Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

viernes, 18 de diciembre de 2015

PONED TODO EN MIS MANOS


by pajares95
>poned todo en mis manos y asi tendre ovillos que tejer esos ovillos que son la esperanza en Dios . Poner la mirada en Cristo para que pueda sondear vuestras almas y ver la profundidad de ellas sin barreras.
pag. 14 libro Huellas de Cristo. Maria Santisima.

LOS MALOS SACERDOTES SON TRAIDORES DE DIOS


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by pajares95
Palabras del Señor a la esposa sobre la adhesión a la Nueva Ley; sobre cómo esa misma Ley es ahora rechazada y desestimada por el mundo; sobre cómo los malos sacerdotes no son sacerdotes de Dios sino traidores de Dios, y acerca de su maldición y condena.  SANTA BRIGIDA.
Capítulo 47
Yo soy el Dios que, en un tiempo, fui llamado el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Yo soy el Dios que di la Ley a Moisés. Esta Ley era como una vestidura. Igual que una madre embarazada prepara los vestidos para su niño, así Dios preparó la Ley, que era como la ropa, sombra y señal de los tiempos venideros. Yo me vestí y me envolví a mí mismo con las vestiduras de la nueva Ley. Cuando un niño crece, sus ropas son cambiadas por otras nuevas.
De igual manera, cuando las vestiduras de la Vieja Ley estaban a punto de ser abandonadas, Yo me vestí con la nueva ropa, o sea, con la Nueva Ley, y se la di a todos lo que quisieron tenerme a mí y a mi ropaje. Esta ropa no es ni muy apretada ni difícil de llevar sino que está bien proporcionada por todas partes. No obliga a las personas a ayunar o a trabajar demasiado, ni a matarse, ni a hacer nada que esté más allá de los límites de sus posibilidades, sino que es provechosa para el alma y conducente a la moderación y castigo del cuerpo.
Porque, cuando el cuerpo se adhiere demasiado al pecado, este pecado consume al cuerpo. Dos cosas pueden hallarse en la Nueva Ley. Primera, una prudente templanza y el recto uso de todos los bienes espirituales y físicos. Segunda, una gran facilidad para mantenerse en la Ley por el hecho de que, una persona que no puede mantenerse en un estado, puede quedarse en el otro. Aquí uno puede ver que una persona que no podía vivir celibato, todavía puede vivir en un matrimonio con honor, podía levantar otra vez y seguir. Pero, ahora Mi ley esta rechazada y despreciada.
La gente dice que la Ley es demasiado estrecha, pesada y nada atractiva. La llaman estrecha porque nos obliga a contentarnos con lo que es necesario y a abandonar lo que es superfluo. Pero ellos quieren tener de todo más allá de la razón y más de lo que el cuerpo puede acarrear, como si fueran reses. Es por esto que les parece muy apretada o estricta. En segundo lugar, dicen que es pesada porque la Ley dice que uno debe ser indulgente con los deseos de placer ateniéndose a la razón y en momentos determinados. Pero ellos quieren ser indulgentes con el placer más de lo que les conviene y más allá de lo delimitado. Tercero, dicen que no es atractiva porque la Ley les ordena que amen la humildad y que atribuyan a Dios todo lo bueno. Quieren ser orgullosos y ensalzarse a sí mismos por los buenos regalos que Dios les ha dado, y es por esto que la Ley no es atractiva para ellos.
