Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

miércoles, 15 de junio de 2016

MI JUSTICIA HA HECHO DEL DEMONIO VERDUGO PARA ATORMENTAR A LAS ALMAS QUE ME OFENDEN.


by pajares95

Artículo 2 Engaños y males que sufren en esta vida los que no van por Jesucristo-Puente Son víctimas del demonio, porque se entregan en sus manos

DICE JESUS:

Mi justicia ha hecho del demonio verdugo para atormentar a las almas que me ofenden. Si lo he puesto en esta vida para tentar a mis criaturas, le he hecho, no para que sean vencidas, sino para que venzan y reciban de mí la gloria de la victoria al ser probadas en su virtud. Nadie debe temer sus combates y tentaciones, porque os he hecho fuertes y os he dado la voluntad, fortalecida por la sangre de mi Hijo. En vuestro poder está, pues, conservar vuestra libre voluntad o perderla, según os plazca. Vuestra voluntad es un cuchillo que podéis poner en las manos del demonio, para que os hiera y mate. Mas, si no se la dais, no consintiendo en sus tentaciones y sugestiones, jamás podrá heriros, antes al contrario, os veréis fortalecidos. Nadie llega a la virtud más que por el conocimiento de sí mismo y por el conocimiento de mí. Y este conocimiento nunca mejor se adquiere que en el tiempo de la tentación. Porque en la prueba, el alma conoce lo poco que por sí misma puede para librarse de estos combates, de los que quisiera huir y que la hacen sufrir. El alma ve entonces que sólo en mi Caridad obtiene la fortaleza. Si permito que sufráis la tentación, es porque os amo y quiero daros la victoria probando vuestra virtud, pues sólo ante las contrariedades puede probarse. [Bien lo experimento ella en cierta ocasión. Después de un combate furioso «vino de lo alto una gran luz que iluminó su pequeña habitación, y en la luz, el mismo Jesucristo crucificado, todo sangrante, como durante la crucifixión. De lo alto de la cruz la llamó diciendo: “Hija mía, Catalina, ¿ves cuánto he padecido por ti? No te duela, por tanto, padecer por mí”. Después, para consolarla le hablaba con dulzura de la victoria conseguida. Pero ella dijo: “Señor mío, ¿en dónde estabas cuando mi corazón e veía atribulado con tantas tentaciones?” Y el Señor le dijo: “Estaba en tu corazón mismo” “¿Cómo puedo creer que estuvieses en mi corazón, si estaba lleno de pensamientos feos e inmundos?” “¿Estos pensamientos y tentaciones producían en tu corazón alegría o tristeza? ¿Placer o disgusto?” “Grande dolor y disgusto” “¿Quien te lo hacía experimentar sino yo, escondido en el centro de tu corazón? Si yo no hubiese estado allí presente, aquellos pensamientos habrían penetrado en tu corazón y te habrías deleitado en ellos; mas mi presencia era causa del disgusto y te entristecías y sufrías al tratar inútilmente de arrojarlos de ti. Pero yo, escondido en tu corazón, lo defendía de tus enemigos y permitía que fueses combatida por fuera, no dejaba de hacer lo que era realmente necesario para tu salvación” (Caterina de Siena, Beato Raimondo Da Capua)] Mira, por tanto, como en esta vida los demonios son mis ministros con los cuales ejercito y pruebo la virtud del alma. La intención del demonio no es ciertamente la de probaros en la virtud, ya que él no tiene caridad, sino la de quitaros toda virtud, pero esto no puede hacerlo si vosotros no se lo permitís. Considera la insensatez del hombre que se pone él mismo en las manos del demonio, mostrándose débil cuando debería ser fuerte. Por esto, quiero que conozcas lo que le sucede en la muerte al que en vida se entregó voluntariamente al demonio. En ese trance no espera ya el juicio, porque él mismo es su propio juez; y, desesperado, se encamina a la eterna condenación. Su odio le lleva al infierno y es él mismo quien lo arrebata para sí, como premio que le es debido y en él se precipita. Sin embargo, los que vivieron en la caridad, cuando les llega la muerte, si vivieron perfectamente la virtud, iluminados con la luz de la fe y con la esperanza en la sangre del Cordero, vislumbran el bien que yo les tengo preparado, y en aquel momento lo toman con los brazos del amor, abrazándome estrecha y amorosamente a mí, sumo y eterno bien. Así gustan de la vida eterna aun antes que hayan dejado el cuerpo mortal. En cuanto a aquellos que han vivido y mueren en la caridad pero sin llegar a gran perfección, también ellos abrazan mi misericordia, porque ellos creen que es mayor que sus propias culpas. Mas los malvados pecadores hacen lo contrario, pues, previendo en su desesperación el lugar que les corresponde, se abrazan a él con odio, tal como dije. Ni los unos ni los otros esperan ser juzgados, sino que, saliendo de esta vida, cada uno va al lugar que le corresponde. Lo gustan y empiezan a poseer, aun antes de dejar el cuerpo, en el momento de morir; los condenados, por su odio y desesperación; los perfectos, por el amor, la fe y la esperanza de la Sangre; los imperfectos, gracias a su fe y a mi misericordia, se encaminan al purgatorio.



DE LOS ESCRITOS DE SANTA CATALINA DE SIENA. DIALOGOS.

No hay comentarios: