Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

domingo, 3 de noviembre de 2013

Mensaje del 2 de Noviembre de 2013


“Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente a amar. Orad, sin cesar, por el don del amor; a amar vuestro Padre Celestial sobre todas las cosas. Cuando le amáis a Él, os amáis vosotros mismos y a vuestro prójimo. Eso no se puede separar. El Padre Celestial está en cada persona, ama a cada uno y llama a cada uno por su propio nombre. Hijos míos, por eso, a través de la oración, escuchad la voluntad del Padre Celestial, hablad con Él, estableced una relación personal con el Padre, que hará aún más profunda la relación con vosotros mismos, la comunidad de mis hijos, mis apóstoles. Como Madre deseo, que por medio de la oración hacia el Padre Celestial, os pongáis por encima de las vanidades terrenales que son estériles, y que ayudéis a los demás, para que poco a poco conozcáis y os acerquéis al Padre Celestial. Hijos míos, orad, orad, orad por el don del amor, porque el amor es Mi Hijo. Orad por vuestros pastores, para que tengan siempre amor por vosotros, como Mi Hijo lo ha tenido y lo ha demostrado dando Su Vida por vuestra salvación. ¡Os doy las gracias!”

Para todos los matrimonios


sábado, 2 de noviembre de 2013

Benditas ánimas


2 de noviembre de 2013 - Fiesta de los fieles difuntos
 
 
Hoy es el día en que la Iglesia recuerda en unión a nuestros difuntos
 
Una Misa y una visita al cementerio es la forma ideal de unirnos a ellos 
 
En día tan especial, hemos tenido el gozo no sólo de asistir a una Santa Misa, sino que a una celebrada en un cementerio. La combinación de la Eucaristía con el acompañamiento a nuestros queridos difuntos en el lugar donde descansan sus cuerpos es el modo ideal de celebrar esta hermosa fiesta de la Iglesia.
El sacerdote en su homilía nos recordaba que cuerpo y alma son inseparables, porque constituimos una unidad. Por eso es que es tan importante asistir a Misas dedicadas a las almas de nuestros fieles difuntos, como tambien el hacer visitas periodicas al cementerio. Como catolicos practicantes creemos en la resurrección de los muertos, por lo que los cuerpos esperan el día glorioso en que viviremos en unidad en el Reino prometido. La resurrección de los muertos como la enunciamos en el Credo de la Iglesia, es vivir eternamente en cuerpo y alma, por lo que es una verdad de fe.
Hoy, mas que nunca, estemos unidos a nuestros queridos difuntos y pidamos Misas por sus almas, asi como visitemos el cementerio para compartir un rato la cercanía que tantos recuerdos nos trae.
Y muy importante tambien, recemos por sus almas. Por eso aqui acompañamos una vez mas la coronilla a las almas del purgatorio que recomendamos hacer a diario.
¡Dios derrame Su Misericordia sobre las almas de nuestros queridos difuntos!
Para acceder a la coronilla de las almas purgantes HAGA CLICK AQUI

viernes, 25 de octubre de 2013

Mensaje del 25 de octubre

                 Mensaje del 25 de octubre

 “Queridos hijos: Hoy os invito a abriros a la oración. La oración hace milagros en vosotros y a través de vosotros. Por eso, hijos míos, en la simplicidad del corazón, pedid al Altísimo que os dé la fuerza de ser hijos de Dios y que Satanás no os agite como el viento agita las ramas. Hijos míos, decidíos nuevamente por Dios y buscad sólo Su voluntad, y entonces encontrareis en Él alegría y paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!".

lunes, 21 de octubre de 2013

Meditación sobre los sentimientos de Dios hacia María

Envío número: 579 - 20 de octubre de 2013 
 
El grito de Dios
Meditación sobre los sentimientos de Dios hacia María
Pensaba que hay momentos en la vida en que nos sentimos infinitamente orgullosos de alguien que amamos de corazón. Si somos padres, vemos el gesto de un hijo o una hija que por primera vez nos sorprende con un signo de adultez, de madurez, y no podemos dejar de emocionarnos hasta las lágrimas mientras nuestro corazón exclama en un grito ¡ese es mi hijo!
 
En la vida matrimonial, hay momentos en que nos quedamos en silencio observando un gesto de nobleza o de ternura que proviene de nuestra esposa o esposo, y nuestro corazón se inflama de orgullo y grita ¡gracias Dios por haberme dado un matrimonio tan bendecido!
 
Y por supuesto, nos suele ocurrir que ya maduros en la capacidad de admirar la verdadera sabiduría, advertimos un gesto de nuestro padre o nuestra madre, y viéndonos reflejados en ellos como en un espejo, nos derretimos en el orgullo de provenir de esa rama del árbol de la vida. Nuestra alma grita en agradecimiento por haber sido bendecidos en ellos.
 
Son momentos de recogimiento interior en los que la luz de la vida nos permite admirar lo esencial, lo que realmente hace la diferencia, desprovistos de la confusión del día a día. Nos ubicamos en nuestro centro y vemos con claridad, por un instante, aquello de bueno que Dios ve en el hombre. Pensemos que el Señor sufre con nuestros errores y con nuestras dudas, pero también se siente feliz cuando contempla gestos de amor y bien en nosotros, Su creación.
 
