DETERMINADAS ALMAS SACERDOTALES Y LAICAS SUFRIRAN MAS…by pajares95 |
EL TRIGO Y LA CIZAÑA CRECEN JUNTOS PERO LLEGARÁ EL DÍA EN QUE SE SEPAREN QUEDANDO CADA UNO EN SU LUGAR
Hijos
Míos, Mi Iglesia militante debe pasar tribulación y ser purificada de
las malas influencias que tiene y que tendrá. Yo, Jesús, os hablo.
Pero
esto no os debe asustar, porque si creéis en Mí como Su Fundador y el
Salvador del Mundo, entonces debéis también creer que Yo salvaguardaré
lo que fundé y que no abandonaré Mi Obra. Yo, Jesús, os hablo.
Sabéis
que el trigo y la cizaña crecen juntos y que llegará el día en que se
separen ambos quedando cada uno en el lugar correspondiente, y así, no
habrá trigo en el lado de la cizaña, ni cizaña en el lado del trigo,
porque a Mí, el Poderoso, no Me pondrán engañar, y aunque ahora a
vosotros os puedan engañar, ¡a Mí no! Yo, Jesús, os hablo.
Sin
embargo, Mis fieles seguidores deben tener aun más fe y aumentar sus
actos de fe, de amor y de reparación. Cuando en una familia alguien
enferma o va equivocado en sus decisiones, todos os volcáis para
ayudarle a hacerle ver que se puede estrellar con sus ideas. Vosotros,
hijos, debéis redoblar vuestras peticiones y vuestras oraciones porque
no es suficiente lo que Me ofrecéis para que todo tenga un final feliz.
Eso no quiere decir que no pasareis tribulación. Quiere decir que las
penitencias y la oración suavizarán, y no poco, esa tribulación, porque
Yo veré vuestras intenciones y deseos de colaborar Conmigo e intervendré
allá donde vosotros no alcancéis. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos,
también os advierto que determinadas almas entre sacerdotes y seglares,
muchos insertados en vuestras familias, padecerán más que otras, porque
Yo he aceptado a la vista de sus disposiciones lo que Me han ofrecido, y
esos ofrecimientos, Me darán mucha gloria cuando las tinieblas
espirituales alcancen a multitud de almas. Por tanto, desead de corazón
que la tribulación de Mi Iglesia sea suave y llevadera para todos, pero
además aplicar a esta intención toda clase de actos de piedad. Yo,
Jesús, os hablo.
Lo
más insignificante que hagáis por ello, no se perderá, porque Yo no
desperdicio, ni rechazo nada. Un Avemaría rezada aisladamente por esta
intención, la tomo y la uno al más grande acto de reparación o petición
que se haga. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que
leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.
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