Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

lunes, 7 de diciembre de 2015

LA BIBLIA HABLA DEL INFIERNO.


by pajares95
En el evangelio podemos leer las siguientes referencias de Jesús hablando del infierno: Lo llama "gehenna de fuego" (Mt. 5,22) "gehenna donde el gusano no muere ni el fuego se extingue" (Mc. 9, 46-47); "fuego eterno" (Mt. 25,41); "fuego inextinguible" (Mt. 3,12; Mc 9,42); "horno de fuego" (Mt. 13,42); "suplicio eterno" (Mt. 25,46)... Allí hay tinieblas (Mt. 8,12; Mt 22,13, Mt. 25,30), "aullidos y rechinar de dientes" (Mt. 13,42, Lc. 13,28).Catequesis del Venerable Juan Pablo II, 28 de julio 1999

"El infierno como rechazo definitivo de Dios"
1. Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él. Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando habla de condenación o infierno. No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior, sino del desarrollo de premisas ya puestas por el hombre en esta vida. La misma dimensión de infelicidad que conlleva esta oscura condición puede intuirse, en cierto modo, a la luz de algunas experiencias nuestras terribles, que convierten la vida, como se suele decir, en "un infierno".
Con todo, en sentido teológico, el infierno es algo muy diferente: es la última consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre incluso en el último instante de su vida.
2. Para describir esta realidad, la sagrada Escritura utiliza un lenguaje simbólico, que se precisará progresivamente. En el Antiguo Testamento, la condición de los muertos no estaba aún plenamente iluminada por la Revelación. En efecto, por lo general, se pensaba que los muertos se reunían en el sheol, un lugar de tinieblas (cf. Ez 28, 8; 31, 14; Jb 10, 21 ss; 38, 17; Sal 30, 10; 88, 7. 13), una fosa de la que no se puede salir (cf. Jb 7, 9), un lugar en el que no es posible dar gloria a Dios (cf. Is 38, 18; Sal 6, 6).
El Nuevo Testamento proyecta nueva luz sobre la condición de los muertos, sobre todo anunciando que Cristo, con su resurrección, ha vencido la muerte y ha extendido su poder liberador también en el reino de los muertos.
Sin embargo, la redención sigue siendo un ofrecimiento de salvación que corresponde al hombre acoger con libertad. Por eso, cada uno será juzgado "de acuerdo con sus obras" (Ap 20, 13). Recurriendo a imágenes, el Nuevo Testamento presenta el lugar destinado a los obradores de iniquidad como un horno ardiente, donde "será el llanto y el rechinar de dientes" (Mt 13, 42; cf. 25, 30. 41) o como la gehenna de "fuego que no se apaga" (Mc 9, 43). Todo ello es expresado, con forma de narración, en la parábola del rico epulón, en la que se precisa que el infierno es el lugar de pena definitiva, sin posibilidad de retorno o de mitigación del dolor (cf. Lc 16, 19_31).
También el Apocalipsis representa figurativamente en un "lago de fuego" a los que no se hallan inscritos en el libro de la vida, yendo así al encuentro de una "segunda muerte" (Ap 20, 13 ss). Por consiguiente, quienes se obstinan en no abrirse al Evangelio, se predisponen a "una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2 Ts 1, 9).
3. Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Así resume los datos de la fe sobre este tema el Catecismo de la Iglesia católica: "Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de auto exclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno" (n. 1033).
Por eso, la "condenación" no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La "condenación" consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.
4. La fe cristiana enseña que, en el riesgo del "sí" y del "no" que caracteriza la libertad de las criaturas, alguien ha dicho ya "no". Se trata de las criaturas espirituales que se rebelaron contra el amor de Dios y a las que se llama demonios (cf. concilio IV de Letrán: DS 800_801). Para nosotros, los seres humanos, esa historia resuena como una advertencia: nos exhorta continuamente a evitar la tragedia en la que desemboca el pecado y a vivir nuestra vida según el modelo de Jesús, que siempre dijo "sí" a Dios.
La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado conocer, sin especial revelación divina, si los seres humanos, y cuáles, han quedado implicados efectivamente en ella. El pensamiento del infierno y mucho menos la utilización impropia de las imágenes bíblicas no debe crear psicosis o angustia; pero representa una exhortación necesaria y saludable a la libertad, dentro del anuncio de que Jesús resucitado ha vencido a Satanás, dándonos el Espíritu de Dios, que nos hace invocar "Abbá, Padre" (Rm 8, 15; Ga 4, 6).
Esta perspectiva, llena de esperanza, prevalece en el anuncio cristiano. Se refleja eficazmente en la tradición litúrgica de la Iglesia, como lo atestiguan, por ejemplo, las palabras del Canon Romano: "Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa (...), líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos".

domingo, 6 de diciembre de 2015

LA HUMILDAD ES LA VERDAD.


