Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

lunes, 21 de diciembre de 2015

EL FIN DE LOS TIEMPOS. SIGNOS.


by pajares95
Rubbio (Vicenza), 31 de diciembre de 1992
Última noche del año
El fin de los tiempos
“Dejaos instruir dócilmente por Mí, hijos predilectos. En esta última noche del año, recogeos en la oración y en la escucha de la palabra de vuestra Madre Celestial, Profetisa de estos últimos tiempos.
No paséis estas horas en el estrépito y en la disipación, sino en el silencio, en el recogimiento, en la contemplación.
Os he anunciado varias veces que se aproxima el fin de los tiempos y la venida de Jesús en gloria. Ahora quiero ayudaros a  comprender los signos descritos en la Divina Escritura, que indican que ya está próximo su retorno glorioso.
Estos signos están claramente indicados por los Evangelios, y las Epístolas de San Pedro y San Pablo, y se están realizando en estos años.
El primer signo es la difusión de los errores que llevan a la pérdida de la fe y a la apostasía.
Estos errores son propagados por falsos maestros, y por célebres teólogos que ya no enseñan la Verdad del Evangelio, sino perniciosas herejías, basadas en errados y humanos razonamientos.
Y es a causa de la enseñanza del error, que se pierde la verdadera fe y se difunde por todas partes la gran apostasía.
“Estad atentos y no os dejéis engañar. Porque muchos tratarán de engañar a una multitud. Vendrán falsos profetas y engañarán a muchísimos”. (Mt. 25,5-9)
“El día del Señor no vendrá antes de que se haya producido la gran apostasía”. (“Ts. 2,3)
“Habrá entre vosotros falsos maestros. Intentarán difundir herejías desastrosas y se pondrán, incluso, en contra del Señor que les ha salvado. Muchos los escucharán y vivirán como ellos una vida inmoral. Por su culpa, la fe cristiana será despreciada. Por el deseo de riqueza os engañarán con razonamientos equivocados”. (Pt. 2,1-3)
–El segundo signo es el estallido de guerras y luchas fratricidas que llevan al predominio de la violencia y del odio y a un general enfriamiento de la caridad, mientras se hacen cada vez más frecuentes las catástrofes naturales como epidemias, carestías, inundaciones y terremotos.
“Cuando oigáis hablar de guerras, próximas o lejanas, no tengáis miedo; es necesario que esto ocurra.
Los pueblos combatirán los unos contra los otros, un reino contra otro reino. Habrá carestías y terremotos en muchas regiones. Todo esto será sólo el inicio de sufrimientos mayores.
El mal estará tan difundido que el amor de muchos se enfriará. Pero Dios salvará al que persevere hasta el fin”. (Mt. 24,6-12).
–El tercer signo es la persecución sangrienta de aquellos que se mantengan fieles a Jesús y a su Evangelio y permanezcan firmes en la verdadera fe. Entretanto, el Evangelio será predicado en todas partes del mundo.
Pensad, hijos predilectos, en las grandes persecuciones a que viene sometida la Iglesia y en el celo apostólico de los últimos Papas, sobre todo, de mi Papa Juan Pablo II llevando a todas las naciones de la tierra el anuncio del Evangelio.
“Seréis encarcelados, perseguidos y matados. Seréis odiados por todos por Mi causa. Entonces muchos abandonarán la fe; se odiarán y se  traicionarán el uno al otro. Entretanto será predicado el Evangelio del Reino de Dios en todo el mundo; todos los pueblos lo escucharán.
Y entonces vendrá el fin”. (Mt. 24,9-10).
El cuarto signo es el horrible sacrilegio, realizado por aquél que se opone a Cristo, esto es por el Anticristo. Entrará en el templo santo de Dios y se sentará sobre su trono haciéndose adorar a sí mismo como Dios.
“Éste vendrá a oponerse contra todo lo que los hombres adoran y llaman Dios. El malvado vendrá con la potencia de Satanás, con toda la fuerza de falsos milagros y de falsos prodigios. Hará uso de todo género de engaño maligno para hacer el mal”. (2Ts. 2,4-9)
“Un día veréis en el lugar santo a aquél que comete el horrible sacrilegio. El profeta Daniel ha hablado de él. El que lee, que entienda”. (Mt. 24,15).
Hijos predilectos, para comprender en qué consiste estehorrible sacrilegio, leed cuanto está predicho por el profeta Daniel.
“Anda Daniel, estas palabras deben permanecer ocultas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados, blanqueados y acrisolados; pero los impíos continuarán obrando impíamente. Ninguno de los impíos entenderá estas cosas, pero los sabios comprenderán.
Ahora bien, desde el tiempo en que será abolido el sacrificio perpetuo y será erigida la abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días. Dichoso el que espere con paciencia y llegue a mil trescientos treinta y cinco días”. (Dn. 12,9-12).
La Santa Misa es el sacrificio perpetuo, la oblación pura que es ofrecida al Señor en todas partes desde la salida del sol hasta el ocaso.
El sacrificio de la Misa renueva el llevado a cabo por Jesús en el Calvario. Acogiendo la doctrina protestante, se dirá que la Misa no es un sacrificio, sino tan sólo la santa cena, esto es, el recuerdo de lo que Jesús hizo en su última cena. Y así será suprimida la celebración de la Santa Misa. En esta abolición del sacrificio perpetuo consiste el horrible sacrilegio, llevado a cabo por el Anticristo, el cual durará tres años y medio, es decir, mil doscientos noventa días.
–El quinto signo está constituido por los fenómenos extraordinarios, que se suceden en el firmamento del cielo.
“El sol se oscurecerá, la luna perderá su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las fuerzas del cielo se conmoverán”. (Mt. 24,29)
El milagro del sol, acaecido en Fátima durante mi última aparición, quiere indicaros que ya habéis entrado en los tiempos en los que se cumplirán estos acontecimientos, que os preparan al retorno de Jesús en gloria.
“Entonces se verá en el cielo la señal del Hijo del Hombre. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán, y los hombres verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y majestad”. (Mt. 24, 30-31)
Mis predilectos e hijos consagrados a mi Corazón Inmaculado, os he querido instruir sobre estos signos, que Jesús en su Evangelio os ha indicado, para prepararosal fin de los tiempos, porque éstos se están realizando en vuestros días.
El año que acaba y el que empieza, forman parte del tiempo de la gran tribulación, durante la cual, se difunde la apostasía, se multiplican las guerras, suceden en muchos lugares catástrofes naturales, se intensifican las persecuciones, el anuncio del Evangelio es llevado a todos los pueblos, ocurren fenómenos extraordinarios en el cielo y se hace cada vez más próximo el momento de la plena manifestación del Anticristo.
Ahora os invito a permanecer fuertes en la fe, seguros en la esperanza y ardientes en la caridad.
Dejaos llevar por Mí y recogeos todos en el seguro refugio de mi Corazón Inmaculado que Yo os he preparado precisamente para estos últimos tiempos.
Leed Conmigo los signos de vuestro tiempo y vivid en la paz del corazón y en la confianza.
Yo estoy siempre con vosotros, para deciros que la realización de estos signos os indica con seguridad que está próximo el fin de los tiempos, con el retorno de Jesús en gloria.
“De la higuera aprended esta parábola: Cuando ya sus ramas se ponen tiernas y brotan las primeras hojas conocéis que está cerca el verano. Del mismo modo cuando veáis suceder estas cosas sabed que vuestra liberación está cerca”. (Mt. 24,32-33).”
(Mensaje de la Santísima Virgen al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano)

