El día 8 de diciembre de 1947, en la Iglesia de Montichiari, ante una gran multitud, la Virgen apareció sonriente y, dijo:
“¡Yo soy la Inmaculada
Concepción!”
“Yo soy María de la Gracia,
esto es, la llena de gracia, Madre de mi divino Hijo Jesucristo”
“Por mi venida a Montichiari
deseo ser invocada y venerada como; Rosa Mística”
“Deseo que cada año, el 8 de
Diciembre
al mediodía, se celebre la hora de gracia para todo el mundo; mediante esta
devoción se alcanzarán numerosas gracias para el alma y para el cuerpo.”
“Nuestro Señor, mi divino
Hijo Jesús, enviará su desbordante misericordia si los buenos oran por sus
hermanos pecadores.”
“La Hora de Gracia producirá
grandes y numerosas conversiones.”
“Los corazones fríos y endurecidos,
serán tocados por la gracia divina, y se volverán a nuestro Señor en amor fiel.”
“Penitencia es aceptar todas
nuestras cruces diarias voluntariamente.”
“No importa que sean
pequeñas, acéptenlas con amor.”
Pierina Gilli le preguntó cómo
habría de prepararse para esta Hora de Gracia, a lo cual la Santísima Virgen le
respondió:
“Con oración y penitencia.”
“Reza el salmo 50
tres
veces, con los brazos extendidos.”
“Durante la Hora de Gracia,
muchas gracias espirituales serán concedidas.”
“Los pecadores con los
corazones más endurecidos, serán tocados por la gracia de Dios.”
“Es mi deseo que la HORA DE
GRACIA sea conocida y extendida al mundo entero.”
“Los que les sea difícil
visitar una Iglesia, podrán orar en su casa al mediodía, y también recibirán
gracias a través de Mí.”
“Pronto será reconocida la
grandeza de esta Hora de Gracia.”
Repasemos
· El día 8 de Diciembre,
empezará la Hora de Gracia de las 12:00 a las 13:00 h.
· Durante esta hora, bien
sea en la Iglesia o en casa, se evitarán toda clase de distracciones.
· Empiece rezando tres veces
el Salmo 50, (Miserere) con los brazos extendidos.
· Agradezca al Señor su
Misericordia y Todos los beneficios que le brinda en su vida.
· Pida la “Gracia” que
quiere que le sea concedida (siempre que sea la voluntad de Díos).
· El resto de la hora puede
ser empleado con sus oraciones favoritas.
SALMO 50
Misericordia, Dios mío
3Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
4lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
5Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
6contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
7Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
8Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
9Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
10Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
11Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
12Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
13no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
14Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
15enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
16Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
17Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
18Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
19Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
20Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
21entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
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