Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

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Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

martes, 23 de septiembre de 2014

FRUTOS DE MEDJUGORJE.



by pajares95
21 de agosto de 2006
Queridos hermanos:
Les compartimos a continuación el testimonio de Delia. Conociéndola, les contamos que nos hizo emocionar. Recordamos la primera charla cuando nos conocimos, previa a la Peregrinación Pentecostés con María, ella dijo que le había quedado "como un vacío de su peregrinación" anterior, como que le habían quedado cosas pendientes pero que en realidad no sabía qué (...). Este testimonio es sencillamente excelente y de una gran madurez espiritual, les invitamos a leerlo!
Mensajeros de la Reina de la Paz
La primera vez que oí de ese lugar tan lejano de nombre tan difícil de pronunciar y escribir como Medjugorje, fue hace como 20 años, de boca de un joven. Este chico tenía leucemia. Me llamó la atención su alegría, su aceptación, su fortaleza interior y su entusiasmo para dar testimonio ante el grupo de señoras que lo escuchábamos. Fui allí con mucha pena, pensando que este chico era demasiado joven para tener que enfrentar algo así y porque sabía del sufrimiento de la madre. Pero llegué allí y sentí enseguida un buen clima, como que la actitud entusiasta del joven hacía que los demás nos olvidáramos de su cruz y pusiéramos la atención en sus palabras.
Tanto fue lo que me impactaron sus palabras que llegue a casa decidida a hacer todo lo que la Virgen pide en Medjugorje. Obviamente eso sólo duró unos meses. Muchos años después comprendí, que Medjugorje es mucho más que un lugar en donde pasan cosas sobrenaturales y la Virgen se aparece a diario a unos videntes.
Por mi parte, seguía buscando algo que no podía precisar, sentía una necesidad de trascender pero no sabía en qué, ni cómo, ni para qué. Trate de encontrar eso en los grupos de oración, pero allí no había continuidad ni disciplina y terminaban siendo reuniones sociales donde se hablaba de todo y se rezaba un poco. Algo crecí, teológicamente, pero poco espiritualmente. Luego intente con el voluntariado en la Parroquia, pero no duré mucho. Sentía que allí se corría y se trabajaba mucho, pero no había la paz, el amor y la devoción que creí que iba a vivir.
Mientras esto ocurría, mi vida transcurría con mucho orden, con la abundante gracia que derrama Dios en su infinita Misericordia. Todo iba bien en el amor, el trabajo la salud, la familia …, etc. ¡Dios! como se puede ser tan ingrata, tan egoísta, tan miserable que me están dando todo esto y yo siento esta nostalgia, esta melancolía, este vacío tan inexplicable. ¡Me siento insatisfecha! ¿Por qué?
Una amiga me dijo que iba a pedir que me trajeran la Virgen. La señora que peregrina la Virgen me llamo antes de venir a casa. Estuvo 3 horas hablando por teléfono conmigo, ¡3 horas! y cortamos porque llegó mi marido que se vino corriendo desde la oficina para ver que pasaba. Él no podía entender que el teléfono estuviera ocupado tanto tiempo. Pensó que debía estar pasando algo grave. Peor fue cuando le dije que no conocía a esta buena mujer!...
Finalmente llegó la Virgen en manos de Silvia, quién en el grupo de oración se dedica a peregrinar por sobre todo a María Rosa Mística. Pero ese día llegó con la ¡Reina de la Paz! Vino con otra señora, entendí yo que fue la respuesta que me daba la Virgen a un pedido que le hacía con frecuencia. Yo le decía Mamá, yo te amo, sé que eres mi Madre, pero necesito una mamá de carne y hueso para que pueda abrazarme y acariciarme la cabeza, alguien que pueda guiarme! porque estoy sin rumbo espiritual y así fue que llegó Amelita.
Ella me contó que al último momento y en oración habían sentido que debían traerme a la Reina de la Paz. Ante la presencia de la Virgen empecé sentir una gran paz y una gran alegría. Ese grupo de oración, del que después participé, sigue la espiritualidad de Medjugorje. Ellas han conocido el camino de la mano de María.
En mi primer viaje a Medjugorje no presencie ninguna aparición, ni fenómeno sobrenatural, fue como un adelanto porque no tenía quién me ayudara a “bajar" toda esa gracia que allí se recibe. Hasta entonces yo quería hacer todo por mi voluntad. Oraba, oraba y oraba, trataba de ayunar y no siempre lo conseguía. Vivía lo que no podía hacer, con culpa. Cotejaba permanentemente mi conducta religiosa conmigo misma. Me angustiaba saber si lo que hacía estaba bien o era poco. Cuanta ansiedad, quería ser santa ya!, quería entenderlo a Dios, que pretensión! abrir mi corazón, perdonar yo, pero no era capaz. Pensaba: será que no oro lo suficiente?