MI PRESENCIA EN LA EUCARISTIA.


by pajares95
MI PRESENCIA EN LA EUCARISTÍA20.01.2001
Semana de la Unidad
Señor, ¿por qué has hecho a tantos ciegos a Tus Obras? ¿Se debe a su obstinado rechazo a arrepentirse y reconciliarse? Enséñame y pronuncia Tu Voluntad...
Ah, hijita Mía... ¡Mi Voluntad es que trabajes con amor a la luz de Mi Espíritu! Mi Espíritu está clamando, hoy más que nunca, por la reconciliación entre Mis pastores. Para salvarse, todos deben arrepentirse y reconciliarse. Que cada pastor examine su senda: "Piensa, pastor, en el amor que Mi Padre, Yo y el Espíritu Santo te prodigamos en cada momento de tu vida..."
Ah, hija, no te imagines que no Me percato de las exigencias de la misión que te he encomendado. Unir Mi Casa no es una tarea fácil, ¡menos aún revivirla! Pero ten ánimo, pues no estás sola. Yo estoy contigo. No te desanimes por los que no perciben Mi Plan en ti. He quitado la vista a los que claman "vemos", y se la he dado a aquellos que no podían ver. Sé un modelo de unidad para el resto del mundo y, mediante tus sacrificios, suscita la reconciliación entre los hermanos.
Satanás se ha propuesto hacer la guerra contra Mi Iglesia. Ataca con violencia lo que Yo he comprado con Mi Propia Sangre. Mantiene dividida Mi Iglesia maldiciendo a todo corazón fiel que profese la Verdad y Mi Ley.
Muchos de vosotros que pertenecéis a la Iglesia, hoy la estáis saqueando. La saqueáis negándoos a reconocer Mi Cuerpo en la Eucaristía y a participar de Mi Divino Misterio de la manera que Yo verdaderamente lo instituí. Estáis saqueando Mi Casa cuando se pretende medir la magnificencia de Mi Divinidad y de Mi Presencia en la Eucaristía. Estáis saqueando Mi Casa de muchas otras maneras. Las Escrituras nunca mienten y no pueden ser rechazadas, pero vosotros rechazáis partes de ella, saqueándola también de ese modo. He dado apóstoles a Mi Iglesia para enriquecerla, he suscitado y le he dado profetas, maestros y, después de éstos, milagros, el don de curación y varios otros dones. Pero vosotros estáis despojando Mi Casa; la estáis saqueando hoy.
Mis Ojos son demasiado puros para posarse sobre esta rebelión. Así pues, no os sorprendáis cuando Yo llamo. No os sorprendáis cuando Yo, en Mi Infinita Benevolencia y Misericordia, desciendo hasta vosotros, creación, para mirar por la ventana de vuestros corazones. No os sorprenda que, a pesar de vuestra impresionante miseria, os esté ofreciendo un rico e inmerecido banquete, y que, con regia prodigalidad y majestad, venga a revestiros de Mí Mismo, a fin de que, cuando Mis Ángeles os conduzcan a las eternas alegrías del cielo y a Nuestra Corte, seáis reconocidos como carne de Mi Carne, hueso de Mi Hueso. Entonces se anunciará el veredicto:
"De acuerdo con la vida que esta alma llevó mientras estaba en la tierra, es digna de la dote celestial de una esposa, puesto que ha permanecido fiel a La Esposa1 Esta alma, a pesar de todas las pruebas que le he estado enviando, sacudiéndola como un barco en medio de la tempestad, se ha adherido a Mí y ha permanecido unida a Mí, como la ostra se pega a la roca. Al permanecer así unida a la Esposa 2 y a Mí, el Esposo, 3 dicha alma ha compartido Mi Divinidad. Su unión con Mi Espíritu la cristalizó, transformándola para hacerse divina. 4 Y como el sol, sus propios rayos la iluminaban, porque Me poseía dentro de sí. La gloria de Mis hijos e hijas deificados aquí en el cielo, es ahora también la suya. Esta es la dote que recibirá del Esposo Mismo. Él es la Dote... ¡Ven, ven y comparte las alegrías del cielo y del Mismo Dios para siempre jamás!"
Oh, si supieras, generación, cuántas veces he cedido Mi Cetro Real... Cuánto anhelo decir a cada alma: "Amada Mía, ven, camina por la senda de tu Hogar permanente, la única verdadera morada y el único Lugar de Descanso Verdadero para tu alma. Ven y entra en la cámara nupcial de Mi Corazón. Te invito a seguir el camino de virtudes que conduce hasta Mí. Como tierno Esposo, adornaré tu alma con Mis Tesoros; pero, ante todo, adornaré tu alma con Mi Divinidad. Te adornaré majestuosamente como a una reina,5 con Mi Nombre y con Mi misma Presencia. Haré de tu alma un altar viviente, un himno permanente cantado a Mí, tu Dios. Yo, el gran Rey, Aquél que está más allá de la naturaleza, Me mezclaré con tu alma para que tú y Yo nos hagamos uno.
Por ti misma nada puedes, por esto Mi Presencia, que es pura Luz, es indispensable para iluminar por gracia todo tu cuerpo. Y, de igual modo que Me revelo a Mis ángeles, Me revelaré a ti a través de esta luz y sólo entonces podrás decir:
"Puedo ver..."
Entonces, haré que Me conozcas. Conversaré contigo, y tú Conmigo. El Dios Trino por naturaleza se inclinará del todo para conversar con el que Yo he re-creado y se ha convertido por gracia en un dios nacido de Mí, un heredero adoptivo de Mi Reino. Tú, que eres tan débil y tan corruptible, si te arrepientes verdaderamente al mirar tu alma tan deplorable, puedo hacerte semejante a Mi Imagen Perfecta".
