Espiritualidad y oración

Oración a San José

Acudimos a tu protección, querido San José, para presentarte nuestras necesidades espirituales y materiales.

A ti, porque Dios Padre te encomendó la protección de Jesús y María,

ayúdanos a conocer y amar la voluntad de Dios.

A ti, que renunciaste a tus proyectos para realizar los del Cielo,

ayúdanos a confiar en Dios y a obedecerle cuando no entendamos.

A ti, que buscaste cobijo para el Salvador del mundo y viste cómo era rechazado,

abre las puertas cerradas de nuestro corazón, para que le acojamos sin miedo a ser amados por Él.

A ti, que le adoraste junto a los más sencillos y los más sabios,

ayúdanos a inclinar nuestra inteligencia ante la humildad de Jesús.

A ti, que experimentaste la persecución mortal que amenazaba su misión en la tierra,

ayúdanos a amar a nuestros enemigos.

A ti, que has emigrado a tierras extranjeras y aprendido lenguas nuevas,

ayúdanos a llevar a Jesús a todas las personas de la tierra, sin miedo a salir de nuestra zona de confort.

A ti, que has dormido a la intemperie, sin saber qué sucedería al día siguiente,

ayúdanos a acoger al extranjero en nuestro hogar, en la tierra que Dios nos ha dado para cultivar obras de amor.

A ti, que trabajaste con esfuerzo para sostener a tu familia,

ayúdanos a obtener los recursos necesarios para sostener a nuestras familias, sin que convirtamos los medios materiales en fines, ayúdanos a trabajar al servicio de los demás, sin tratar a nadie como ser inferior, utensilio o adversario.

A ti, que educaste a Jesús como padre responsable de su crecimiento,

protege a nuestros hijos de quienes pretendan lastimar su cuerpo y su alma.

A ti, que conociste la tristeza de perderle y la alegría de encontrarle,

ayúdanos a buscarle, cuando nos alejemos de Él y perdamos la paz.

A ti, que amas y sirves en silencio,

ayúdanos a aportar alegría y unidad en nuestra familia, también cuando estemos cansados.

A ti, que siempre gozas de la dulce compañía de María.

danos la serenidad del alma en los momentos de turbación. Gracias.

Juan Manuel Cotelo