
FERIA PRIVILEGIADA DE ADVIENTO. Hoy comienzan las ferias privilegiadas de Adviento, que tienen la finalidad de prepararnos más intensa y directamente a la Navidad. La liturgia de estos días proclama los textos que van disponiendo más y mejor al cristiano para acoger al Hijo de Dios hecho hombre. En particular, las Vísperas tienen un singular poder sugestivo merced a las antífonas mayores, llamadas también de la «O», que junto al Magníficat de cada día pasan revista a los diversos títulos de Cristo, referentes a su naturaleza divina y humana o a su misión salvífica, y que terminan todas instándole a que venga a poner remedio a nuestra indigencia: Oh Sabiduría que brota de los labios del Altísimo, Pastor de la casa de Israel, Renuevo del tronco de Jesé, Llave de David y Cetro de la casa de Israel, Sol que naces de lo alto, Rey de las naciones, y Emmanuel, rey y legislador nuestro.- Oración: Dios, creador y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra eterna, se encarnase en el seno de María, siempre Virgen, escucha nuestras súplicas, y que Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes de su condición divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SAN JOSÉ MANYANET Y VIVES. Nació el año 1833 en Tremp (Lleida, España), de familia numerosa y cristiana. Tuvo que trabajar para costearse los estudios, hasta que recibió la ordenación sacerdotal en Urgel el año 1859. Tras doce años de intenso trabajo en la diócesis, se sintió llamado a la vida religiosa y a fundar dos congregaciones: los Hijos de la Sagrada Familia y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, con la misión de contemplar, imitar, honrar y propagar el culto a la Sagrada Familia, y procurar la formación cristiana de las familias, principalmente por medio de la educación católica de la niñez y juventud y el ministerio sacerdotal. Desde la misma espiritualidad promovió la erección en Barcelona del templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra de Gaudí. Fue un gran apóstol, de palabra y por escrito, de la devoción a la Sagrada Familia. Murió en Barcelona el 17 de diciembre de 1901. Lo canonizó Juan Pablo II el año 2004.