasión a mi privacidad, ni por la rudeza de quienes pongas en mi vida el día de hoy. Con Tu ayuda, aceptaré cada momento presente en Amor Santo. Amén.
“Esta es la forma de vivir todos los días, dando la gloria a Dios cuando te levantas. Reza esta oración con todo tu corazón.”
“Esta es la amorosa y dulce rendición de toda tu vida, empezando en el momento presente. Esta pequeña oración es la consagración a la abnegación. Rézala con amor.”  (San Martín de Porres, 31 de Noviembre del 2006)

CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN EUCARÍSTICO

Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, Víctima Eterna, verdaderamente presente en los sagrarios del mundo, a Ti consagro todo mi ser, cuerpo y alma, pongo en Tu Corazón, brasa ardiente de Amor Divino, cada una de mis angustias y peticiones. Tómame y úsame de acuerdo a lo que necesites para promover el Glorioso Reino de Tu Corazón Eucarístico en la tierra.
“Consagren su día a Mi Corazón Eucarístico... siempre comiencen su día de esta manera. Derramo en abundancia Mi Amor Divino cuando la rezan.”  (Jesús, 1º de Marzo del 2001)
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CONSAGRACIÓN A LA LLAMA DEL AMOR SANTO

Inmaculado Corazón de María, humildemente te pido que lleves mi corazón a la Llama del Amor Santo, que es el refugio espiritual de toda la humanidad. No veas mis faltas ni mis fallas, más bien permite que estas iniquidades sean quemadas por esta Llama purificadora.
A través del Amor Santo, ayúdame a ser santificado en el momento presente, y al hacerlo, darte a Ti, querida Madre, cada uno de mis pensamientos, palabras y obras. Tómame y úsame de acuerdo a lo que te sea agradable. Permíteme ser Tu instrumento en el mundo, todo para la mayor gloria de Dios hacia Tu victorioso Reino. Amén.
“Las almas que se consagran así, me entregan todas sus faltas, sus pecados, tanto del pasado como del futuro, sus virtudes, aquellas que tienen y que tendrán, sus dolores, sus alegrías y sus miedos.  Yo reinaré en sus corazones triunfando sobre sus pecados dominantes.  Tomaré dominio sobre los bienes interiores y exteriores.  Sólo les pido su eterna fidelidad para vivir en Amor Santo y para extender el Mensaje de Amor Santo.  Al hacerlo, ellas serán Mis instrumentos para llevar almas a la Nueva Jerusalén.”
“Las almas que deseen hacer esta consagración, deben preparar sus corazones por tres días.  Cada día deseo que hagan alguna obra de misericordia corporal.  Cada día deben evangelizar, al menos a una persona, con el Mensaje de Amor Santo.  Cada día deben recibir con reverencia a Mi Hijo en la Eucaristía (si son católicos).  Estos tres días de luz servirán como armadura contra los tres días de oscuridad que están por venir.  Este es el amor misericordioso de Dios que le estoy dando a la humanidad a través tuyo.” ( La Santísima Virgen, 16 de abril de 1995)

CONSAGRACIÓN DIARIA AL AMOR SANTO

Padre Celestial, consagro mi corazón en este momento presente al Amor Santo. Mantenme atento a esto a lo largo del día para que todos mis pensamientos y acciones procedan del Amor Santo. Cubro esta petición con la Preciosísima Sangre de Jesús, Tu Hijo, y la protejo con las Lágrimas de Su Madre Dolorosa. Amén.
“Hermana, hoy en día hay muchas distracciones en tu vida. Jesús desea que consagres tu día al Amor Santo. Me envía para que te repita esta oración.”   (Santo Tomás de Aquino, 21 de Enero del 2002)

CONSAGRACIÓN AL AMOR DIVINO

Mi Jesús, el mismo Amor Divino, me consagro completamente a Ti. En y por medio de esta consagración uno mi alma al Amor Divino, comprendiendo que al hacerlo seré un mártir de amor. Elijo buscar únicamente complacerte en el momento presente, Jesús. Así pues, te entrego mi salud, mi apariencia e incluso lo que me conforta. Por esta entrega suplico que el Amor Divino pueda alcanzar la victoria en cada corazón. Cubierto por esta consagración a Tu Amor Divino, dulce Jesús, recibe mi “sí” a Tu Divina Voluntad en cada momento y en cada respiro.
No busco nada que Tú no quieras que busque. No amo persona, lugar o cosa alguna más allá de Tu Voluntad para mí. Abrazo cada cruz que permites para mí y aprecio cada gracia que me das. Amén.
ORACIÓN DE AYUDA PARA VIVIR LA CONSAGRACIÓN AL AMOR DIVINO
Padre Celestial, Señor Jesucristo y Espíritu Santo de Dios, vengo delante de Ti al haber consagrado mi cuerpo y mi alma al Amor Divino. Pido Tu ayuda para vivir esta consagración en cada momento presente. Ayúdame a entregarme a cada cruz, y a reconocer y corresponder a cada preciosa gracia que das en mi vida. A través de mi consagración al Amor Divino, suplico Tu ayuda para aniquilar mi propia voluntad y así vivir en Tu Divina Voluntad. Amén.
“Recita diariamente esta oración junto con la consagración al Amor Divino, y recibirás un ángel a tu lado para ayudarte en la fidelidad a la consagración.”
Para todos aquellos que se rendirán al Amor Divino a través de una verdadera consagración, Jesús promete estos beneficios espirituales:
*Su Ayuda para entrar profundamente al Amor Divino: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
*Su Ayuda para un conocimiento más profundo de la Santidad de Dios y Su Divina Voluntad en el momento presente.
*Las cruces en sus vidas serán más meritorias, ya que podrán entregarse más completamente a ellas. Así como el Corazón Victorioso de Jesús está abrazado por una corona de espinas, así estarán sus propios corazones abrazados, trayéndole pecadores.
*Cada pena en esta vida será dulce y ligera por Su gracia.
*Sus vidas serán signos de Amor Divino en el mundo.
*Aquellos que vivan en el Amor Divino y en la Voluntad de Dios, tendrán paz en esta vida y la promesa de la salvación en su muerte. Es entonces cuando la Madre de Jesús vendrá por ellos con Sus ángeles.
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CONSAGRACIÓN A LOS CORAZONES UNIDOS

Dignísimos Corazones Unidos de Jesús y María, deseo consagrarme este día a Ustedes. Les rindo todo lo que poseo, tanto interior como exteriormente. Permitan que mi vida sea un continuo himno de alabanza a Sus Santísimos Corazones Unidos. Lleven a lo profundo de Sus Corazones, las victorias y las derrotas de este momento. Úsenlas como sea necesario para lograr la victoria de Su Reino Triunfante. Amén.

CONSAGRACIÓN A LA CRUZ

Jesús mío, yo me consagro este día a Tu Santa Cruz. Así como tomaste sobre Ti mismo la gran Cruz por toda la humanidad, así yo prometo abrazar las cruces en mi vida. Cada cosa que yo sufra te la ofrezco a Ti, mi Dulce Jesús, como expiación de mis pecados y los del mundo entero. Comenzaré y terminaré cada día a los pies de Tu Cruz, junto con nuestra Madre Santísima y San Juan, nuestro hermano. Mi único placer será consolarte, mi Dulce Salvador. Amén.
“Cada vez que se reúnan, conságrense a la Cruz (Oración de la ‘Consagración a la Cruz’). De esta manera llegarán a amar la Cruz como Mi Hijo desea.”   (Nuestra Señora, 17 de Diciembre de 1993)