Un tiempo después me di cuenta que el milagro es lo que Dios hace en los corazones. Experimenté un cambio de actitud, un crecimiento en la fe, que me dispone a vivir lo que Dios quiere. Pero me parecía que faltaba algo.
Un día leyendo en Internet sobre la Adoración Eucarística Perpetua, llegué a la página de los Mensajeros de la Reina de la Paz, la cual ya conocía, pero se ve que el Espíritu de Dios empezaba, desde allí, a darme Su respuesta a 2 años de mi primer viaje a Medjugorje.
Los Mensajeros acababan de anunciar en su sitio que en fecha próxima se realizaría una peregrinación a Medjugorje. Como ellos no organizan viajes, pensé que debía de tratarse de algo especial. Y yo quería estar allí, viajar a Medjugorje por segunda vez. Sentía la nostalgia de esa Tierra de María.
Le escribí a nuestro querido Padre Justo Lofeudo contándole (como si él no lo hubiera sabido) que los Mensajeros de la Reina de la Paz iban en peregrinación a Medjugorje y de mis ganas de ir! Él me respondió muy simple y escueto: “pídaselo a la Virgen que usted va a ir”. Yo pensé: cuánta seguridad, y decidí hacerle caso.
Y la Sma. Virgen me llevó a Medjugorje! pero esta vez fue diferente, porque el grupo de peregrinos eran personas comprometidas con la fe, ya tenían un camino espiritual bastante desarrollado y venían de varias de nuestras provincias. Fue como si la Virgen abrazara así a toda nuestra República! .
Como para que nos diéramos cuenta de que éste era un viaje deseado por Ella, abundaron los contratiempos que, así mismo como surgían, iban salvándose.
Tuvo además la característica de una peregrinación-retiro. Contar todos los detalles sería muy largo, pero cuantas bendiciones recibimos! Haber estado presente durante cuatro apariciones de María en las que dijo: “los bendigo a cada uno de ustedes, a sus familias y a las intenciones que me traen en su corazón”, me hace decir: ¡DIOS MÍO QUE GRANDE Y GENEROSO ERES!!!
No puedo más que intentar explicarme con palabras y por tanto de forma muy limitada. Uno de los regalos que recibí de Jesús y la Virgen es que éste, mí corazón, al que le costaba tanto amar, ahora tienen más paz, misericordia, y amor de la que nunca hubo y que eso ha sido sin mérito mío, sólo la obra de Dios. Él sigue sustituyendo algo de mí, cada día, y pone todo de Él. Yo lo dejo hacer porque ello me trae mucha mucha paz. Opino que ese es el mayor milagro de Medjugorje, la conversión y la comprensión de la misión.
La Virgen nos lleva a su escuela y nos enseña primero a desacelerar porque Dios tiene Sus propios tiempos, a dejar que sea Él Quién haga en uno, diciéndole que sí, y a aprender a depender de Dios.
Hubo un tiempo en que yo pensaba que controlar mi vida, mi circunstancia y la de los que dependen de mí, era el sumun de la libertad y de los derechos.
Como si fuera poco, pude visitar Lanciano donde está el mayor Milagro Eucarístico expuesto, conocer en Loreto la Casita de Nazareth, estar en los lugares familiares de Padre Pío en Pietrelcina, conocer el Vaticano, la Basílica de Santa María la Mayor, y visitar la tumba de uno de mis intercesores más queridos, Juan Pablo II.
Frutos de Medjugorje son querer ser testigo de Jesús! Aquel chico con leucemia que mencione al principio, tuvo un trasplante de médula y se curó. En mi hogar rezamos en familia el rosario a diario, hemos comprendido que la ansiedad es fuente de frustración y de malos entendidos, que empañan la paz familiar, algo que estamos cambiando. De mis 3 hijos, dos de ellos, viven con más compromiso y coherencia la fe. El otro, no acepta lo que no comprende, como nos pasa a muchos de nosotros, pero está en manos de la Virgen. Nuestro diálogo está mejorando y puedo ver que a través de ese hijo, Dios me esta enseñando que hay personas que Él pone a nuestro lado para que nosotros y no ellas, demos frutos y crezcamos en santidad. Porque el amor que Dios nos pide es el de la renuncia. El amor que no condiciona. Digo esto con pena y arrepentimiento pero doy gracias porque puedo ver en ello la voluntad de Dios.
Delia B., Buenos Aires

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