“Queridos hijos, mi Hijo, que es la luz del amor, todo lo que ha hecho y hace, lo hace por amor. Así también ustedes, hijos míos, cuando viven en el amor y aman a su prójimo, hacen la voluntad de mi Hijo. Apóstoles de mi amor, háganse pequeños. Abran sus corazones puros a mi Hijo para que Él pueda actuar por medio de ustedes. Con la ayuda de la fe, llénense de amor, pero, hijos míos, no olviden que la Eucaristía es el corazón de la fe: es mi Hijo que los nutre con su Cuerpo y los fortalece con su Sangre. Este es el milagro del amor: mi Hijo, quien siempre y nuevamente viene vivo para dar vida a las almas. Hijos míos, al vivir en el amor hacen la voluntad de mi Hijo y Él vive en ustedes. Hijos míos, mi deseo materno es que lo amen cada vez más, porque Él los llama con su amor, les da amor para que lo difundan a todos alrededor de ustedes. Como Madre, por medio de Su amor, estoy con ustedes para decirles palabras de amor y de esperanza, para decirles palabras eternas y victoriosas sobre el tiempo y sobre la muerte, para invitarlos a ser mis apóstoles del amor. ¡Les doy las gracias!”
Mensaje del pasado 25 de abril de 2018, dado en Medjugorje a través de Marija
“Queridos hijos, hoy los invito a vivir con Jesús su vida nueva. Que el Resucitado les dé la fuerza para que sean siempre fuertes en las pruebas de la vida, y fieles y perseverante en la oración, porque Jesús los salvó con sus heridas, y con su Resurrección les ha dado una vida nueva. Oren, hijitos, y no pierdan la esperanza. Que en sus corazones haya alegría y paz, y testimonien la alegría de ser míos. Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor materno. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
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