CONSAGRACIÓN DEL MOMENTO PRESENTE

Querido Padre Celestial, rindo este momento presente a Tu Santa Voluntad. Elijo ser purificado a través de los Corazones de Jesús y María. Me rindo a cada cruz y gracia que Tú elijas para mí. Confío en Tu Divina Providencia. Soy, en este momento presente, Tu siervo del Amor Santo. Amén.
"Atesora siempre el momento presente, ángel Mío.  Ríndelo al Amor Santo.  Yo deseo que todos Mis hijos comprendan, hoy y siempre, el tesoro seguro del momento presente.  Es aquí, dentro del momento presente, donde todos elegirán a favor o en contra del bien.  La salvación está en el momento presente, al igual que su santificación.  Estoy aquí para darles una oración especial –LA CONSAGRACIÓN DEL MOMENTO PRESENTE– a fin de que Mi gente deje de desperdiciar el presente y se rinda en el presente al Amor Santo.”  (Nuestra Señora, 5 de Septiembre de 1995)

CONSAGRACIÓN A LA DIVINA VOLUNTAD

Padre Celestial, deseo que pongas el Sello de Tu Divina Voluntad sobre mi corazón. De esta manera, aceptaré Tu Voluntad en todas las situaciones y en cada momento presente. Aceptaré todas las cosas de Tu Mano para el bien de mi salvación y la salvación de los demás. Amén.

CONSAGRACIÓN DE LAS FALTAS AL AMOR DIVINO

Querido Jesús, el Amor Divino Encarnado, en este momento presente te pido que aceptes la rendición de todas mis faltas. Consagro al Amor Divino cada falta y cada debilidad. Por medio de esta rendición, yo sé que Tú me mostrarás más claramente cuáles son mis faltas y la razón por la que caigo en ellas, y Tú me darás la fortaleza para sobreponerme a ellas. Amén.
“El día de hoy he venido para ayudarte a que te des cuenta del beneficio de consagrar todas tus faltas al Amor Divino. En este acto de consagración te darás cuenta de la raíz de tus faltas -que es el portal que Satanás utiliza para desviarte- de la naturaleza de tus fallas y de la solución para sobreponerte a cada falla. Este es el paso que cada alma debe tomar para que el Amor Divino sea victorioso en su corazón.”   (Santo Tomás de Aquino, 31 de Agosto del 2005)

CONSAGRACIÓN A LA VERDAD

Tus palabras, Señor, son Luz y Verdad. Tu Provisión, Tu Misericordia y Tu Amor llegan a mí revestidos de la verdad. Ayúdame siempre a vivir en Tu Verdad.
Asísteme para reconocer el engaño de Satanás en mis propios pensamientos y en los pensamientos, palabras y acciones de los demás. No permitas que la humildad se me escape, ya que yo sé que la humildad es la verdad misma. Amén.

CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Adorabilísimo Sagrado Corazón de Jesús, mira nuestra pobreza con la bondad de Tu misericordia. Hazte presente, Oh amoroso Corazón de Jesús, cuando caigamos en el pecado, cuando recemos, cuando estemos trabajando y cuando estemos divirtiéndonos. Acércanos a Tu graciosísimo Corazón.
Oh fuente de salvación, nunca permitas que perdamos de vista nuestro objetivo: alcanzar el Cielo. Ayúdanos cuando Satanás extienda su desaliento. Abre nuestros ojos a sus múltiples trampas. Sé nuestro guía hacia la preciosa Llaga de Tu Corazón para que podamos tomar de su fuente de vida. Consérvanos siempre atentos a Tu infinita Misericordia y a Tu eterno Amor por toda la humanidad. Enséñanos a amar como Tú amas, Dulce Corazón de Jesús. Abre nuestro pobre corazón al amor. Permítenos atesorar siempre Tu Sacratísimo Corazón. Amén.

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Querida y Santísima Virgen María, Protectora de Nuestra Fe y Madre de todo Bien, ven a nosotros con Tu amor maternal. Abre Tu Purísimo e Inmaculado Corazón y permite que el néctar de la gracia que hay dentro de Él se derrame sobre nosotros. Llena nuestras almas con este dulce néctar.
Ayúdanos a consagrar nuestra vida a Tu servicio. Acércanos a Tu Amadísimo Hijo. Muéstranos el camino de salvación y lleva nuestro corazón a la santidad. Permite que cada una de nuestras metas esté en armonía con Tu Inmaculado Corazón. Toca nuestros corazones, querida Madre. Amén.