¡Mira cómo desprecian ellos las vestiduras que Yo les di! Yo terminé con las formas antiguas e introduje las nuevas para que duraran hasta el día en que Yo volviera para el Juicio, porque los viejos caminos eran demasiado difíciles. Pero ellos, afrentosamente, han descartado las ropas con las que Yo cubrí el alma, es decir, una fe ortodoxa. Encima de todo eso, añaden pecado a pecado porque también quieren traicionarme. ¿No dice David en el Salmo ‘Aquel que comió de mi pan planeó la traición contra mí’? Yo quiero que anotes dos cosas en estas palabras. Primero, él no dice “planea” sino “planeó”, como si fuera algo ya pasado.
Segundo, él apunta sólo a un hombre como el traidor. Sin embargo, Yo digo que son todos aquellos que en el presente me traicionan, no los que han sido ni los que serán, sino aquellos que aún están vivos. Digo también que no es sólo una persona sino mucha gente. Pero tú me puedes preguntar: ‘¿No hay dos tipos de pan, uno invisible y espiritual en el que viven los ángeles y los santos y otro que pertenece a la tierra, mediante el cual se alimentan los hombres? ¿Pero, si ángeles y santos no desean nada que no esté de acuerdo con tu voluntad, y los hombres no pueden hacer nada que tú no aceptes, cómo pueden traicionarte?’
En presencia de mi Corte Celestial, que sabe y ve todo en mí, respondo por tu bien, de forma que puedas comprender: Hay, de hecho, dos tipos de pan. Uno que es de los ángeles, que comen mi pan en mi Reino y están colmados de mi gloria indescriptible. Ellos no me traicionan porque no quieren nada más que lo que yo quiero. Pero aquellos que toman mi pan en el altar me traicionan. Yo soy verdaderamente ese pan. Tres cosas se pueden percibir en ese pan: la forma, el sabor y la redondez. Yo soy, de hecho, ese pan y –al igual que el pan—tengo tres cosas en mí: sabor, forma y redondez. Sabor, porque todo es insípido, insustancial y carente de sentido sin mí, lo mismo que una comida sin pan no tiene sabor y no es nutritiva. Yo también tengo la forma del pan, en cuanto que Yo soy de la tierra.
Soy de la Madre Virgen, mi Madre es la de Adán, Adán es de la tierra. También tengo redondez en cuanto que no existe principio ni fin, porque yo no tengo ni principio ni fin. Nadie puede encontrarle un fin o un principio a mi sabiduría, a mi poder o caridad. Yo estoy en todas las cosas, sobre todas las cosas y más allá de todas las cosas. Aún si alguien volara perpetuamente como una flecha, sin parar, nunca encontraría un final o un límite a mi poder y a mi fuerza. A través de esas cosas, sabor, forma y redondez, Yo soy el pan que parece y sabe a pan en el altar, pero que se transforma en mi cuerpo que fue crucificado. Igual que cualquier materia fácilmente inflamable es rápidamente consumida cuando se coloca en el fuego, y no queda nada de la forma de la madera sino que todo se convierte en fuego, así también sucede cuando se dicen estas palabras:
‘Éste es mi Cuerpo’, lo que antes era pan se convierte inmediatamente en mi cuerpo. Se hace una llama, no mediante el fuego como con la madera sino mediante mi divinidad. Por ello, aquellos que comen mi pan me traicionan ¿Qué clase de asesinato puede ser más aborrecible que cuando alguien se mata a sí mismo? ¿O qué traición podría ser peor que cuando, entre dos personas unidas por un vínculo indisoluble, como una pareja de casados, una traiciona a la otra? ¿Qué hace uno de los esposos para traicionar al otro? Él le dice a ella, a modo de engaño: ‘¡Vamos a tal y tal sitio, de forma que yo pueda hacer mi porvenir contigo!’