Mi obra y Mi plan, que es el esplendor de vuestros tiempos tan malvados, es atraer a todas las almas al interior de Mi Sagrado Corazón. Entonces toda Mi Gloria les será revelada en este Corazón y toda la humanidad reunida Lo verá. Sí, ciertamente, Mi intención es atraeros a todos tras la estela de Mi Gloria. A partir de ahí Yo seré vuestra porción, vuestro deleite, vuestro Esposo revestido de Mi Gloria. Y como un esposo que se deleita en su esposa, os susurraré al oído en nuestros esponsales:
"Y ahora ven y bendice a tu Señor de todas las cosas; el Hacedor de grandes hechos está en todas partes. Ven junto a Mí, pues Yo soy tu protector y tu apoyo. Mi amante esposa, que consintió oírme: que puedas alegrarte en Mí, tu Señor. Que Yo pueda permanecer en tu corazón como mezcla de incienso, y que Mis Palabras sepan 6 en tu boca tan dulces como la miel, cuando las comas. Que ellas sean como música en tus oídos, amada Mía".
Entonces te revelaré los tesoros que había guardado para tu generación: te ofreceré el tesoro de Mi Misericordia, enseñándote que, en Mi Misericordia, se pronuncian Palabras que salen de Mi Boca. Con Mis Palabras resucito a los que están muertos espiritualmente, reformo a los apóstatas, curo a los enfermos y libero a los cautivos. Mi Boca es como una espada afilada.
Con Mi Palabra formo, por Mi Misericordia, a profetas que acosarán a los que viven en la oscuridad, pero que consolarán a Mi pueblo. Por Mi Misericordiaabro los ojos de los ciegos, y a los que yacen bajo capas de polvo, los levanto para que contemplen la Luz. Y a todos los que confiaban en su propio poder, les revelo, por Mi Misericordia, Mi Gloria y Majestad, a fin de que sus corazones se vuelvan hacia Mí, su Dios.
En estos días de gracia, Mi Misericordia es uno de los más grandes tesoros que ha reservado Mi Corazón para vuestros tiempos. No es que Yo haya dejado nunca de inundaros de Mi Misericordia, sino que, en vuestros tiempos, que son tan malvados, muestro más compasión que nunca hacia aquellos que están encorvados en el polvo y sus cuerpos aplastados contra el suelo por el pecado. En el desierto de vuestro corazón, he plantado semillas celestiales para que todo el mundo pueda ver y conocer la grandeza de Mi Misericordia.
Además, ¿no he dicho Yo también que en los últimos días Mi Espíritu será derramado sobre toda la humanidad, por muy miserables que seáis? Esta es la riqueza de Mi gracia... Hoy os levanto por gracia. En Mi Misericordia, estoy derramando Mis gracias sobre vosotros para haceros entender quién es Aquél que trae la libertad, y quién es el Dador de Vida, a fin de que podáis ver qué magníficas glorias os aguardan. Vuestra época tiene más muertos que vivos por sus pecados, su impiedad, y su indiferencia hacia Mí.
Desde que el mundo fue creado, nunca he dejado de demostrar Mi poder sempiterno y Mi deidad. Se Me conoce por todas las cosas que han llegado a ser desde el no-ser. Luego entonces, incluso en vuestra sustancia terrenal, Yo puedo vivir en vosotros, puedo traer esta sustancia terrenal a la vida; es por gracia por lo que habéis sido resucitados. Así pues, ¿tendré que ver siempre a Mis criaturas en obras de rebelión, dirigiéndose a la muerte? ¿No habría de actuar conMisericordia?
Conmigo hay grandes riquezas, abundancia duradera que enriquece a los que se aproximan a Mí con un corazón contrito. En nuestros esponsales os ofreceré el tesoro de saber cómo poseerme, el tesoro del Conocimiento del Dios Trino y de Comprenderle. ¿No habéis oído que sólo por Santa Sabiduría se construye una casa y que por la comprensión se la fortifica? ¿Que por el conocimiento se llenan sus almacenes con riquezas de toda clase, raros tesoros de valor divino y tan deseables para los sabios de todos los tiempos?
En otras palabras, al conocerme a Mí, vuestra alma y vuestra mente se llenan de Mi Luz trascendente y de Mi Gloria. Vuestra alma se llena de Mi Divinidad, de Mí Mismo. Entonces, y sólo entonces, vuestro corazón se aplicará a la disciplina y vuestros oídos a la instrucción, persiguiendo la Verdad y apreciándola sumamente. Incluso, amados Míos, vuestra misma naturaleza será transformada en Mi Deidad. Todos vuestros propósitos serán movidos por Mi Santo Espíritu, que incansablemente ha estado quitando la escoria de vuestro interior, para dotar vuestro espíritu de Mi Espíritu y, por Mi Espíritu, de la Abundancia Imperial que es Mi Soberanía.
Preguntaréis: "¿Y qué es comprender a Dios?" Comprenderme es el primer principio de la Sabiduría. Es reconocerme como vuestro Dios y temerme. Temerme es evitar todo mal.
Es también haberme visto con vuestros ojos espirituales mientras estáis aún en la tierra. Es esencial para cada uno de vosotros haberme saboreado mientras estáis en la tierra. Es importante para cada alma buscar esta visión; 7 y, si vuestra alma no ha sido capaz de alcanzar Mis alturas, 8 luchad y perseverad para elevar vuestro espíritu por medio de la contemplación. ¿De qué otro modo conoceréis a vuestro Dios? Si no Me habéis visto, ¿cómo seréis uno de Mis hijos e hijas, ataviados con Mi Luz Tres Veces Santa?
