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SAN FRANCISCO SOLANO. Nació en Montilla (Córdoba, España) el año 1549. A los veinte años vistió el hábito franciscano en su pueblo natal. Tras hacer los estudios en Loreto (Espartinas, Sevilla), se ordenó de sacerdote en 1577 y se entregó a la oración y al apostolado de la predicación por los pueblos de Andalucía, con gran fruto. El celo ardiente de la salvación de las almas lo llevó a Sudamérica el año 1589. En Lima y Trujillo (Perú) desarrolló un intenso apostolado, y en la región de Tucumán (Argentina) trabajó un decenio entre los indios de diversas tribus. Su constante amor a los nativos y su inalterable mansedumbre le atrajeron la simpatía de los pueblos que evangelizaba. A muchos de ellos convirtió a la fe, los inició en la civilización y los defendió de los opresores. Fue hombre de profunda oración y de grandes sufrimientos, que sobrellevó con fortaleza y alegría. Agotado por largas fatigas y penitencias, acabó sus días en el Convento de San Francisco de Lima el 14 de julio de 1610. -Oración: Señor, Dios nuestro, que, por medio de san Francisco Solano, llevaste al seno de tu Iglesia a muchos hombres de Hispanoamérica, por su intercesión y sus méritos llena nuestros corazones de tu amor y conduce a todos los que te ignoran al conocimiento del misterio de Cristo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SAN CAMILO DE LELIS. Nació en Bucchianico, cerca de Chieti (Italia), el año 1550. Al principio, siguiendo la profesión de su padre, abrazó la carrera militar, y llevó una vida desordenada; pero después se convirtió a raíz de una conversación con un capuchino y por dos veces comenzó su noviciado del que tuvo que salir por una llaga en un pie. Tras la experiencia vivida en el Hospital de Santiago de Roma y viendo el trato negligente que se prestaba a los enfermos, se consagró él mismo a su cuidado y fundó la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos), elevada a la categoría de Orden religiosa por Gregorio XIV, dedicada a levantar hospitales y atender de manera competente y amorosa a los enfermos. Para mejor logar sus objetivos, realizó los estudios pertinentes y recibió la ordenación sacerdotal en 1584. Presidió la Orden con gran espíritu y entereza y logró una pronta difusión de la misma, para lo que viajó incansablemente. Murió en Roma el 14 de julio de 1614. Es patrono de los enfermos, hospitales y personal sanitario, junto con san Juan de Dios. -Oración: Oh Dios, que has enaltecido a san Camilo de Lelis con el carisma singular del amor a los enfermos, infunde en nosotros, por su intercesión, el espíritu de tu caridad, para que, sirviéndote en nuestros hermanos, podamos llegar seguros a ti en la hora de la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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