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3. La Proclamación del Reino de Dios y el llamado a la conversión (Marcos 1,15)
Dios
viene a todos ustedes, incluso a los más miserables; regresen a Dios y
Él volverá a ustedes. Hagan su morada en Su Corazón, como Él hace Su
Morada en el suyo. Sepan que sin oraciones fervientes, no podrán ver el
Reino de Dios. Su Reino sobre la tierra está al alcance de su mano.
Recuerden que lo que Dios desea de ustedes es un cambio de corazón. No
tengan miedo de reconocer sus pecados. Vivan y practiquen el Sacramento
de la Confesión. (23.4.93)
En cuanto a la venida del bautismo de Fuego, el Señor vendrá en un
Fuego llameante para extirpar de la Tierra, y quemar de raíz, toda la
maldad de este mundo que está sumergido en el vicio. Continúen
proclamando, por todo el mundo, el Reino de Dios y que Nuestros Mensajes
tienen como objeto conducirlos al arrepentimiento. (26.4.93)
Yo adornaré esta Tierra con la Primavera, Mi Primavera. ¿Qué es la
Primavera de Yahvé? Mi Primavera, amados Míos, llegará cuando toda Mi
creación esté brillando con una luz radiante. En el bautismo de la
Purificación serán reformados a su primera imagen. En esta Purificación,
todos anhelarán una estrecha unión de amor Conmigo, y sus corazones,
llenos de ardor, buscarán la Verdad, el Camino y la Vida. Y en la
Verdad, donde se gustarán sabores embriagadores, su alma, dotada de Mi
Espíritu de Gracia, será perfeccionada; ya no existirá más su imagen de
oscuridad, porque Yo, su Esposo, y el más Bondadoso de los padres,
estaré brillando sobre ustedes. El Amor está en Su camino de regreso
para restaurar Su Reino; este será el reinado de Mi Reino en la Tierra y
Mi Voluntad se cumplirá en la Tierra como en el Cielo. Por eso, ahora
es el tiempo del arrepentimiento. (25.2.98)
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