Yo no soy inaccesible ni inalcanzable, puesto que Me mezclo con vuestra alma. Yo Me uno a vosotros y nos hacemos uno. Luego, una vez unidos, hago posible que Me conozcáis para recordaros vuestra herencia. Con majestad y esplendor, conduzco vuestra alma hacia Mis profundidades para revelarme con regia prodigalidad. Habéis leído que las profundidades de Dios sólo pueden conocerse por medio del Espíritu, a fin de comprender las cosas espirituales. Dicen las Escrituras:
"Una persona no espiritual es la que no acepta nada del Espíritu de Dios. Todo lo ve como necedad. Está más allá de su entendimiento, porque sólo se puede entender por medio del Espíritu".
Un hombre espiritual, por el contrario, es capaz de juzgar el valor de todas las cosas, y su propio valor no ha de ser juzgado por otros hombres. Como dicen las Escrituras: "¿Quién puede conocer la mente del Señor? Así pues, ¿quién puede enseñarle?" 9
El tesoro de conocerme y comprenderme es el cielo en la tierra en todo momento. Es conducirse con amabilidad, justicia e integridad, en la tierra. Cuando recibáis este tesoro por gracia, a través del Espíritu Santo, conoceréis Mi Voluntad en vosotros. Nosotros dijimos una vez: "Si alguno quiere jactarse que se jacte de esto: de comprenderme y conocerme..." 10 Este tesoro está por encima del precio de las perlas. Ah, luego viene el tesoro de la intimidad, de la intimidad Conmigo, vuestro Dios. Las llamaradas que salen de vuestro corazón, por un amor ardiente, serán los primeros signos de vuestra intimidad Conmigo. Los periodos prolongados de sed de Mí, buscándome incesantemente, serán el alba de vuestra cercanía a esa íntima unión que tanto deseo de cada alma, para que puedan venir a saborear Mi Dulzura. Y, con toda vuestra alma, entraréis en las delicias del cielo, y cantaréis en el cielo las melodías de Mis ángeles, en honor de la Misericordia que Yo he tenido con vosotros.
Entonces, así como David clamó hacia Mí una vez, inflamado por su amor, también vosotros clamaréis hacia Mí con sus mismas palabras:
"Dios, Tú eres mi Dios, por Ti suspiro. Mi corazón tiene sed de Ti, mi cuerpo tiene ansia de Ti... Sin Ti, me siento dentro de mí como tierra de sequía, agotada y sin agua. Anhelo contemplarte. En el lecho pienso en Ti, medito en Ti toda la noche, mi alma se aferra a Ti... 11 Aunque soy joven 12 me has dado más entendimiento que a los de edad madura, 13porque guardo Tus divinas enseñanzas. Oh, cuán deliciosa es Tu amistad, mi dulce Dios... Tu Presencia, tan íntimamente entremezclada con mi alma, me llena de gozo y es más dulce que la miel. Tu fragancia perfuma todo el universo y embriaga mi alma, vigorizando mi mismo ser".
En vuestro despertar descubriréis que Yo soy vuestro Bienamado, vuestro Cielo, vuestro Edén, y que en Mí podéis vivir. Descubriréis, a Mi Luz, que Yo he puesto en vuestro corazón la magnificencia de Mis Obras, y alabaréis Mi Santo Nombre. Descubriréis que Mi Mirada sobre vosotros es como un imán, y Me alegraré al miraros, pues estaré mirando Mi Propio reflejo. Estaré mirándome a Mí Mismo en vosotros... Así pues, no os sorprendáis cuando venga a vosotros para deciros:
"Ahora Yo soy vuestro Gobernador y no tengo otro deseo que verme a Mí Mismo en vosotros. Mi Presencia en vosotros enciende un deseo y una sed de Mí, semejante a una llama. Aspiraré cada suspiro de anhelo como un perfumado ramo de rosas que Me mitiga las ofensas que hacen los hombres contra Nosotros. 14 Yo soy Perfecto y os quiero también perfectos. ¿No habéis leído: según es el que gobierna, así serán los habitantes de su ciudad..." 15
Entonces Yo, a Mi vez, os revelaré las huestes celestiales, mientras canto para vosotros religión y rectitud en poesía. Reuniré a todos los santos del cielo, convocaré a toda la corte del cielo para revelarle Mi majestad y Mi soberanía en vosotros, y cómo hice de vosotros una diadema real para Mi Cabeza; un real prodigio de vuestros tiempos. Todos vuestros ornamentos serán divinos, pues habrán sido ofrecidos por Mí. Vuestra anterior esclavitud se convertirá en libertad en Mí.
Hoy miro hacia abajo, desde el cielo, para contar los limpios de corazón. ¿Qué he de decir? ¿Fue Mi sacrificio en vano? Mi Espíritu está quebrantado... Me he sacrificado por vosotros para liberaros de toda maldad y para purificar a un pueblo que pudiese ser el Mío Propio, y que no tuviese otra ambición que hacer el bien.
He hecho todo para que pudierais ser justificados por la gracia y os hicierais herederos de Mi Reino. Os he estado enseñando intensamente a todos, y con gran compasión, Mi Ley, renovándoos con el Espíritu Santo de Gracia, incluso hasta repetirme invariablemente. Ahora os enseño y os doy instrucciones a la manera de la Santa Sabiduría. No es una nueva doctrina sino la misma de la Esposa, 16 en la que podéis confiar.
Todos vosotros pertenecéis a Mi Casa, pues he comprado Mi Casa con Mi Propia Sangre y he derramado cada gota de Mi Sangre por todos... vosotros sois Mi Casa.. 17Hija, tú Me has pedido al principio 18 que pronunciara Mi Voluntad.
Os repito a todos que Mi Voluntad es que trabajéis con amor a la Luz de Mi Espíritu, para que podáis ser todos uno. Ic.
El mensaje de arriba no fue dado en un solo día. Comenzó el 20 de Enero y continuó durante varias semanas y a lo largo de los meses siguientes, debido a mis viajes intensivos.