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO

Santos y Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María, en este día, en el momento presente, consagramos a Ustedes nuestro matrimonio.  A través de esta consagración, ofreceremos nuestros corazones a Su victoria.  Estando unidos a Ustedes buscamos Su protección y providencia.  Que en cada respiro aumente nuestro amor a Ustedes y entre nosotros.  Cubran nuestros corazones con la Divina Voluntad del Padre Eterno.   Ayúdennos para que en y a través de Sus Corazones Unidos crezcamos en santidad.  Amén.
Les estoy dando esta consagración del matrimonio a Nuestros Corazones Unidos a causa de estos tiempos.  Estos últimos días antes de Mi regreso triunfante se ve a Satanás atacando todas las vocaciones, pero en particular al sacerdocio y al matrimonio.  Los matrimonios consagrados a Nuestros Corazones Unidos encontrarán que el camino se hace más fácil.  Recen esta oración diariamente pidiendo Nuestra protección y provisión.”
“Propaguen esta consagración. Lleva consigo muchas gracias. Fortalecerá el alma de los matrimonios decaídos. Aumentará el fervor en los corazones. Convertirá a los no convertidos que consientan rezarla.” (Jesús, 2 de Noviembre de 1996)

CONSAGRACIÓN DEL SACERDOTE AL CORAZÓN EUCARÍSTICO 

“Jesús mío, Bondad Divina, acepta mi corazón como instrumento Tuyo en el mundo por medio del Amor Santo, el cual es el Inmaculado Corazón de María.  Consagro mi vocación en este momento presente a Tu Corazón Eucarístico.  Dedicaré mi vida a llevar la Santa Eucaristía a quienes yo soy guiado por medio Tuyo.”
“Deseo la unión y fidelidad a la Voluntad del Padre Eterno a través de la consagración a Tu Corazón Eucarístico.  Amén.”
“Ya que muchos sacerdotes vienen aquí, tanto Ortodoxos como del Rito Romano, deseo dirigirme ahora a ellos."
“Mis hermanos y hermanas, en este momento presente deseo que vuelvan a consagrar su vida y su vocación.  Conságrense a Mi Corazón Eucarístico por medio del Inmaculado Corazón de Mi Madre.  Luego, por medio del Corazón Eucarístico de su Señor y Salvador, conságrense a la Divina Voluntad del Padre Eterno.  Por medio de esta renovación de compromiso, ustedes vivirán en el Amor Divino.”  (Jesús, 31 de mayo del 2005)

CONSAGRACIÓN DIARIA DE LAS FAMILIAS A LOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y MARÍA

Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María, Ustedes son uno al desear la salvación, santidad y santificación de cada alma. Consagramos a Ustedes nuestra familia buscando Su Victoria en nuestros corazones y en el mundo. Reconocemos la perfección de Su misericordia en el pasado, la abundancia de Su providencia en el futuro y la suprema soberanía de la Divina Voluntad del Padre en el momento presente. Deseamos ser parte de Su reinado triunfante que comienza en este momento presente con nuestro “sí” al Amor Santo y Divino. Con la ayuda de Su gracia queremos vivir esta consagración en cada momento futuro. Así estaremos unidos en Su triunfo, queridos Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Jesús dice: “Hay muchas gracias que son desconocidas para el mundo y que estoy dispuesto a dar a cada alma. Estas gracias nunca las piden ni las solicitan y, por lo tanto, no florecen en el mundo. Pero hoy les estoy dando una consagración a Nuestros Corazones Unidos específicamente para las familias. Este ofrecimiento de la familia hacia la victoria de Nuestros Corazones Unidos no es solamente para algunos, sino para toda la gente, todas las naciones. Muchas y particulares gracias serán otorgadas a las familias que se consagren de esta manera.”
“Los miembros de las familias que rehúsen participar de esta consagración quedarán fuera del círculo de gracia que rodea a los miembros de las familias consagradas, pero serán extendidas muchas gracias para su conversión que de otra manera no tendrían. Cuando hablo de la familia, me refiero a los que son de la misma sangre o que son un matrimonio.”
“Les he prometido, Mis hermanos y hermanas, estar con ustedes hasta el fin de los tiempos, tal como lo saben ustedes ahora.”
“Mi gracia los rodeará y los sostendrá a través de esta consagración, igual en los tiempos buenos o malos. Cada dificultad les ganará méritos a través de su rendición al Amor Divino. Su familia estará unida si responden a la gracia que Yo les ofrezco. Y ustedes, Mis hermanos y hermanas, compartirán la victoria de Nuestros Corazones Unidos en la tierra y en el Cielo cuando respondan a estas gracias.”

CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS A LOS DOS CORAZONES

Queridos Corazones Unidos de Jesús y María, Yo los amo mucho. Quiero darles este momento presente y todos los momentos futuros de mi vida. Los quiero siempre complacer. Les entrego mi corazón hoy y siempre, y ruego para que Ustedes lo unan a Sus Corazones Unidos. Queridos Jesús y María, pongan en mi corazón el deseo de ayudar a los pecadores a volver a Ustedes. Amén.

CONSAGRACIÓN DE LOS PAÍSES (para los líderes)

Yo, ________, como líder de esta nación de ________, deseo consagrar este país a la Divina Voluntad de Dios, que es el Amor y la Misericordia misma.
Me doy cuenta de que el futuro de esta nación depende de la Divina Misericordia y del Amor Divino. Decido evitar ofender la Voluntad de Dios en cualquier forma al apoyar legislaciones que sean contrarias a Su Amor y Misericordia, o al tomar alguna medida diplomática que transgreda los derechos humanos. Rindo el futuro a la Voluntad de Dios y a Su Provisión. Amén.

CONSAGRACIÓN DE LOS PAÍSES A LOS CORAZONES UNIDOS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN UNIÓN CON EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Padre Celestial, en este momento presente, el cual Tú has creado y deseado, yo, _______________ (nombre), por este medio consagro el corazón de este país, ______________(nombre), a los Corazones Unidos de la Santísima Trinidad en unión con el Inmaculado Corazón de María.
“El mensaje que se dio en la Fiesta de los Dolores proviene del Corazón preocupado de tu Padre. Se da como una última alternativa para la Justicia Divina ante la cantidad de pecado y error en todo el mundo. Si todas las naciones escucharan, si los líderes de la Iglesia en todo el mundo se adhirieran a Mis deseos, el corazón del mundo se volvería blanco de inocencia nuevamente. A los líderes del mundo les serían mostradas sus equivocaciones y serían convencidos de sus errores. Incluso te doy, Oh hombre, la clemencia de que esta consagración no requiere ser coordinada en un margen de tiempo específico. Más bien, cuando escuchen Mi voz a través de este mensaje, cumplan Mi petición. Esta es Mi Divina Voluntad. Yo le hablo a todas las iglesias, a todos los gobiernos, a todos los clérigos. Defiendan así la rectitud:” (Después, Dios Padre da la siguiente oración de consagración a los líderes de la Iglesia.)  (Dios Padre, 18 de Septiembre del 2007)

CONSAGRACIÓN A LA SANTA VERDAD

Querido Jesús, le suplico al Corazón de Tu Padre Eterno que lave mi pobre corazón con el agua purificadora de Su Divina Voluntad.  Muéstrame cualquier cosa dentro de mi corazón que se oponga a la Santa Verdad, y ayúdame a desecharla para siempre.
Comprendo que toda verdad está basada en el Amor Santo.  Sólo por medio del amor y la humildad puedo vivir en la Santa Verdad.  A través de esta Verdad, en la cual yo espero morar ahora, ayúdame a aceptar cualquier iluminación de conciencia que Tú elijas enviarme.  Amén.
“… aquí está una consagración a la verdad que se puede rezar diariamente:”
“Por favor, créeme cuando te digo que ésta es una oración importante para estos tiempos.  Religiones enteras, sectas y gobiernos están llevando a la gente por mal camino con las mentiras de Satanás.”
“Por lo tanto, no escatimes esfuerzos en dar a conocer esta oración y este mensaje.”  (Jesús, 20 de Enero del 2009)

