Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

domingo, 3 de mayo de 2015

IMPLOREMOS A ESTA DULCE MADRE.

ACORDAOS, oración a la Virgen María
Honra, reverencia y respeta con especial amor a la sagrada y gloriosa Virgen María, porque es Madre de nuestro Padre soberano y, por consiguiente, nuestra gran Madre. Recurramos, pues, a ella, y como hijuelos suyos echémonos en su regazo en todo tiempo y ocurrencia, con firmisima confianza; invoquemos a esta dulce Madre, imploremos su amor maternal, procuremos imitar sus virtudes y tengamos un afecto verdaderamente filial con esta Señora
San Francisco de Sales
Introd. a la vida devota, II, 16
ACORDAOS
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.

DEL LIBRO DEJATE AMAR. HABLA LA VIRGEN.


MARIA: Cada alma es valiosísima para Mí y Yo debo cultivarla para el Reino
de
Dios, para la Gloria de Dios.
Ningún alma es igual a otra y todas deben florecer. Yo las riego.
Tu alma también es valiosísima para Mí entonces Yo la riego,
de acuerdo a lo que ella necesita.
Fíate de Mí y de nadie más, que Yo sabré recompensar tu entrega
desinteresada y filial.

Mensaje del 2 de Mayo de 2015


«Queridos hijos, abrid vuestros corazones y tratad de sentir cuánto os amo y cuánto deseo que améis a mi Hijo. Deseo que lo conozcáis lo más posible, porque es imposible conocerlo y no amarlo, porque Él es amor. Hijos míos, yo os conozco. Conozco vuestros dolores y vuestros sufrimientos porque los he vivido. Me río con vosotros en vuestras alegrías. Lloro con vosotros en vuestros dolores. Nunca os abandonaré. Siempre os hablaré maternal y dulcemente. Y yo como Madre, necesito vuestros corazones abiertos, para que con sabiduría y sencillez difundáis el amor de mi Hijo. Os necesito abiertos y sensibles al bien y a la misericordia. Os necesito unidos a mi Hijo, porque deseo que seáis felices y me ayudéis a llevar la felicidad a todos mis hijos. Apóstoles míos, os necesito para que a todos les enseñéis la verdad de Dios, a fin de que mi Corazón, que ha sufrido y también hoy padece tanto sufrimiento, pueda triunfar en el amor. Orad por la santidad de vuestros pastores, para que en nombre de mi Hijo puedan hacer milagros, porque la santidad hace milagros. ¡Os doy las gracias!»

NOSOTROS NO SABEMOS PEDIR.


Homilía atribuida a San Juan Crisóstomo sobre la oración.

siglo Vrelacionada al Evangelio:
«Se marchó al descampado y allí se puso a orar»

El sumo bien está en la oración, en el diálogo con Dios... La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Hace que el alma se eleve hasta el cielo y abrace a Dios con inefables abrazos, apeteciendo la leche divina, como el niño que, llorando, llama a su madre; por la oración el alma expone sus propios deseos y recibe dones mejores que toda la naturaleza invisible.
Pues la oración se presenta ante Dios como venerable intermediaria, alegra nuestro espíritu y pacifica el alma. Cuando hablo de oración me refiero a la verdadera, no a las simples palabras: la oración que es un deseo de Dios, una inefable piedad, no otorgada por los hombres, sino concedida por la gracia divina, de la que también dice el Apóstol:
«Nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables» (Rm 8,26).
Una oración así, cuando Dios la otorga a alguien, es una riqueza inagotable y un alimento celestial que satura el alma; quien la saborea se enciende en un deseo eterno del Señor, como un fuego ardiente que inflama su corazón.

viernes, 1 de mayo de 2015

LOCURA DE DIOS.


DIOS QUIERE EL AMOR DE TU CORAZON.
DIOS QUIERE QUE VIVAS EN SU GRACIA Y EN SU AMOR
DIOS HIZO EL MUNDO PARA EL HOMBRE
EL MUNDO DE DIOS ES EL HOMBRE.
LOCURA DE AMOR!!!!!!!!!!!

LA BIBLIA HABLA DEL PURGATORIO.


DONDE SE HABLA DEL PURGATORIO:
la existencia del Purgatorio como dogma de fe, debería bastar para persuadirnos de ellas. Pero la Iglesia ha hablado claro a este respecto, y en el Concilio de Trento, apoyada en la autoridad de las sagradas Escrituras y en la constante tradición católica, definió solemnemente, en la sesión veinticinco, “que no sólo existe el Purgatorio, sino también que las almas que allí son detenidas pueden ser ayudadas con los sufragios de los fieles y especialmente con el adorable sacrificio del la Misa”.
Al Cielo No puede entrar nada manchado (impuro)" (Ap 21,27)
después de esta vida hay que expiar los pecados cometidos aquí.
"Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero el que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro" (Mt 12,32).

ACUDID A MI VUESTRA MAMA CELESTIAL.


martes, 24 de febrero de 2009 LIBRO DADME DE BEBER.

Dictado 19-2-09

Hijos Míos, estos escritos u otros muchos que proliferan por el mundo que no solo no atacan a la fe católica, sino que ayudan a vivirla mejor, son comunicaciones celestiales. No os fijéis en el instrumento al leer los comunicados, fijaos en su contenido.
Los apóstoles de Mi Hijo no eran grandes hombres, solo hombres sencillos, rudos, trabajadores del mar, y sin embargo, escribieron el libro más grande que existe que es el Evangelio de Mi Hijo, y ese libro, perdurará para todos los tiempos.
Yo Soy María Santísima quien os habla, Vuestra Madre y Señora, y deseo que vuestras mentes se abran al amor de Dios, deseo que vuestras vidas sean santas y DEIS (1) gloria a Dios Altísimo con ellas, para que ganéis el Cielo y disfrutemos mutuamente de nuestra compañía en el.
No es eso lo que quiere el demonio, él desea perderos eternamente, pues como él perdió la gloria, quiere que el mayor número posible de almas, la pierdan. Quiere que ese bien inmenso y eterno que es el Cielo no lo disfruten las almas. Pues no hijos Míos, haced caso de lo que os dice Vuestra Madre Celestial que desea que os salvéis todos, y desea para vosotros el bien inmenso que Ella ya tiene, que es gozar de Dios Omnipotente y de Mi Divino Hijo Jesús. Yo, María Vuestra Madre os hablo, y os apremio, a vivir en santidad cada instante, os vean o no os vean. Porque la mirada de Dios Altísimo siempre está parada en vosotros y os ve hasta en lo más oculto de vuestros corazones y pensamientos.
Pedidme ayuda y acudid a Mí que deseo que Me pidáis cosas que no quiten gloria a Dios para concedéroslas, porque cuando me pedís cosas que no son buenas para vosotros o pueden quitar gloria a Dios, no os las puedo conceder. Así pues hijos Míos, acudid a Mí, Vuestra Mamá Celestial y pedid con confianza y amor, Yo no os voy a pedir pesadas cosas, solo que seáis santos en cada momento y os ayudaré a serlo. Ser santos en cada momento no es costoso, porque cuando veáis que vivir la santidad cada instante os trae paz y dicha, vosotros mismos no deseareis vivir fuera de ella. Así pues hijos Míos, cada vez que hagáis algo, hacedlo con recta intención y no buscando vuestra comodidad o vuestra conveniencia, sino la gloria de Dios Altísimo. Yo, María Santísima, Vuestra Madre Celestial, os hablo y os asesoro. La paz de la Santísima Trinidad esté con todos vosotros.