1 La Iglesia, también Esposa de Cristo
2 La Iglesia
3 Jesucristo
4 Dios por participación
5 Cuando Cristo habla de almas se refiere al alma en femenino. El término 'reina' que usó Cristo tiene la misma explicación
6 De un modo figurativo uno puede 'comer' las Palabras de Dios...
7 La visión de Dios
8 El Señor quiere decir 'Él Mismo'
9 1Co 2, 14-16
10 Jr 9, 23
11 Sal 63. Extractos
12 Debido al renacimiento por el Espíritu
13 Los eruditos
14 La Santísima Trinidad
15 Si 10, 2
16 La Iglesia
17 Hb 3, 6
18 De este mensaje
previous index next
pajares95 | 21 diciembre, 2015 en 

UN ANGEL HABLO DE LA COMUNION.


by pajares95
ORACIONES ENSEÑADAS POR EL ANGEL EN FATIMA. 
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
(Los niños rezaban estas dos oraciones de rodillas y con la frente inclinada hacia el suelo)

DIOS MANDA UN ANGEL PARA DECIRNOS QUE JESUS ESTA OFENDIDO EN LA HOSTIA CONSAGRADA.
QUE JESUS ES VERDADERA COMIDA Y VERDADERA BEBIDA.

QUIEN NIEGA LA PRESENCIA DEL SEÑOR EN LA SANTA COMUNION, SIENDO SACERDOTE. NO PUEDE IR AL CIELO.

sábado, 19 de diciembre de 2015

DEBERIAN ESTAR LUCHANDO POR SALVAR ALMAS.


by pajares95
JESUS. DADO A DANIEL DE MARIA.
-Hoy se respira la pureza de aquella que vino al mundo con un fin, dar a luz aquel que fue engendrado en un vientre santo, Yo soy el que nace de una mujer pura elegida por Dios predestinada a los hombres, la que humilde dio a luz la salvación al mundo y que a los hombres como hijos adopto, ella hoy os regala su maternal llamado cubriendo gran parte de la tierra con invocaciones que invitan con la misma humildad a recibir los signos que os hacen creer en lo que no veis y acercarse a sus maternales cuidados, donde el amor de su corazón inmaculado da testimonio de la enseñanza de una madre que busca cortar las distancias con aquellos que en sus pecados se han alejado de la gracia cortando el cordón que les unía y mantenía cerca entregándoles la alimentación espiritual de aquellos que peregrinando debían llegar hasta su santuario a ofrecer el arrepentimiento ofrendando su conversión por los muchos dolores causados.-
J.-Supieran el sufrimiento de una Madre cuando pierde a un hijo. los que han pasado por ese dolor encontraran la razón para saber que en mi está en el dolor el deseo de salvarles a muchos sirviendo de intermediaria está la más humilde de las mujeres la llena de gracia que llama a todos hombres que no saben o no se dan cuenta lo que están perdiendo al no sintonizar su alma con los susurros con que llama a sus corazones para que unidos a ella conozcan la verdad, haced actos de arrepentimiento y reparación dejad las faltas que os impiden avanzar, ella les conducirá por los caminos del bien, todo aquel que se acoge a su maternal afecto no es defraudado y tiene asegurada la victoria, ella aplastara con su talón el veneno que brota de la boca de serpientes venenosas que muerden y envenenan a hijos que vivos deberían estar junto a Mi luchando por salvar a sus hermanos.-Jesús