CONSAGRACIÓN DEL CORAZÓN DEL MUNDO A LOS CORAZONES UNIDOS

Muy Compasivos Corazones Unidos de la Santísima Trinidad y del Inmaculado Corazón de María, acepten ésta, mi oración, en nombre del corazón del mundo.  Despierten el corazón del mundo a la verdad de la diferencia entre el bien y el mal.
Inspiren a todas las almas para que consagren sus corazones y sus vidas a los Corazones Unidos, fortaleciendo así el corazón del mundo con esta decisión.
Les ruego, queridos Corazones Unidos, que derramen la gracia de Su inspiración en el corazón del mundo, fortaleciéndolo en la verdad y en el Amor Santo.  Con esta inspiración celestial, atraigan al corazón del mundo a la unión con la Voluntad de Dios.  Amén.
“Este es Mi regalo del Día de las Madres al mundo:  la Consagración del Corazón del Mundo a los Corazones Unidos."  (La Santísima Virgen, 10 de Mayo del 2012)

CONSAGRACIÓN AL DESOLADO CORAZÓN DE JESÚS

Querido Jesús, deseo con todo mi corazón sosegar Tu Desolado Corazón.  Tú ves las almas que caen en la perdición en cada momento presente a causa de negociar la verdad y del abuso de autoridad.
Acepta, en expiación por las espinas y la herida de Tu Desolado Corazón, las cruces grandes y pequeñas que sufro todos los días.  Te ruego que corrijas las conciencias para que vivan en la verdad y ejerzan rectamente cualquier posición de autoridad.  Amén.
“Ustedes saben que Mi Corazón siente una profunda tristeza por la pérdida de almas a causa del abuso del poder y autoridad y por negociar la verdad.  Ahora quiero darles una consagración a Mi Desolado Corazón que servirá para reparar y hacer expiación a Mi Corazón si se reza con sinceridad.”   Jesús, 26 de Julio del 2013
"Hoy he venido para darle al mundo estas promesas que cumpliré a cualquier persona devota a Mi Desolado Corazón.”
1. “Los devotos a Mi Desolado Corazón recibirán el valor para defender la verdad, sin importar la oposición.”
2. “Los devotos a Mi Desolado Corazón, si son perseguidos por el abuso de autoridad, recibirán la gracia de perseverar en la rectitud.”
3. “A los devotos a Mi Desolado Corazón se les concederán favores extraordinarios por medio de la intercesión del Inmaculado Corazón de Mi Madre, pues Ella está muy agradecida con los que buscan consolar a Su Hijo.”
        (El 4 de agosto del 2013, la Santísima Virgen dijo:  “Alabado sea Jesús.”
“Inmaculado Corazón de María, mira mi devoción al Desoladísimo Corazón de Tu Hijo, concédeme este favor:  ____________________.”
“Cuando tengan una necesidad, recen esta oración.”)
“La devoción a Mi Desolado Corazón puede ser rezando la oración a Mi Desolado Corazón, la Consagración a Mi Desolado Corazón o rezando durante el día la simple jaculatoria de: 'Desolado Corazón de Jesús, ten misericordia de mí'."    Jesús, 1º de Agosto del 2013

jueves, 10 de septiembre de 2015

Cari Filli


La conversión de Paul McLoughlin en el santuario irlandés
Exalcohólico, budista y homosexual, recitaba mantras y pensó: «Visitaré el santuario de Knock»

Espadas, lanzas, garrotes y látigos contra el Enemigo
La Virgen, arma en mano: una imagen no tan rara, con el demonio como víctima... pero no siempre