Ella va con él en toda la simplicidad, preparada para satisfacer cualquier deseo de su marido. Pero, cuando él encuentra la oportunidad y el lugar, arroja contra ella tres armas traicioneras. O bien emplea algo lo suficientemente pesado como para matarla de un golpe, o lo suficientemente afilado como para rebanar exactamente sus órganos vitales, o algo tan asfixiante que sofoca directamente en ella el espíritu de vida. Entonces, cuando ella ha muerto, el traidor piensa para sus adentros: ‘Ahora he obrado mal. Si mi crimen sale a la luz y se hace público, seré condenado a muerte’. Entonces él se lleva el cuerpo de la mujer a algún lugar escondido, de forma que su pecado no sea descubierto.
Esta es la forma en la que soy tratado por los sacerdotes que me traicionan. Porque ellos y yo estamos unidos mediante un solo vínculo cuando ellos toman el pan y, pronunciando las palabras, lo transforman en mi verdadero Cuerpo, que yo recibí de la Virgen. Ninguno de los ángeles puede hacer esto. Yo les he dado sólo a los sacerdotes esa dignidad y les he seleccionado de entre las más altas órdenes. Pero ellos me tratan como traidores. Ponen una cara feliz y complaciente para mí y me llevan a un lugar escondido en el que puedan traicionarme. Estos sacerdotes ponen cara de felicidad, aparentando ser buenos y simples. Me llevan a la cámara escondida cuando se acercan al altar. Allí Yo soy como la novia o la recién casada, dispuesta a complacer todos sus deseos y, en lugar de eso, me traicionan.
Primero me golpean con algo pesado, cuando el Oficio Divino, que ellos recitan para mí, se vuelve pesaroso y cargante para ellos. De buena gana dirían cien palabras para el bien del mundo que una sola en mi honor. Antes darían cien lingotes de oro por el bien del mundo que un solo céntimo en mi honor. Trabajarían cien veces por su propio beneficio antes que una sola vez en mi honor. Ellos me presionan con este pesado fardo, tanto que es como si estuviese muerto en sus corazones. En segundo lugar, me atraviesan como con una afilada cuchilla que penetra mis órganos vitales cada vez que un sacerdote sube al altar, sabiendo que ha pecado y se arrepiente, pero está firmemente decidido a volver a pecar una vez que ha terminado su oficio. Éste dice para sus adentros: ‘Yo, de hecho, me arrepiento de mi pecado, pero no pienso dejar a la mujer con la que he pecado hasta que ya no pueda pecar más’. Esto me perfora como la más afilada de las cuchillas.
Tercero, es como si asfixiaran mi Espíritu cuando piensan para sus adentros: ‘Es bueno y agradable estar en el mundo, es bueno ser indulgente con los deseos y no me puedo contener. Haré eso mientras sea joven y, cuando me haga mayor ya me abstendré y enmendaré mis caminos. Por este perverso pensamiento ellos sofocan el espíritu de la vida. ¿Pero cómo sucede esto? Pues bien, el corazón de éstos se vuelve tan frío y tibio hacia mí y hacia cada virtud que nunca más puede ser calentado o renacer a mi amor.
Igual que el hielo no coge fuego ni aunque se sostenga encima de una llama sino que tan solo se derrite, de la misma manera, aún si Yo les di mi gracia y ellos escuchan palabras de advertencia, no vuelven a levantarse a la forma de la vida, sino que apenas crecen estériles y flojos respecto de cada una de las virtudes. Y así me traicionan en que aparentan ser simples cuando, en realidad, no lo son, y están deprimidos y disgustados a la hora de darme la gloria, en lugar de regocijarse en ello, y también en que intentan pecar y continúan pecando hasta el final.
También me ocultan, por decirlo de alguna manera, y me colocan en un lugar escondido, cuando piensan en sus adentros: ‘Sé que he pecado, pero si me abstengo de realizar el Oficio, seré avergonzado y todos me van a condenar’. Así que, imprudentemente, suben al altar y me manejan a mí, verdadero Dios y verdadero hombre. Estoy como si me hallara con ellos en un lugar escondido, puesto que nadie sabe ni se da cuenta de lo corruptos y sinvergüenzas que son.
