Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios
Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!
¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!
¡Jesús es amor sin límites!
¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!
¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024
MªEsperanza Román
¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.
¡Te basta mi gracia!
Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!
¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
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domingo, 6 de mayo de 2012
Mensaje de la Virgen de Medjugorje
Mensaje del 2 de Mayo de 2012
“Queridos hijos, con amor materno yo os pido: entregadme vuestras manos, permitid que yo os guie. Yo, como Madre, deseo salvaros de la inquietud, de la desesperación y del exilio eterno. Mi Hijo, con su muerte en la cruz, ha demostrado cuanto os ama, se ha sacrificado a sí mismo por vosotros y por vuestros pecados. No rechacéis su sacrificio y no renovéis sus sufrimientos con vuestros pecados. No os cerréis a vosotros mismos la puerta del Paraíso. Hijos míos, no perdáis tiempo. Nada es más importante que la unidad en mi Hijo. Yo os ayudaré, porque el Padre Celestial me envía, para que juntos podamos mostrar el camino de la gracia y de la salvación a cuantos no Lo conocen. No seáis duros de corazón. Confiad en mí y adorad a mi Hijo. Hijos míos, no podéis estar sin pastores, que cada día estén en vuestras oraciones. ¡Os doy las gracias!
domingo, 1 de abril de 2012
Otro milagro de Dios
Traduccción de la canción:
Usted nació para ser amado
Y está recibiendo ese amor a través de su vida.(bis) Estribillo
El amor de Dios se inició
desde el comienzo de su nacimiento
se convierte en la relación con los demás.
Estribillo
Usted nació para ser amado
Y está recibiendo ese amor a través de su vida.(bis) Estribillo
El amor de Dios se inició
desde el comienzo de su nacimiento
se convierte en la relación con los demás.
Estribillo
lunes, 26 de marzo de 2012
Mensaje de la Virgen
Mensaje del 25 de Marzo de 2012
“Queridos
hijos: También hoy con alegría deseo daros mi bendición maternal e
invitaros a la oración. Que la oración se convierta en necesidad para
vosotros, para que cada día crezcáis más en santidad. Trabajad más en
vuestra conversión, porque estáis lejos, hijos míos. ¡Gracias por haber
respondido a mi llamada!”
domingo, 25 de marzo de 2012
viernes, 23 de marzo de 2012
Evangelio de hoy
Día litúrgico: Viernes IV de Cuaresma
Texto
del Evangelio (Jn 7,1-2.10.14.25-30): En aquel tiempo, Jesús estaba en
Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se
acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Después que sus hermanos subieron a la
fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.
Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que éste es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es». Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que me envió el que es veraz; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de Él y Él es el que me ha enviado». Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.
Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que éste es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es». Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que me envió el que es veraz; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de Él y Él es el que me ha enviado». Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Es un santo tan grande como desconocido. Pasa por el misterio de Cristo como de puntillas y, sin embargo, qué poderoso es ante su Hijo. Ocupa un sitio pequeño en las páginas del evangelio y, sin embargo, desempeña una misión gigante, imprescindible para que se realice la obra de la encarnación del Verbo. Despierta admiración su fe tan silenciosa, su saber estar en el centro del plan de Dios, su amor exquisito y delicado a María. Después de Ella, nadie como José conoció en tanta intimidad el corazón de Cristo.
Encomiéndale tus trabajos materiales y espirituales, tus necesidades, tus preocupaciones, tus luchas, tu vida espiritual, tus empresas apostólicas, todo. Privilegia sobre otras la devoción y el amor a este gran santo, que tan eficaz intercesión muestra ante la Virgen y ante su Hijo. Hazle confidente de toda tu entrega a Dios, de tus esfuerzos por vivir determinada virtud, de tus dolores por caer una y otra vez en tal pecado.
Confíale tus debilidades, tus tentaciones, tus afectos, tus amores. Debería ser el santo de cada día, de tu día a día. Encomiéndale en especial la custodia del corazón y el cuidado de tu vida de oración, a él que vivió en la contemplación continua del rostro de Cristo y al cobijo materno del corazón de su Esposa María.
Mater Dei |
viernes, 16 de marzo de 2012
Llama la atención la manera tan delicada con que trataba el Señor a las mujeres. Hay multitud de detalles en los Evangelios que nos dan idea de la normalidad con la que Jesús empleaba ese trato, sin caer en la frivolidad o las distancias innecesarias, reconociendo la dignidad que merece cualquier mujer. He ahí su gran atractivo. La situación, por ejemplo de indefensión en la que se encontró Jesús, cuando todo un pueblo intenta apedrear a la mujer adúltera. Nos admira que, más allá de los respetos humanos, el Señor sale al encuentro de un corazón herido y arrepentido, en este caso el de una mujer, que es la única “condición” que pone la misericordia de Dios.
Las mujeres, en la época del Señor, no gozaban de todos los derechos y prerrogativas de los varones, ni se les permitía protagonismos excesivos. Sin embargo, en el acontecimiento más importante de Jesús, su pasión, muerte y resurrección, vemos dos hechos significativos. Por un lado, aquellas mujeres que permanecieron con fidelidad junto a la Cruz del Señor, mientras las promesas de sus discípulos se hacían añicos con su cobarde huída. Por otro, cómo Jesús dio la primicia de su resurrección a esas mujeres que fueron a embalsamar su cuerpo, y las primeras en anunciar a los discípulos el milagro. En todo ello, vemos el premio con que Dios recompensó la fidelidad de unas mujeres, sólo fundamentada en un amor auténtico y sin fisuras.
Hay que descubrir en la Virgen María la escuela donde Jesús aprendió el verdadero trato con las mujeres: discreción, cariño, prudencia… La madre de Dios, además, es signo de fortaleza, ya que en los momentos más difíciles sólo una mujer puede demostrar su saber estar, sin miedo al dolor o al qué dirán.
Mater Dei
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