Esta relación tan extraordinaria que nos une a nuestro Creador es difícil de entender con una fe humana, o con pura razón. Hay que apelar a una fe sobrenatural, que trascienda los límites de la razón, para comprender la verdadera medida en que Dios nos ama. Si comprendiéramos de cuanto Amor es capaz Dios, yo creo que moriríamos en el acto porque no seríamos capaces de afrontar la tristeza de haberlo decepcionado tantas pero tantas veces.
 
Pero El nos ama tanto, que nos invita a ir descubriendo Sus misterios paso a paso, como un Verdadero Medico de Almas que da la medicina del modo que mejor haga a Su paciente. Como pacientes de ese Médico, debemos no solo aceptar su tratamiento sino que más importante aún, tomar Su medicina. ¿Cuál es esa medicina se preguntarán ustedes? Pues es Su Palabra, Su Palabra que es la fuente de la Vida Eterna.
 
Así, Dios nos conoce hasta en el más recóndito rinconcito de nuestra alma. Hablamos de un conocimiento personal, intimo, porque El nos mira y analiza a cada instante, hasta en lo más profundo de nuestro ser. Y aunque creamos que no lo merecemos, Su Infinito Amor nos hace objetos de Su tiempo y Su dedicación, a cada instante, ahora mismo.
 
Siente al Señor en tu corazón, ahora. Siente Su Mirada sobre la tuya, pero desde tu interior, porque allí está El. Dile, con sinceridad: “En Tu presencia Señor, me pongo en Tu Presencia. Aquí y ahora, abandono todas mis preocupaciones y pensamientos, abandono el mundo, y me pongo a Tu entera disposición. Habla, Señor, que Tu siervo escucha”. Estos diálogos son parte de la mística católica que durante siglos busca en la contemplación, el encuentro de la criatura con su Creador.
 
Con esa misma Mirada Divina que nos prodiga, a cada uno de nosotros, El mira también a la máxima obra de Su Creación, la más excelsa joya de Su Corona, la que una vez fuera simplemente María y hoy es la Reina del Cielo y  la Tierra. Amada por Dios en forma plena, Ella lo hizo feliz en Su vida en la tierra, y lo hace feliz en el Cielo hoy también. María, nuestra Madre Celestial, hará feliz a Dios por toda la eternidad, sin medida, sin tiempo.
 
Meditando en esta especialísima relación entre nuestro Dios Trino y tan maravillosa Mujer, no pude dejar de imaginarme la reacción de nuestro Señor ante los gestos y los actos de esta Jovencita de Palestina, lo que siente Dios cuando mira el interior del Inmaculado Corazón de María. ¡Qué orgulloso está El de la respuesta que Ella da a Sus pedidos!
 
Por eso, se escuchó en el Reino el Grito de Dios retumbar en todas sus habitaciones:
 
¡Esa es Mi Hija!, gritó Dios Padre.
¡Esa es Mi Esposa!, exclamó alborozado el Espíritu Santo.
¡Esa es Mi Madre!, Dijo en lágrimas Jesús, mientras corría a abrazarla y levantarla en brazos como hace un Hijo orgulloso de Su Mamá.
 
Y yo, pequeño mortal admirado de la trascendencia de semejante escena, no puedo más que cerrar los ojos y en silencio agradecer a Dios, en Su Santísima Trinidad, por haberme hecho a mí, también, hijo de tan extraordinaria Madre.
 
 

  
María es la Joya más preciada de la Corona del Rey

Oración para librarnos del Purgatorio



 
 
Promesa hecha por Jesús a Santa Brígida de Suecia
 
Agradecemos a los Sacerdotes que brindan sus Misas y a la comunidad orante por sus diarias oraciones por los pedidos de rezos hechos por nuestros asociados
 
 
Santa Brigida de Suecia recibió abundantes revelaciones del Señor sobre las almas purgantes, y en particular fue bendecida con una promesa de liberación del purgatorio para quien cumpla con una oración diaria durante 12 años de forma ininterrumpida.
 
El esfuerzo y el compromiso es grande, pero según lo revelara Jesús a la santa, quien tenga la perseverancia y rece en forma diaria estas siete oraciones con devoción, se acercará a la purificación que sufrieron los mártires, y al merecimiento de su corona.  Las palabras deben ser rezadas meditando su significado, hablando al Señor en forma sincera mientras se reza. También la familia del alma devota recibirá abundantes Gracias del Señor. 
 
Verán al fin del texto un documento de Su Santidad Juan Pablo II sobre Santa Brigida, para que conozcamos quien fue esta excepcional alma, mientras meditamos sobre adoptar el consejo que Jesús le diera.
 
Esta devoción ha sido declarada buena y recomendada tanto por el por el Sacro Collegio de Propaganda Fidei, como por el Papa Clemente XII.- El Papa Inocencio X confirmó esta revelación como “venida del Señor”.