“Padre Eterno, en esta época en que nada es en sí mismo bendición de lo que el mundo roza con sus intenciones, te pido, más bien te ruego que bendigas mis alimentos y bebidas y todo artefacto que tenga en mi casa así como a mis familiares y mascotas para que no haya maleficio, maldición, truco o brujería que pueda dañarme a mí ni a los míos. Por El Amor del Sacratísimo Corazón de tu hijo Jesucristo, así te lo pido, Amado Padre Eterno.”
Amén
(Oración entregada por un Ángel del Señor el día 30 de septiembre del 2012 a las 3:00am a "Y María del Getsemaní")
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