"Es ya hora- dice Jesús a Margarita el 17 de marzo de 1972- de que los dirigentes de cada país, los responsables de grupos, comunidades, los jefes de familias, las jerarquías religiosas y demás, se ocupen de la formación de la juventud.
Según vosotros, ¿quién es responsable de la terrible mentalidad de dicha juventud?
Hay que hacer todo lo posible para dominar a los asesinos de las almas, explicando a éstas los peligros que corren dejándose seducir por las necedades que les sirven. Yo, vuestro Dios, llamo a todas las almas de buena voluntad, para que, por su generosidad, la Luz disipe las tinieblas que encarcelan a estos pobres niños, y que, al fin, conozcan el verdadero y único amor que puede colmar sus corazones y hacia el cual aspiran sin saberlo.
Mirad, hijos míos, la llaga inmensa de este siglo infernal.
Pobre juventud, contaminada por la cobardía de los que no hacen nada para salvarla.
Ni siquiera ven la podredumbre que se extiende en pleno día y que destroza el alma de los justos. El sentido de la moral cristiana no es más que objeto de burla. ¡Ay, hijos míos, no disculpéis vuestros agravios, pues son enormes!.
YO SE Y YO SOY. Y parecéis olvidarlo."
Mas adelante el día 29 de diciembre de 1973 Jesús dice a Margarita:
"La educación sexual de los niños, ¿produce acaso en éstos, sentimientos de castidad, de decencia, de respeto a la vida y de obediencia a mis Mandamiento?
Para estos pobrecitos, esto crea una inquietud que excita su curiosidad y les incita a satisfacerla con una experiencia personal.
¿Es eso la Ley de Dios?
La naturaleza no tiene ninguna necesidad de estos saboteadores de la angélica pureza del niño, pues ella misma, le inicia a la vida, en el momento apropiado. Mirad en estos niños los frutos de la perversidad. Sus verdugos destruyen los sentimientos de respeto, de veneración debida al sacerdocio del pastor y a la autoridad del padre y de la madre. La emancipación de la juventud, ... forma seres amargados en contra de la sociedad, a veces con razón, pero sin moderación. Sacuden todo yugo, por suave que sea, incluso el vínculo familiar es demasiado pesado para ellos. Los niños, llenos de vida y de generosidad, andan extraviado por unos senderos azotados por el viento y la tempestad de la contestación, y las pasiones están sueltas.
¿Cuál será el porvenir del mundo si no se les devuelve el sentido de los hermoso, de lo sagrado, del amor puro, de la decencia y de las verdades eternas?
Que las almas pequeñas se alcen con fuerza contra los destructores de mis Mandamientos en las almas que se deben formar para mi Gloria y mi Amor"