ENCUENTRAN UNA PERRA EN BRAZOS DE JESUS.


by pajares95
Monsenhor Edmilson José Zanin se encontró una estampa de lo más tierna cuando se disponía a preparar su la Misa diaria. Ocurrió en la Iglesia Matriz de Aguas de…

viernes, 18 de diciembre de 2015

LO QUE HAN DICHO PAPAS Y SANTOS SOBRE LA COMUNION EN LA MANO


by pajares95
>LO QUE HAN DICHO PAPAS Y SANTOS:
Santo Tomás de Aquino :( 1225-1274) "Para reverenciar este Santo Sacramento (La sagrada Eucaristía),nada lo toque, salvo lo que está consagrado; así como la Hostia y el Cáliz están consagrados, así lo están las manos consagradas de los sacerdotes, para tocar este Sacramento". Summa Theológica, Parte III; Q.82, art3, Rep 8).
San Francisco de Asís: (1182-1226) “Sólo ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros” (Carta 2ª, a todos los fieles, 35).
(Jesucristo a…) Santa Brígida de Suecia, + 1373: "Mira, hija mía, les obsequio cinco cosas a mis sacerdotes (…), y en quinto lugar el privilegio de tocar con sus manos mi Carne Sagrada".
San Sixto I ( a.115) "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor".
El Papa San León el Grande (440-461): "Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a la práctica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente".
Católico: Si amas a Cristo, nunca recibas la Sagrada comunión en la mano, pues ahí quedan partículas que caerán al suelo o en cualquier otro sitio, pues el seglar no purifica sus manos como lo hace -o debe hacer- el sacerdote al final de la liturgia, ni tiene las manos consagradas. Además, esta práctica ha mostrado que permite el robo de formas consagradas por parte de grupos satanistas que las ocupan para su profanación, aspecto que ha sido denunciado por la misma Roma. Además, propicia sacrilegios como los que se observan en el video. Por todo lo anterior, no contribuyamos -de ninguna manera- a esta costumbre desacralizadora que favorece todo tipo de profanaciones e irreverencias.

PONED TODO EN MIS MANOS


by pajares95
>poned todo en mis manos y asi tendre ovillos que tejer esos ovillos que son la esperanza en Dios . Poner la mirada en Cristo para que pueda sondear vuestras almas y ver la profundidad de ellas sin barreras.
pag. 14 libro Huellas de Cristo. Maria Santisima.

LOS MALOS SACERDOTES SON TRAIDORES DE DIOS


.

