Día litúrgico: Viernes IV de Cuaresma
Texto
del Evangelio (Jn 7,1-2.10.14.25-30): En aquel tiempo, Jesús estaba en
Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se
acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Después que sus hermanos subieron a la
fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.
Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Decían algunos
de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con
toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades
que éste es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando
venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es». Gritó, pues, Jesús, enseñando en el
Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he
venido por mi cuenta; sino que me envió el que es veraz; pero vosotros no le
conocéis. Yo le conozco, porque vengo de Él y Él es el que me ha enviado».
Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había
llegado su hora.