Yo, Dios, estoy ahí tendido frente a ellos como en un encubrimiento, porque, aún cuando el sacerdote es el peor de los pecadores y pronuncia estas palabras “Este es mi Cuerpo”, él aún consagra mi Verdadero Cuerpo, y Yo, Verdadero Dios y Hombre, me tiendo ahí ante él. Cuando me pone en su boca, sin embargo, Yo ya no estoy presente para él en la gracia de mis naturalezas divina y humana –sólo queda para él la forma y el sabor del pan—no porque yo no esté realmente presente para los perversos igual que para los buenos, debido a la institución del Sacramento, sino porque los buenos y los perversos no lo reciben con el mismo efecto.
Mira, ¡esos sacerdotes no son mis sacerdotes sino, en realidad, mis traidores! Ellos también me venden y me traicionan, como Judas. Yo miro a los paganos y a los judíos pero no veo a nadie peor que estos sacerdotes, dado que han caído en el pecado de Lucifer. Ahora, déjame decirte su sentencia y a quién se asemejan. Su sentencia es la condena. David condenó a aquellos que desobedecían a Dios, no por ira o por mala voluntad ni por impaciencia sino debido a la divina justicia, porque él era un honrado profeta y rey. Yo, también, que soy mayor que David, condeno a estos sacerdotes, no por la ira ni la mala voluntad sino por la justicia.
Maldito sea todo lo que toman de la tierra para su propio provecho, porque no alaban a su Dios y Creador que les dio esas cosas. Maldito sea el alimento y la bebida que entra por sus bocas y que alimenta sus cuerpos para que se conviertan en alimento de los gusanos y destinen sus almas al infierno. Malditos sean sus cuerpos, que se levantarán de nuevo en el infierno para ser abrasados sin fin. Malditos sean los años de sus vidas inútiles. Maldita sea su primera hora en el infierno, que nunca terminará. Malditos sean por sus ojos, que vieron la luz del Cielo.
Malditos sean por sus oídos que oyeron mis palabras y permanecieron indiferentes. Malditos sean por su sentido del gusto, por el cual paladearon mis manjares. Malditos sean por su sentido del tacto, mediante el cual me manejaron. Malditos sean por su sentido del olfato, por el cual olieron exquisitos aromas y me descuidaron a Mí, que soy el más exquisito de todos.
Ahora, ¿Cómo son exactamente malditos? Pues bien, su visión está maldita porque no disfrutarán de la visión de Dios en sí sino que tan solo verán sombras y castigos del infierno. Sus oídos están malditos porque ellos no oirán mis palabras sino tan sólo el clamor y los horrores del infierno. Su sentido del gusto está maldito, porque no degustarán los bienes y el gozo eternos sino la eterna amargura. Su sentido del tacto está maldito, porque no conseguirán tocarme sino tan sólo al fuego perpetuo.
Su sentido del olfato está maldito, porque no olerán ese dulce aroma de mi Reino, que sobrepasa a todas las esencias, sino que sólo tendrán el hedor del infierno, que es más amargo que la bilis y peor que sulfuro. Sean malditos por la tierra y el cielo y por todas las bestias. Esas criaturas obedecen y glorifican a Dios, mientras que ellos le han rehuido. Por ello, Yo prometo por la verdad, Yo que soy la Verdad, que si ellos mueren así, con esa disposición, ni mi amor ni mi virtud les cubrirá. Por el contrario, serán condenados para siempre.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA VERDAD ESTA EN EL EVANGELIO.