by pajares95
Palabras del Señor a la esposa sobre la adhesión a la Nueva Ley; sobre cómo esa misma Ley es ahora rechazada y desestimada por el mundo; sobre cómo los malos sacerdotes no son sacerdotes de Dios sino traidores de Dios, y acerca de su maldición y condena.  SANTA BRIGIDA.
Capítulo 47
Yo soy el Dios que, en un tiempo, fui llamado el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Yo soy el Dios que di la Ley a Moisés. Esta Ley era como una vestidura. Igual que una madre embarazada prepara los vestidos para su niño, así Dios preparó la Ley, que era como la ropa, sombra y señal de los tiempos venideros. Yo me vestí y me envolví a mí mismo con las vestiduras de la nueva Ley. Cuando un niño crece, sus ropas son cambiadas por otras nuevas.
De igual manera, cuando las vestiduras de la Vieja Ley estaban a punto de ser abandonadas, Yo me vestí con la nueva ropa, o sea, con la Nueva Ley, y se la di a todos lo que quisieron tenerme a mí y a mi ropaje. Esta ropa no es ni muy apretada ni difícil de llevar sino que está bien proporcionada por todas partes. No obliga a las personas a ayunar o a trabajar demasiado, ni a matarse, ni a hacer nada que esté más allá de los límites de sus posibilidades, sino que es provechosa para el alma y conducente a la moderación y castigo del cuerpo.
Porque, cuando el cuerpo se adhiere demasiado al pecado, este pecado consume al cuerpo. Dos cosas pueden hallarse en la Nueva Ley. Primera, una prudente templanza y el recto uso de todos los bienes espirituales y físicos. Segunda, una gran facilidad para mantenerse en la Ley por el hecho de que, una persona que no puede mantenerse en un estado, puede quedarse en el otro. Aquí uno puede ver que una persona que no podía vivir celibato, todavía puede vivir en un matrimonio con honor, podía levantar otra vez y seguir. Pero, ahora Mi ley esta rechazada y despreciada.
La gente dice que la Ley es demasiado estrecha, pesada y nada atractiva. La llaman estrecha porque nos obliga a contentarnos con lo que es necesario y a abandonar lo que es superfluo. Pero ellos quieren tener de todo más allá de la razón y más de lo que el cuerpo puede acarrear, como si fueran reses. Es por esto que les parece muy apretada o estricta. En segundo lugar, dicen que es pesada porque la Ley dice que uno debe ser indulgente con los deseos de placer ateniéndose a la razón y en momentos determinados. Pero ellos quieren ser indulgentes con el placer más de lo que les conviene y más allá de lo delimitado. Tercero, dicen que no es atractiva porque la Ley les ordena que amen la humildad y que atribuyan a Dios todo lo bueno. Quieren ser orgullosos y ensalzarse a sí mismos por los buenos regalos que Dios les ha dado, y es por esto que la Ley no es atractiva para ellos.
¡Mira cómo desprecian ellos las vestiduras que Yo les di! Yo terminé con las formas antiguas e introduje las nuevas para que duraran hasta el día en que Yo volviera para el Juicio, porque los viejos caminos eran demasiado difíciles. Pero ellos, afrentosamente, han descartado las ropas con las que Yo cubrí el alma, es decir, una fe ortodoxa. Encima de todo eso, añaden pecado a pecado porque también quieren traicionarme. ¿No dice David en el Salmo ‘Aquel que comió de mi pan planeó la traición contra mí’? Yo quiero que anotes dos cosas en estas palabras. Primero, él no dice “planea” sino “planeó”, como si fuera algo ya pasado.
Segundo, él apunta sólo a un hombre como el traidor. Sin embargo, Yo digo que son todos aquellos que en el presente me traicionan, no los que han sido ni los que serán, sino aquellos que aún están vivos. Digo también que no es sólo una persona sino mucha gente. Pero tú me puedes preguntar: ‘¿No hay dos tipos de pan, uno invisible y espiritual en el que viven los ángeles y los santos y otro que pertenece a la tierra, mediante el cual se alimentan los hombres? ¿Pero, si ángeles y santos no desean nada que no esté de acuerdo con tu voluntad, y los hombres no pueden hacer nada que tú no aceptes, cómo pueden traicionarte?’
En presencia de mi Corte Celestial, que sabe y ve todo en mí, respondo por tu bien, de forma que puedas comprender: Hay, de hecho, dos tipos de pan. Uno que es de los ángeles, que comen mi pan en mi Reino y están colmados de mi gloria indescriptible. Ellos no me traicionan porque no quieren nada más que lo que yo quiero. Pero aquellos que toman mi pan en el altar me traicionan. Yo soy verdaderamente ese pan. Tres cosas se pueden percibir en ese pan: la forma, el sabor y la redondez. Yo soy, de hecho, ese pan y –al igual que el pan—tengo tres cosas en mí: sabor, forma y redondez. Sabor, porque todo es insípido, insustancial y carente de sentido sin mí, lo mismo que una comida sin pan no tiene sabor y no es nutritiva. Yo también tengo la forma del pan, en cuanto que Yo soy de la tierra.
Soy de la Madre Virgen, mi Madre es la de Adán, Adán es de la tierra. También tengo redondez en cuanto que no existe principio ni fin, porque yo no tengo ni principio ni fin. Nadie puede encontrarle un fin o un principio a mi sabiduría, a mi poder o caridad. Yo estoy en todas las cosas, sobre todas las cosas y más allá de todas las cosas. Aún si alguien volara perpetuamente como una flecha, sin parar, nunca encontraría un final o un límite a mi poder y a mi fuerza. A través de esas cosas, sabor, forma y redondez, Yo soy el pan que parece y sabe a pan en el altar, pero que se transforma en mi cuerpo que fue crucificado. Igual que cualquier materia fácilmente inflamable es rápidamente consumida cuando se coloca en el fuego, y no queda nada de la forma de la madera sino que todo se convierte en fuego, así también sucede cuando se dicen estas palabras:
‘Éste es mi Cuerpo’, lo que antes era pan se convierte inmediatamente en mi cuerpo. Se hace una llama, no mediante el fuego como con la madera sino mediante mi divinidad. Por ello, aquellos que comen mi pan me traicionan ¿Qué clase de asesinato puede ser más aborrecible que cuando alguien se mata a sí mismo? ¿O qué traición podría ser peor que cuando, entre dos personas unidas por un vínculo indisoluble, como una pareja de casados, una traiciona a la otra? ¿Qué hace uno de los esposos para traicionar al otro? Él le dice a ella, a modo de engaño: ‘¡Vamos a tal y tal sitio, de forma que yo pueda hacer mi porvenir contigo!’
Ella va con él en toda la simplicidad, preparada para satisfacer cualquier deseo de su marido. Pero, cuando él encuentra la oportunidad y el lugar, arroja contra ella tres armas traicioneras. O bien emplea algo lo suficientemente pesado como para matarla de un golpe, o lo suficientemente afilado como para rebanar exactamente sus órganos vitales, o algo tan asfixiante que sofoca directamente en ella el espíritu de vida. Entonces, cuando ella ha muerto, el traidor piensa para sus adentros: ‘Ahora he obrado mal. Si mi crimen sale a la luz y se hace público, seré condenado a muerte’. Entonces él se lleva el cuerpo de la mujer a algún lugar escondido, de forma que su pecado no sea descubierto.
