by pajares95 |
Abr 04_07 Salvad tantas almas como podáis, Mis pequeños
Rosario. Semana Santa.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. (Único).
Habla Dios Padre,
Sobre: Salvad, salvad tantas almas como podáis, Mis pequeños, porque ésa es la obligación de un alma que se ha dado a Mí.
Habla Dios Padre,
Sobre: Salvad, salvad tantas almas como podáis, Mis pequeños, porque ésa es la obligación de un alma que se ha dado a Mí.
Hijitos Míos, los adultos saben mejor lo que los niños necesitan. El adulto por experiencia sabe cómo se vive la vida, sus necesidades, sus problemas, sus obligaciones. El niño por su inexperiencia no sabe cómo moverse en el mundo, no sabe de sus necesidades y de sus obligaciones.
Mis pequeños, en estos tiempos, los adultos, espiritualmente hablando, son aquellos que Me pidieron el don del discernimiento o aquellas almas a las que se los he dado para que conozcan cómo se están moviendo los hilos de la historia.
El mismo satanás, atacando la humanidad, está tratando de entretejer sus propios hilos, él está tratando de hacer su historia, una historia mala, una historia destructiva, una historia en la cual lleve a la humanidad a su perdición.
Mis pequeños, aquellos que por Gracia Mía, por Mi benevolencia, os he dado el don del discernimiento, son los que podéis daros cuenta de cómo se está llevando a cabo toda ésta maniobra satánica para tratar de destruir a la humanidad, Mi humanidad.
A vosotros, Mis hijos, Mis pequeños, como sois los que podéis saber lo que se está dando, que veis con ojos santos lo que se está dando en la humanidad, os toca interceder por vuestros hermanos menores, por los niños que son todas las almas que no están ciertamente Conmigo o que no han crecido espiritualmente porque no Me han buscado.
Os he dicho tantas veces que Yo quiero salvar a toda la humanidad, a los que vosotros mismos consideráis buenos y malos, para Mí, para los Ojos de vuestro Padre Dios, Yo quiero salvar a toda la humanidad, buenos y malos, porque todos vosotros sois Mis hijos. El Amor se derrama por todos, no nada más por algunos, pero vosotros sois Mis intercesores. El Amor os da vida, el Amor os salva, el Amor os lleva a la santidad, que es la salvación eterna.
Sí, Mis pequeños, los que habéis crecido espiritualmente tenéis ésa obligación de ayudar a vuestros hermanos con vuestra intercesión. Si ellos no se están dando cuenta de cómo satanás los está llevando con engaños hacia la perdición eterna, vosotros, que sí os dais cuenta, debéis pedir por ellos, por su salvación y de esta forma es como Yo podré salvarlos. Ellos se dejan llevar por los espejismos, vosotros os dejáis llevar por la realidad Divina. Vosotros Me estáis viendo, ellos están viendo al mundo.
Orad, orad mucho por ellos, porque vuestra obligación es sacarlos adelante, es salvarlos, es darles vida con vuestra oración. Ciertamente Yo os he dado la libertad de acción, el libre albedrío, pero cuando, por necesidad, como en éste caso vosotras, almas maduras, almas adultas en la Gracia y en el Amor, veis que vuestros hermanos necesitan salvación, vuestra oración se impone, vuestra oración hace que estas almas puedan recibir Mis Bendiciones, aunque ellas mismas no las quieran. Esa es un alma madura, un alma santa que está viendo por las necesidades de sus hermanos y quiere su salvación tanto como Yo la quiero.
Vosotros estáis misionando sobre la Tierra y vinisteis a la Tierra a salvar almas, como Mi Hijo lo hizo por medio de Su donación y de Su intercesión Divina. Vosotros estáis haciendo ésta misma tarea, siguiendo Su ejemplo, dándoos por vuestros hermanos, viviendo para que los demás vivan, pero viviendo Mi Vida y no viviendo la vida del mundo como están ellos.
Salvad, salvad tantas almas como podáis, Mis pequeños, porque ésa es la obligación de un alma que se ha dado a Mí.
PedidMe a Mi la Sabiduría, la Fortaleza, el Amor y todo lo que necesitéis para que os mantengáis apartados de la maldad y que la misma maldad no os haga daño, para que sigáis ayudándoMe como almas maduras, almas santas en la salvación de vuestros hermanos.
Os amo infinitamente, Mis pequeños y derramo Mis Bendiciones sobre vosotros y sobre los vuestros para que no os falte Mi Alimento de Vida.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
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