Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

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¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

miércoles, 28 de mayo de 2014

Las bodas de Caná

LA VIRGEN EN LAS BODAS DE CANA. FOTOGRAFIA.

by pajares95

EL VERDADERO ROSTRO DE MARÍA SANTÍSIMA!

27 de marzo de 2014 a la(s) 17:28
Historia de la imagen dejada por la Virgen en un encuentro con la “Sierva de Dios” Luigina Sinapi con el mensaje: “Haced lo que El os diga” 
El “regalo” de la Stma. Virgen a Luigina  ¡Parece increíble, sin embargo es cierto! Es el hecho de la impresión del Rostro de la Stma. Virgen, que Luigina recibió un día de Ella misma, en un encuentro que tuvo en los años ’60. Muchas personas cercanas a Luigina en aquel tiempo tuvieron la suerte de escuchar de sus mismos labios lo ocurrido.2 Yo misma fui una de ellas. Tuve el bien de conocerla y participar a aquellos momentos de intimidad en que ella se detenía sobre los hechos extraordinarios de su vida. 
 Hablando de esa imagen y de la belleza misteriosa del Rostro, Luigina hacía nacer espontáneo el deseo de querer saber más,de conocer el origen y el significadode ciertos detalles. Precisamente para responder a esas legítimas preguntas,he querido recoger esos recuerdos para que no se pierdan.Luigina Sinapi me mostró la imagen de la Stma. Virgen a finales de los años’60. Me había llevado a su casa, pocos años antes, Don Giuseppe Tomaselli, unsalesiano de santa vida. Luigina fue a por ella fuera del cuarto en que recibía, yacercandose a mí permaneció de pie con la imagen en la mano presentandola ala vista. “¿Puedo besarla?”– le pregunté. Y le dí un beso sobre el cristal del portaretratos.La imagen, como indicó Mons. Guglielmo Zannoni, era de 10 x 14 cm. Elmarco de oro, moldeado, estaba adornado con piedras de varios colores.3
Un pensamiento me pasó por la mente: estoy ante la Madre de Dios, mis ojosestan viendo su Cara. Intimamente emocionata, pero también vivamente sorprendida,exclamé: “¡Qué bella!”. Queriendo decir: bella de un modo inimaginable,absolutamente más allá. Ante la imagen verdadera, las imágenes a las que estamosacostumbrados se desvanecen. Pero también “bella” por elegante, adornada.“¡Pero la ‘Mamma’ no es una bacucca 4, como tantos se creen!”, fue la respuestade Luigina, percibiendo en la onda de emoción también un matíz deasombro ante tanta refulgente –divina, pero también humana– belleza.Luigina me contó cómo había recibido el don de esa imagen, y con el tiempo,me participó otros detalles.Ella estaba esperando, como cada primer sábado de mes, la visita de “laMamma” en su casa de vía Urbino, en Roma, y más exactamente en su capillita;pero aquel sábado la Stma. Virgen no había venido. Luigina se quedó triste y, para
2 - Entre las personas más cercanas a Luigina en aquel tiempo fueron: el P. Raffaele Preite, suDirector Spiritual, del Orden de los Siervos de María; el On. Prof. Enrico Medi (Siervo deDios); Don Attilio Malacchini, Paolino; el P. Giuliano Di Renzo, O.P.; la ProfesoraGiuseppina Cardillo Azzaro.3 - El orfebre de Luigina era Vittorio Buonuomo de Nápoles. 4 - “Bacucca” significa una mujer vieja y anticuada.consolarse, pensó proyectarse algunas imágenes sagradas, en particular lasdiapositivas de los Santos Lugares. Una costumbre que incrementó después de laperegrinación a Tierra Santa, en agosto de 1967.5En la pared que hacía de pantalla se presenta, según el orden, la diapositiva dela localidad de Caná, lugar del evangélico “banquete de Bodas”, en que Jesús“dio comienzo a sus milagros”.De repente la escena se anima por la presencia real de la Madre de Jesús queintercede ante su Hijo. María está vestida con el vestido de fiesta 6, adornada conlas “joyas de la Casa de David”, don de su Esposo José: dos magníficos pendientesde perlas y un broche análogo sobre el húmero sujetando la leve caída delmanto. Un tejido impalpable, casi un velo, blanco, se apoya en su cabeza.En una primera pose la Virgen se dirige con los ojos al Hijo diciendole: “Notienen vino”.En la segunda pose, la imagen presenta el semblante virginal de la “Mujer”, enel momento en que la Madre de Jesús, dirigiendose a los siervos, pronuncia lasarcanas palabras: “Haced lo que El os diga”.
“En Mí encontrarás a Jesús”En el momento de alejarse la Stma. Virgen le dice a Luigina: “¡Te dejo unregalo, míra!”, y añade: “En Mí encontrarás a Jesús”.5 - El testimonio es de Don Attilio Malacchini, Paolino, que fue con ella en esa peregrinación, y másadelante le procuró a Luigina el proyector, que alquiló junto a la Porta Cavalleggeri (Roma), asícomo las diapositivas.6 - María vestía normalmente como su pueblo, una vestidura de tejido pardo, pero en las fiestastambién se ponía un vestido azulado con bordados de plata. Son detalles dados por Luigina.10Luigina constata que la presencia de la Madre de Jesús en “las bodas de Caná”ha impresionado dos veces el material empleado en la proyección, dando elretrato de la Madre de Dios en dos poses distintas. Ella llama la efigie “laVirgen en las Bodas de Caná”.La evangélica “Fiesta de Bodas” es el misterioso evento del que procede laimagen.¿Qué mejor “regalo” habría podido hacerle “la Mamma”? ¿O más deseado?Pero Luigina había recibido también un aviso materno: “En Mí encontrarás aJesús”, le había dicho “la Mamma” en el momento de alejarse.¡Qué palabras misteriosas! Luigina al principio no comprende. Su fe, la fe de“eventos madurados en silencio”, se convierte en operosa espera. Surge la viva exigencia de descifrar el sentido de las arcanas palabras. El júbilo del “regalo”materno era atravesado por ese aviso. Y así, de pronto, el sublime, consoladordescubrimiento: en el rostro bello y santo de la Madre, estaba –está– bien visible,el Rostro de Jesús.Basta tapar con una hoja en blanco la parte izquierda de lacara de la Madre, para que en la parte derecha se vea unafigura, igual y distinta: la imagen del Hijo. El Hijo y la Madreson iguales, mas no idénticos, en los rasgos y en la expresión.Luigina busca una confirmación a su descubrimiento y laencuentra de forma convincente en el único punto deparangón indudable: los rasgos del Salvador presentes en elrostro de la “Mujer” que intercede en las Bodas de Caná,coinciden con el divino semblante del Hombre de la SábanaSanta, el único arquetipo del Hombre–Dios.En el regalo de “la Mamma” a Luigina “el Hijo de María” es conforme en losresgos al rostro de la Madre. Pero la Madre, “Hija de su Hijo”,7 es conforme a El.Cuando Luigina mostraba en el rostro de María el rostro adorable de su Jesússe llenaba de un íntimo consuelo. Era eso el mensaje más grande de la imagen:“Ahí –o sea, en Mí– encontrarás a Jesús”, le había dicho “la Mamma”.7 -

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