 Virgen de la Caridad en la Cuba comunista: «Nadie, ni el ateo más radical hablará mal de ella»
 El indio Coromoto no se quería bautizar, pero la Virgen le perseguía: la patrona de Venezuela
VÍDEOS
 Universidad Santa María en Ciudad Santa María, Tierra de María
 La Llena de Gracia en la Biblia
 A María: «Nada sin ti, nada sin mí»
 Un edificio, convertido en graffiti de la Virgen

SATANAS EL MALIGNO.


by pajares95
7 de Octubre de 1975

SATANAS, EL MALIGNO

Hijo mío, cuando Yo entro en un alma vibra la fe, arde el amor y la esperanza es viva.
Pero cuando en un alma está adormecida la Vida divina, entonces hay quien es corroído por la envidia, los celos y el odio y con malas artes busca y encuentra el modo de arrojar agua sobre el fuego del amor.
Si el amor se puede comparar con un brasero ardiente, tú sabes el efecto que produce el agua arrojada sobre él: apaga el fuego, atenúa el calor, levanta una columna de denso vapor, y no deja más que carbones negros.
Esto le sucede en el alma ardiente de amor cuando está bajo la acción de Satanás, si no se sabe salvaguardar de la pérfida acción de él.
Del amor y del fuego que le arde en el corazón, del calor y de la luz no queda ya nada. Una nube de humo envuelve al alma, carbones negros, porque negra se ha vuelto el alma bajo la acción del pecado.
Hoy, hijo son pocas las almas que tienen conciencia de las peligrosas astucias y artes del Maligno porque en él ya nadie cree y de él (excepción hecha de pocos), nadie se preocupa de defenderse. Así el Maligno puede cosechar numerosas víctimas incluso entre mis sacerdotes.
La ignorancia de quien no cree, las lagunas de la fe, la falta de entrenamiento en la lucha, la inexperiencia y el abandono total de los medios de defensa, señala a favor del enemigo numerosísimas victorias.
¡Pobres almas inexpertas y no solo de simples fieles sino también de muchos ministros míos! Estos por el carácter impreso en sus almas, por la potencia con la cual han sido dotados, por la autoridad que los reviste, deberían conducir las tropas de militantes a espléndidas y fulgurantes victorias contra Satanás y sus tenebrosas legiones diabólicas.
¿Qué hacer para defenderse?
Creer en la existencia del Enemigo. Si muchos militantes y con ellos no pocos sacerdotes no creen en él no pueden combatirlo.
Conocer la potencia y la fuerza del Enemigo y conocer también la propia fuerza y la propia potencia.
Conocer sus métodos de lucha, sus astucias sus seducciones. Al mismo tiempo ser conscientes de los propios medios de lucha y querer usarlos.
Es claro que si uno ignora la emboscada que el enemigo le ha tendido, no puede guardarse de ella, no puede defenderse. Al contrario si uno tiene conocimiento de ello, prudentemente toma sus precauciones y no solo se prepara a la defensa, sino se predispone a atacar.
El más grande enemigo
Hoy, hijo, la casi totalidad de los cristianos ignora a su más grande enemigo: Satanás y sus diabólicas legiones.
Ignoran al que quiere su ruina eterna: ignoran la inmensidad del mal que Satanás les hace; en cuya comparación, las más grandes y graves desventuras humanas son una nada.
Ignoran que se trata de la única cosa importante en la vida: la salvación de la propia alma.
Ante a esta trágica situación está la indiferencia, a veces la incredulidad de muchos sacerdotes míos. Está la inconsciencia de muchos otros que no se cuidan de su principal deber que es el de instruir a los fieles, de ponerlos al corriente del peligro de esta tremenda lucha que se combate desde los albores de la humanidad.
No se preocupan de educar a los fieles en el uso eficaz de los medios de defensa, numerosos y a disposición en Mi Iglesia. Tienen vergüenza hasta de solo hablar de ello, temen ser considerados como retrógradas; como ves se trata de verdadero y propio respeto humano.
Pero tú sabes, hijo mío, que si en el ejército un oficial deserta de su puesto de responsabilidad es marcado con el título de traidor y la justicia humana lo persigue.
