SAN SIMÓN Y SAN JUDAS, apóstoles. Simón, nacido en Caná y apodado el Cananeo o el Zelotes, figura en la lista de los doce apóstoles elegidos por Jesús. Poco más se sabe de él. Judas, por sobrenombre Tadeo, también uno de los elegidos por Jesús, es el apóstol que en la Última Cena preguntó al Señor por qué se manifestaba sólo a sus discípulos y no al mundo (Jn 14,22). La tradición le atribuye una carta, recogida en el canon del Nuevo Testamento, en la que se trata de prevenir a los cristianos contra los falsos doctores y sus doctrinas sectarias. Según san Fortunato (s. VI), estos dos apóstoles predicaron en distintas regiones de Oriente Medio y murieron mártires en Persia.- Oración: Señor, Dios nuestro, que nos llevaste al conocimiento de tu nombre por la predicación de los apóstoles, te rogamos que, por intercesión de san Simón y san Judas, tu Iglesia siga siempre creciendo con la conversión incesante de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SANTOS FRANCISCO SERRANO Y COMPAÑEROS MÁRTIRES. A partir de 1735, al subir al trono imperial Kien-Lung, fue arreciando en China una nueva persecución contra los cristianos. Los misioneros tenían que salir por la noche a ejercer su ministerio, disfrazarse con trajes y oficios humildes, guarecerse en los montes. Pero poco a poco los mandarines fueron arrestando a muchos de ellos. Y después de sufrir tormentos refinados y reiterados en las cárceles, el 28 de octubre de 1748 fueron degollados en sus respectivos calabozos, en Fujian (China), los santos mártires Francisco Serrano, obispo, y los sacerdotes Joaquín Royo Pérez, Juan Alcover y Francisco Díaz del Rincón, todos ellos eran españoles y de la Orden de Predicadores. Francisco Serrano nació en Huéneja (Granada) en 1695 y entró en China en 1738. Joaquín Royo nació en Hinojosa (Teruel) en 1691 y llegó a China cuando tenía 23 años. Juan Alcover nació en Granada en 1694, y salió de Manila para China en 1728. Francisco Díaz del Rincón, nació en Écija (Sevilla) y arribó a su misión en China en 1739. Junto con otros 120 mártires de China, encabezados por san Agustín Zhao Rong, fueron canonizados por Juan Pablo II el año 2000.
SAN RODRIGO AGUILAR ALEMÁN. Nació en Sayula (Jalisco, México) el año 1875. Cursó de manera brillante la carrera eclesiástica en el seminario auxiliar de Ciudad Guzmán, y en 1905 recibió la ordenación sacerdotal. Durante años fue coadjutor en varias parroquias. En 1923 lo nombraron párroco de Sayula, y en 1925 pasó a Unión de Tula. En 1917 se promulgó en México una Constitución, de carácter anticlerical, firmada por el presidente Carranza, que dio origen a la persecución religiosa. En 1926, siendo presidente Calles, la persecución se hizo mucho más violenta. En enero de 1927, el P. Rodrigo Aguilar tuvo que huir de su parroquia y refugiarse en el Colegio de San Ignacio, en Ejutla. Allí pudo llevar su vida religiosa y ejercer clandestinamente el ministerio. El 28 de octubre de 1927, los militares callistas se apoderaron de la ciudad, mataron a muchos cristianos y apresaron al P. Rodrigo. Aquel mismo día lo llevaron a la plaza pública de Ejutla y lo colgaron de un árbol mientras él repetía: «Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe». Lo canonizó Juan Pablo II el año 2000.
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