MARIA: Cada alma es valiosísima para Mí y Yo debo cultivarla para el Reino
de
Dios, para la Gloria de Dios.
de
Dios, para la Gloria de Dios.
Ningún alma es igual a otra y todas deben florecer. Yo las riego.
Tu alma también es valiosísima para Mí entonces Yo la riego,
de acuerdo a lo que ella necesita.
de acuerdo a lo que ella necesita.
Fíate de Mí y de nadie más, que Yo sabré recompensar tu entrega
desinteresada y filial.
desinteresada y filial.
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