by pajares95

448 05/12/15 De Mª.Stmª. LA HUMILDAD ES LA VERDAD

by unahoraconmigo BLOG.
Queridos hijos de Mi Corazón Inmaculado, como consagrados a Mí, imitadme y humillaos ante la poderosa mano de Dios. (1Pe 5, 6)
Por ello, si os alaban y dicen bien, ensalzándoos, ante vuestra presencia, no perdáis la ocasión de humillaros con toda sinceridad, y empleando el mismo tono del que os ensalza. Por ejemplo, si dice: “Este sí que es buen chico”, responded: “pues, ya me verás bastantes defectos”. Nunca con aspavientos, siempre con caridad, amando a Dios y al próximo. De modo que si va en serio y os oís llamaros buenos y hasta santos, responded: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios”. (Mc 10, 18) Y así sembráis Su Palabra, poderosa como arma de dos filos. (Hbr. 4, 12)
Y es que la humildad es la verdad, hijos, andad en la Verdad. Yo Me sabía la Obra perfecta de Dios, pero, conociendo bien que todo Me venía y dependía de Él, Me humillaba contemplando Su infinita humildad.
Contempladle, pues, vosotros también, y dadle gracias por lo mucho que recibís. Cuanto más le améis, más indignos os sentiréis de tanto Amor como derrama a manos llenas en vuestros corazones, mejor os conoceréis, y más pregonareis, queriendo que se sepa, vuestra indignidad y vileza, por lo mucho que Le habéis ofendido.
Y, si andáis en la Verdad, cobrareis ánimo, no os desalentareis, sino que bendeciréis vuestros defectos y bajeza como ocasión para que Dios os ame. En efecto, Él ama a todas sus criaturas, sabe de qué barro están hechas. ¿Qué hace con una pobrecita alma, que se arrastra por el fango? Se mueve a compasión, tanto más cuanto más bajo ha caído, no la pisotea como los grandes de la tierra, hijos.
El que domina a las naciones con vara de hierro y las rompe como vasija de alfarero, (Is. 30, 14) lo hace todo por Amor, porque es Amor. (1Jn 4, 8) Actúa como el padre de familia que tira a la basura un vaso de cristal roto, para que nadie se corte con él, porque ya no le sirve para Su Obra de salvación.
Ruego por vosotros para que, amando, os conozcáis y os humilléis. Os bendigo. Quedad en paz. Así sea.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Mensaje del 2 de Diciembre de 2015

“Queridos hijos, yo estoy siempre con vosotros, porque mi Hijo os ha confiado a mí. Y vosotros hijos míos, vosotros me necesitáis, me buscáis, venís a mí y alegráis mi Corazón materno. Yo tengo, y siempre tendré, amor para vosotros, para vosotros que sufrís y que ofrecéis vuestros dolores y sufrimientos a Mi Hijo y a mí. Mi amor busca el amor de todos mis hijos y mis hijos buscan mi amor. Por medio del amor, Jesús busca la comunión entre el Cielo y la Tierra, entre el Padre celestial y vosotros, mis hijos, su Iglesia. Por eso necesitamos orar mucho, orar y amar la Iglesia a la cual pertenecéis. Ahora la Iglesia está sufriendo y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios. Necesita apóstoles que, viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grandes obras; necesita de vosotros, mis apóstoles del amor. Hijos míos, la Iglesia ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque mi Hijo le ha dado un corazón: la Eucaristía. La luz de Su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. ¡Por eso no temáis! Orad por vuestros pastores para que tengan la fuerza y el amor de ser puentes de salvación. ¡Os doy las gracias!”

jueves, 26 de noviembre de 2015

Mensaje del 25 de Noviembre de 2015

Mensaje del 25 de Noviembre de 2015


“Queridos hijos, hoy os llamo a todos: orad por mis intenciones. La paz está en peligro, por lo tanto, hijos míos, orad y sed portadores de paz y esperanza en este mundo sin paz donde Satanás ataca y pone a prueba de todas las formas. Hijos míos, sed fuertes en la oración y valientes en la fe. Yo estoy con vosotros e intercedo ante mi Hijo Jesús por todos vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

jueves, 12 de noviembre de 2015

LA EUCARISTIA DON DE GRACIA. LIBRO LA PALABRA. DADO A GULIANA CRESCIO.

56. - Los Sacramentos enriquecen el espíritu, lo fortifican y lo santifican. Criaturas, esta noche quiero hablaros de los "Sacramentos". Los "Sacramentos" son para el espíritu, por ello eternos, porque todo lo que es para el espíritu es eterno como el espíritu mismo. Los "Sacramentos" son salud espiritual y como dura eternamente el nombre bautismal, permanecen eternamente todos los otros sacramentos.

domingo, 8 de noviembre de 2015

ReinadelCielño

Película y libro sobre una visita al Cielo
Un niño de cuatro años da un testimonio que refresca el alma
 
 
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Basada en un caso real, esta película (cuyo título original es “Heaven is for real”) nos cuenta la historia de un niño de 4 años de edad, Colton Burpo, que afirma haber estado en el Cielo durante el tiempo que duró la cirugía a la que fue sometido de urgencia.
 
Su padre, Todd Burpo, con asombro escucha lo que su hijo le cuenta acerca de su visita al Cielo. El pequeño afirma y da datos que no debería saber, dada su corta edad y su desconocimiento sobre hechos y personas del pasado. Todd, un padre valiente y convencido de lo que su hijo le relata, asume la misión de compartir aquella experiencia que deja a todos más que sorprendidos.
 
Compartimos con ustedes una pelicula sobre este caso y también el libro que narra todo lo que ocurrió en la familia Burpo, que fue transformada por este extraodrinario hecho.
 
 
   
¡Jesús nos promete un lugar en la Casa de Su Padre!