by pajares95
DICE JESUS.
HIJOS AMADOS DE MI CORAZÓN EUCARÍSTICO...
OS AMO OS BENDIGO.
NECESITÁIS COMUNICAROS EN LA SANTA COMUNIÓN PARA TENER VIDA DE MI
SANGRE DE MI CUERPO...DEBÉIS ALIMENTAROS PARA NO RECAER
EN LA TENTACIÓN Y EN EL PECADO...
DEBÉIS SER PURISIMOS ANTE MIS OJOS...DEBÉIS AMARME A MI PARA AMAR AL PRÓJIMO
Y SOLO ESO LO CONSEGUIRÉIS SI ESTÁIS EN MI Y YO EN VOSOTROS.
NINGUNA PALABRA DE MI EVANGELIO HA DE SER CAMBIADA
LA VERDAD ESTA EN EL EVANGELIO. LEER LAS ESCRITURAS
ASI NO SERÉIS CONFUNDIDOS
CUANDO LOBOS CON PIEL DE OVEJA...OS DIGAN LOS CAMBIOS EN MI IGLESIA.
MI IGLESIA NO CAMBIA. MI IGLESIA ES UNA.
NO QUIERO MODERNISMOS EN MI IGLESIA.
HIJOS AMADOS ESTAR CERCA DE MI EN LA COMUNIÓN DIARIA PORQUE PRONTO NO ESTARE CON VOSOTROS Y AHÍ OS LAMENTAREIS DE NO HABERME RECIBIDO CON MAS FRECUENCIA.
YO SOY LA VIDA DE LAS ALMAS Y SI LAS ALMAS NO VIENEN A MI.
SOY EL PASTOR QUE DA LA VIDA POR SUS OVEJAS.
OS AMO HIJOS OS AMO HASTA DAR LA VIDA CADA DÍA EN EL ALTAR...AHÍ SE RENUEVA MI SACRIFICIO POR VOSOTROS...AHÍ PODÉIS IR A ALIMENTAROS DE MI.
EN MIS SACERDOTES...LOS QUE YO CONSAGRE...LOS QUE YO DIJE ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAR EL EVANGELIO..A QUIENES PERDONÉIS SERÁN PERDONADOS....
YO OS PERDONO HIJOS EN MIS SACERDOTES.
PORQUE SI HACÉIS LO QUE YO OS DIGO SOIS MIS AMIGOS...SOIS DEL REBAÑO.
AMADOS HIJOS VOLVER  A MI
QUE TODAVÍA HAY TIEMPO. QUE TODAVÍA ESTOY SOLITARIO EN EL SAGRARIO POR AMOR A VOSOTROS. NO DESPRECIÉIS MI AMOR...NO DESPRECIÉIS MIS SACRAMENTOS.
YO SOY EL AMOR. OS AMO OS ESPERO OS BENDIGO. JESÚS EUCARISTÍA.