¿Qué decir entonces de lo que está ocurriendo en Mi Iglesia? ¿No es quizá la más trágica y terrible traición tendida a las almas, el dejarlas a expensas del Enemigo que quiere su perdición?
Mi Vicario en la tierra, Pablo VI, no hace mucho tiempo ha dicho que en la Iglesia se están verificando hechos y acontecimientos que no se pueden humanamente explicar, sino con la intervención del Demonio.
Hijo, te he hablado de sombras que apagan el esplendor de Mi Iglesia: todo esto es más que una sombra.
Si hoy el Enemigo está más arrogante que nunca y domina sobre las personas, sobre las familias, sobre los pueblos, y sobre los gobiernos, en todas partes, ¡es natural! Tiene el campo libre y casi sin oposición.
Cierto que para combatir a Satanás se necesita querer ser santos; para vencerlo eficazmente se necesitan penitencias, mortificaciones, oraciones. Pero ¿no es todo esto mi precepto para todos y en particular para mis consagrados?
¿Porqué no se hacen los exorcismos privadamente? Para esto no se necesitan particulares autorizaciones.
¡No, muchos sacerdotes míos no conocen su propia identidad! No saben quiénes son, no saben con qué potencia tan formidable han sido dotados. De esta ignorancia son culpables y responsables.
Son exactamente igual que los oficiales de un ejército que desertan de sus puestos de responsabilidad, haciéndose culpables del caos que de ahí se sigue.
Se necesita decirlo a los Sacerdotes
Qué motivo de rubor y de vergüenza el saber que buenos laicos, dotados de exquisita sensibilidad de fe y de ardiente amor por las almas, sobrepasan con mucho la indiferencia de muchos de mis ministros los cuales no tienen tiempo para estas cosas.
No lo consideran importante; para otras cosas sí que encuentran el tiempo.
No hay tiempo para defender la propia alma y las almas de quienes un día deberán responder delante de Dios al que nada escapa, delante de Dios que pedirá cuenta aún de una palabra ociosa. Serán esas mismas almas traicionadas las que severamente acusarán por el bien no realizado, por las derrotas que sufrieron, por el mal que realizaron debido a que, quien debía guiarlas en el camino de la salvación las abandonó en manos del enemigo.
Reafirmo con insistencia la activa presencia de los Demonios en la Iglesia, en las comunidades religiosas, en los Conventos y en las rectorías, en la sociedad, en los gobiernos y en los partidos, en los pueblos.
Donde hay modo de disminuir la fe, de perder una inocencia, de cometer un delito, de perpetuar una injusticia, de predisponer a una disputa, de crear divisiones, de suscitar violencias o guerras civiles y revoluciones, Satanás está presente.
El frente de acción de Satanás y sus secuaces es tan amplio como amplia es la tierra.
La resistencia que bien conducida podría ser eficacísima, es mínima y totalmente desproporcionada en relación con las fuerzas del Enemigo.
No se impute a Dios la responsabilidad de una situación verdaderamente trágica cuyos responsables sois solamente vosotros.
Estas tremendas realidades envuelven a todos: el reino de las Tinieblas oscurece hoy al Reino de la Luz
Salvar el alma
El reino de la mentira parece prevalecer sobre el reino de la verdad y de la justicia; pero será ya por poco tiempo. Proveerá la divina Justicia a limpiar a la tierra, a la humanidad contagiada e infestada por el Maligno.
Se ocupará mi Madre Santísima en aplastar de nuevo la cabeza de Satanás; pero no creáis que El con sus legiones, con los innumerables aliados encontrados en el mundo, renuncie a su reino sin reacciones y convulsiones tremendas.
Todo esto os lo digo con el fin de que os convirtáis, os preparéis y consigáis predisponer vuestro ánimo a la oración y a la penitencia.
Las cosas de la tierra pasan; no pasan mis Palabras. Una sola cosa es importante: salvar el alma.
Te Bendigo hijo mío y contigo bendigo a las personas por las que oras.
(“Confidencias de Jesús a un Sacerdote” – Mons. Ottavio Michelini)