Esta es la forma en la que soy tratado por los sacerdotes que me traicionan. Porque ellos y yo estamos unidos mediante un solo vínculo cuando ellos toman el pan y, pronunciando las palabras, lo transforman en mi verdadero Cuerpo, que yo recibí de la Virgen. Ninguno de los ángeles puede hacer esto. Yo les he dado sólo a los sacerdotes esa dignidad y les he seleccionado de entre las más altas órdenes. Pero ellos me tratan como traidores. Ponen una cara feliz y complaciente para mí y me llevan a un lugar escondido en el que puedan traicionarme. Estos sacerdotes ponen cara de felicidad, aparentando ser buenos y simples. Me llevan a la cámara escondida cuando se acercan al altar. Allí Yo soy como la novia o la recién casada, dispuesta a complacer todos sus deseos y, en lugar de eso, me traicionan.
Primero me golpean con algo pesado, cuando el Oficio Divino, que ellos recitan para mí, se vuelve pesaroso y cargante para ellos. De buena gana dirían cien palabras para el bien del mundo que una sola en mi honor. Antes darían cien lingotes de oro por el bien del mundo que un solo céntimo en mi honor. Trabajarían cien veces por su propio beneficio antes que una sola vez en mi honor. Ellos me presionan con este pesado fardo, tanto que es como si estuviese muerto en sus corazones. En segundo lugar, me atraviesan como con una afilada cuchilla que penetra mis órganos vitales cada vez que un sacerdote sube al altar, sabiendo que ha pecado y se arrepiente, pero está firmemente decidido a volver a pecar una vez que ha terminado su oficio. Éste dice para sus adentros: ‘Yo, de hecho, me arrepiento de mi pecado, pero no pienso dejar a la mujer con la que he pecado hasta que ya no pueda pecar más’. Esto me perfora como la más afilada de las cuchillas.
Tercero, es como si asfixiaran mi Espíritu cuando piensan para sus adentros: ‘Es bueno y agradable estar en el mundo, es bueno ser indulgente con los deseos y no me puedo contener. Haré eso mientras sea joven y, cuando me haga mayor ya me abstendré y enmendaré mis caminos. Por este perverso pensamiento ellos sofocan el espíritu de la vida. ¿Pero cómo sucede esto? Pues bien, el corazón de éstos se vuelve tan frío y tibio hacia mí y hacia cada virtud que nunca más puede ser calentado o renacer a mi amor.
Igual que el hielo no coge fuego ni aunque se sostenga encima de una llama sino que tan solo se derrite, de la misma manera, aún si Yo les di mi gracia y ellos escuchan palabras de advertencia, no vuelven a levantarse a la forma de la vida, sino que apenas crecen estériles y flojos respecto de cada una de las virtudes. Y así me traicionan en que aparentan ser simples cuando, en realidad, no lo son, y están deprimidos y disgustados a la hora de darme la gloria, en lugar de regocijarse en ello, y también en que intentan pecar y continúan pecando hasta el final.
También me ocultan, por decirlo de alguna manera, y me colocan en un lugar escondido, cuando piensan en sus adentros: ‘Sé que he pecado, pero si me abstengo de realizar el Oficio, seré avergonzado y todos me van a condenar’. Así que, imprudentemente, suben al altar y me manejan a mí, verdadero Dios y verdadero hombre. Estoy como si me hallara con ellos en un lugar escondido, puesto que nadie sabe ni se da cuenta de lo corruptos y sinvergüenzas que son.
Yo, Dios, estoy ahí tendido frente a ellos como en un encubrimiento, porque, aún cuando el sacerdote es el peor de los pecadores y pronuncia estas palabras “Este es mi Cuerpo”, él aún consagra mi Verdadero Cuerpo, y Yo, Verdadero Dios y Hombre, me tiendo ahí ante él. Cuando me pone en su boca, sin embargo, Yo ya no estoy presente para él en la gracia de mis naturalezas divina y humana –sólo queda para él la forma y el sabor del pan—no porque yo no esté realmente presente para los perversos igual que para los buenos, debido a la institución del Sacramento, sino porque los buenos y los perversos no lo reciben con el mismo efecto.
Mira, ¡esos sacerdotes no son mis sacerdotes sino, en realidad, mis traidores! Ellos también me venden y me traicionan, como Judas. Yo miro a los paganos y a los judíos pero no veo a nadie peor que estos sacerdotes, dado que han caído en el pecado de Lucifer. Ahora, déjame decirte su sentencia y a quién se asemejan. Su sentencia es la condena. David condenó a aquellos que desobedecían a Dios, no por ira o por mala voluntad ni por impaciencia sino debido a la divina justicia, porque él era un honrado profeta y rey. Yo, también, que soy mayor que David, condeno a estos sacerdotes, no por la ira ni la mala voluntad sino por la justicia.
Maldito sea todo lo que toman de la tierra para su propio provecho, porque no alaban a su Dios y Creador que les dio esas cosas. Maldito sea el alimento y la bebida que entra por sus bocas y que alimenta sus cuerpos para que se conviertan en alimento de los gusanos y destinen sus almas al infierno. Malditos sean sus cuerpos, que se levantarán de nuevo en el infierno para ser abrasados sin fin. Malditos sean los años de sus vidas inútiles. Maldita sea su primera hora en el infierno, que nunca terminará. Malditos sean por sus ojos, que vieron la luz del Cielo.
Malditos sean por sus oídos que oyeron mis palabras y permanecieron indiferentes. Malditos sean por su sentido del gusto, por el cual paladearon mis manjares. Malditos sean por su sentido del tacto, mediante el cual me manejaron. Malditos sean por su sentido del olfato, por el cual olieron exquisitos aromas y me descuidaron a Mí, que soy el más exquisito de todos.
Ahora, ¿Cómo son exactamente malditos? Pues bien, su visión está maldita porque no disfrutarán de la visión de Dios en sí sino que tan solo verán sombras y castigos del infierno. Sus oídos están malditos porque ellos no oirán mis palabras sino tan sólo el clamor y los horrores del infierno. Su sentido del gusto está maldito, porque no degustarán los bienes y el gozo eternos sino la eterna amargura. Su sentido del tacto está maldito, porque no conseguirán tocarme sino tan sólo al fuego perpetuo.
Su sentido del olfato está maldito, porque no olerán ese dulce aroma de mi Reino, que sobrepasa a todas las esencias, sino que sólo tendrán el hedor del infierno, que es más amargo que la bilis y peor que sulfuro. Sean malditos por la tierra y el cielo y por todas las bestias. Esas criaturas obedecen y glorifican a Dios, mientras que ellos le han rehuido. Por ello, Yo prometo por la verdad, Yo que soy la Verdad, que si ellos mueren así, con esa disposición, ni mi amor ni mi virtud les cubrirá. Por el contrario, serán condenados para siempre.