martes, 15 de diciembre de 2015

New Age

lunes, 14 de diciembre de 2015

DIOS NO ES OBEJETO NI DE RISA NI DE BURLA.


by pajares95
DE LOS ESCRITOS DE MARIA VALTORTA.

La gente cuchichea y le señala con gestos. Hay mucha curiosidad en el ambiente.
DICE JESUS«"No tentarás al Señor tu Dios"[4]152, está escrito. Demasiadas veces se olvida este mandamiento. Se tienta a Dios cuando se le quiere imponer nuestra voluntad. Se tienta a Dios cuando imprudentemente se actúa contra las reglas de la Ley, que es santa y perfecta y en su lado espiritual –el principal– se ocupa y se preocupa, también, de la carne que Dios ha creado[5]153. Se tienta a Dios cuando, habiendo sido perdonados por El, Se vuelve a pecar. Uno tienta a Dios cuando, habiendo recibido de El un beneficio que pretendía ser un bien para sí, algo que le moviera hacia Dios, lo transforma en un daño.
Dios no es objeto de risa ni de burla. Demasiadas veces sucede esto. Ayer habéis presenciado el castigo que espera a quienes pretenden mofarse de Dios. El eterno Dios, lleno de compasión con quien se arrepiente, se muestra, por el contrario, lleno de severidad con el impenitente que en manera alguna se modifica a sí mismo.
Vosotros venís a mí para oír la palabra de Dios. Venís para obtener un milagro. Venís para obtener el perdón. Y el Padre os da palabra, milagro y perdón. Y Yo no echo de menos el Cielo, porque puedo daros milagros y perdón, y puedo haceros conocer a Dios.
7 Ese hombre cayó ayer fulminado, como Nadab y Abiú[6]154 , por el fuego de la divina indignación. De todas formas, absteneos de juzgarle. Que lo que ha sucedido, que ha sido un nuevo milagro, solamente os haga meditar acerca de cómo hay que actuar para tener a Dios como amigo. El quería el agua penitencial, pero sin espíritu sobrenatural; la quería por espíritu humano: como una práctica mágica que le curase la enfermedad y le liberase de la desventura. El cuerpo y la cosecha: éstos eran sus fines, no su pobre alma, que no tenía valor para él; lo valioso para él era la vida y el dinero.
Yo digo: "El corazón está donde está el tesoro, y el tesoro donde el corazón. Por tanto, el tesoro está en el corazón".
El en el corazón tenía la sed de vivir y de tener mucho dinero. ¿Cómo obtenerlo?: como fuera; incluso con el delito. Pues bien, pedir así el bautismo ¿no era reírse de Dios y tentarle? Habría bastado el arrepentimiento sincero por su larga vida de pecado para proporcionarle una santa muerte y lo justo en esta Tierra. Pero él era el impenitente. No habiendo amado nunca a nadie aparte de sí mismo, llegó a no amarse ni siquiera a sí mismo. Porque el odio mata incluso el amor animal egoísta del hombre hacia sí mismo.
El llanto del arrepentimiento sincero habría debido ser su agua lustral. De la misma forma, para todos vosotros que estáis escuchando; porque sin pecado no hay nadie, y todos, por tanto, tenéis necesidad de esta agua que, exprimida por el corazón mismo, desciende y lava, da de nuevo la virginidad a quien ha sido profanado, levanta a abatido, da nuevo vigor a quien la culpa ha dejado exangüe.
Ese hombre se preocupaba sólo de la miseria de la tierra, cuando en realidad sólo una miseria debe apesadumbrar al hombre: la eterna miseria de perder a Dios. Ese hombre no dejaba de hacer las ofrendas rituales, mas no sabía ofrecer a Dios un sacrificio de espíritu, es decir, alejarse del pecado, hacer penitencia, pedir con los hechos el perdón.
Una hipócrita ofrenda de riquezas mal adquiridas es como invitarle a Dios a que se haga cómplice de las malas acciones del hombre. ¿Es posible que esto suceda? ¿No es reírse de Dios el pretenderlo? Dios arroja de su presencia a quien dice: "he aquí que sacrifico" y se consume internamente por continuar su pecado. ¿Ayuda, acaso, el ayuno corporal cuando el alma no ayuna del pecado? Que la muerte de este hombre, que ha acontecido aquí, os haga meditar sobre las condiciones necesarias para gozar del aprecio de Dios. Ahora, en su rico palacio, los familiares y las plañideras hacen duelo ante los restos mortales que dentro de poco serán conducidos al sepulcro. ¡Oh, verdadero duelo y verdaderos restos mortales! ¡Nada más que unos restos mortales! Nada más que un desconsolado duelo, porque el alma, precedente e irremisiblemente muerta, se verá para siempre separada de aquellos que amó por parentela y afinidad de ideas. Aunque una misma morada los una eternamente, el odio que allí reina los dividirá. Es así que entonces la muerte es verdadera separación.
Mejor sería que, en vez de los demás, fuese el propio hombre quien, teniendo muerta el alma, llorase por sí mismo; de modo que, por ese llanto de contrito y humilde corazón, le devolviera al alma la vida con el perdón de Dios.
Idos, sin odio ni comentarios, nada más que con humildad; como Yo, que, no con odio sino por justicia, he hablado de él. La vida y la muerte son maestras para bien vivir y bien morir, y para conquistar la Vida sin muerte. La paz sea con vosotros».
8 No hay ni enfermos ni milagros, y Pedro les dice a los tres discípulos del Bautista:«Lo siento por vosotros».
«No es necesario. Nosotros creemos sin ver. Hemos tenido el milagro de su natividad, que nos ha hecho creyentes, y ahora tenemos su palabra, que confirma nuestra fe. Sólo pedimos servirla hasta el Cielo, como Jonás, hermano nuestro».

LA DESDICHA Y LA DESGRACIA SON FRUTOS DEL PECADO.



