Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

sábado, 11 de mayo de 2024

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SAN IGNACIO DE LACONI. Nació en Laconi (Cerdeña, Italia) el año 1701, de familia devota, numerosa, humilde. No frecuentó la escuela ni aprendió a escribir; hablaba el sardo y poco más. A los veinte años, superadas no pocas vacilaciones, vistió el hábito franciscano entre los capuchinos de Cagliari. Durante quince años vivió en diversos conventos sardos, ejerciendo los oficios de refitolero y limosnero rural. A partir de 1741 y casi hasta su muerte, acaecida en Cagliari el 11 de mayo de 1781, fue limosnero en la capital, dando a todos ejemplo de sencillez, bondad, amor. Su oficio le servía para hacer apostolado, en el que prestaba particular atención a los pobres y a los apartados de la vida cristiana; a los unos los ayudaba y consolaba, a los otros los llevaba, con su ejemplo, a la conversión. Dios lo enriqueció con especiales dones sobrenaturales y realizó muchos milagros por su medio.- Oración: Oh Dios, que has llevado al humilde e inocente san Ignacio de Laconi hacia la meta de la santidad por el camino del amor a los hermanos, concédenos imitar su caridad en provecho de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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