by pajares95
Mensaje 27 nov 2015 - España - Desdicha y Desgracia frutos del pecado
Posted: 27 Nov 2015 05:08 AM PST
Hijos Míos Yo, Jesús de Nazaret, el Hijo del Altísimo, lo puedo todo, y deseo amorosamente que Mis ovejas sean felices según disponga Mi voluntad. Yo, Jesús, os hablo.
Nada Me duele más que ver un alma angustiada, frustrada, insegura, desdichada. Porque Yo hijos no he venido para que seáis desgraciados, sino para que seas felices en Mí y cumpliendo en todo Mi voluntad, porque solo Mi voluntad os puede dar esa realización y satisfacción interior y exteriormente. Yo, Jesús, os hablo.
La desdicha y la desgracia son frutos del pecado y del mal que permitís que entre en vuestras vidas. Debéis vivir vigilantes y ser muy acérrimos  para evitar que entre en vuestros corazones ninguna clase de mal, porque si ese mal se asienta en vosotros dará sus frutos, frutos de amargura y desolación, por eso, lo mismo que de una siembra se quitan las malas plantas, los abrojos y todo lo que entorpezca a su crecimiento y buenos frutos, así vosotros debéis desechar  y sobre todo impedir, que el mal entre en vuestras vidas bajo ningún aspecto. Yo, Jesús, os hablo.
Si sabéis que discutiendo con vuestro esposo o esposa os ponéis en situación de romper un matrimonio, de escandalizar a los hijos, de quitaros la paz, no discutáis, simplemente si tenéis que hablar para aclarar las cosas, hablad con serenidad y sin ira, porque todo lo que sea defender la verdad, la verdad que a Mí Me dará gloria y a vosotros os ayudará a crecer en santidad, Yo, Jesús, os daré Mi gracia. Pero si antes de empezar una conversación ya estáis  encendidos en ira, ese diálogo terminará muy mal para las dos partes. Yo, Jesús, os hablo.
Os hace falta vivir más en Mi compañía, relacionaros más Conmigo que Soy Amor, manso y humilde de Corazón. Yo padecí las peores injusticias que nadie haya padecido, las mayores mentiras se cernieron sobre Mí y acepté todo para que vosotras, almas queridas, seáis luego reflejos Mío en semejantes situaciones y no os dejéis invadir por la ira y la soberbia, ambas, malas consejeras. Eso no quiere decir que no os defendáis de lo que os acusan, quiere decir que las batallas deben ganarse con la virtud y no con la discusión subida de tono, de forma que las cosas empeoren más de lo que estaban antes de empezar. Esto hijos va también para los problemas que tengáis en los trabajos, en las familias, en las comunidades y demás. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.

domingo, 13 de diciembre de 2015

ORACION PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO.


by pajares95
Oración para las almas del purgatorio
Señor, me sumerjo en tu Divina Voluntad y cojo tu poder, la inmensidad de tu amor, el valor inmenso de tus sufrimientos del Hijo de Dios y de todas sus cualidades divinas, y las vierto sobre las almas del purgatorio (o sobre una determinada alma en particular). Que sea bañada en el baño de amor nacido del poder divino, un baño de su belleza, un baño de la Sangre de Jesús y un baño de todas sus cualidades divinas. Amén. Fiat.

viernes, 11 de diciembre de 2015

MAMI LA MEDIADORA.


by pajares95
En diversas ocasiones Nuestra Señora en Medjugorje ha manifestado su deseo que nos consagremos a Ella:
“Queridos hijos: Vengo entre vosotros porque deseo ser vuestra Madre, vuestra intercesora. Deseo ser un vínculo entre vosotros y el Padre celestial, vuestra mediadora. Deseo tomaros de las manos y caminar con vosotros en la lucha contra el espíritu impuro. Hijos míos: consagraos totalmente a mí. Yo tomaré vuestras vidas en mis manos maternas y os enseñaré la paz y el amor, y entonces las entregaré a Mi Hijo. A vosotros os pido que oréis y ayunéis, porque solamente así sabréis testimoniar, de manera correcta, a mi Hijo por medio de mi Corazón materno. Orad por vuestros pastores: para que unidos en mi Hijo puedan siempre, anunciar alegremente, la Palabra de Dios. ¡Os lo agradezco! (Mensaje anual del 18 de Marzo de 2012 a Mirjana)
Ya que estamos en Medjugorje, consagremos esa unión que Jesús hizo al pie de la Cruz, con nuestra Madre, con la oración que la Virgen dictó a la vidente del corazón Jelena Vasilij en noviembre de 1983.
Oración de Consagración:
Oh, Corazón Inmaculado de María, desbordante de bondad, muestra tu amor por nosotros. Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los pueblos. Te amamos inmensamente.
Imprime en nuestros corazones un verdadero amor. Que nuestro corazón suspire por ti. Oh María, dulce y humilde de corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en el pecado. Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores.
Con tu santísimo y maternal corazón, sánanos de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu maternal corazón, para que así nos convirtamos a la llama de tu corazón. Amén.