21 de Junio de 1978. DEL LIBRO TU SABES QUE YO TE AMO. DADO A OTTAVIO MICHELINI.
¿QUE HAN HECHO DE ELLO?
Hijo mío, escribe.
¿Qué han hecho del fruto precioso de mi amor?
Hijo, Yo amo al Padre con amor infinito, si así no fuera, no sería Dios y con igual amor amo a la humanidad, a Mi Iglesia, por ella mi Padre me envió a Mí a la tierra, y por ella Yo acepté inmolarme en la Cruz. Instituí la Iglesia para que a través de ella Yo pudiera obrar la segunda creación. Por Mí fueron creadas todas las cosas, por Mí fueron redimidas todas las almas. Por el pecado la creación gime bajo el peso de la primera culpa y de todas las culpas que se siguieron y se seguirán hasta la total liberación, porque, hijo mío, el misterio de la Redención continúa, hijo mío, esto es, está en curso y lo estará hasta el fin de los tiempos, después del cual vendrá el restablecimiento definitivo del terrible desequilibrio provocado por la rebelión a Dios.
Ciegos son los hombres cuando se niegan a creer que no hay tragedia en el mundo las naturales hijas de tan monstruosa madre. Jamás se podrá valorar la situación del género humano en sus vicisitudes dolorosas y alternativas sin remontar los milenios de la historia hasta comparable con la primera culpa, y que todas las tragedias de la humanidad no son otra cosa que la fuente en la que la humanidad tuvo origen y vida.
Estamos en las condiciones que precedieron al diluvio
Lo que es extraño es el hecho de que esta acción de distorsionar a toda costa la verdad para sustituirla por necias teorías, como la de la evolución, haya encontrado una muda acogida, una tácita condescendencia en ambientes de mi Iglesia, siendo que, por el contrario, se deberían haber manifestado contra tal tentativa infame y falsificación de la verdad en defensa de la misma, en cambio, ¿cómo se la defiende? Con otras argumentaciones igualmente insensatas se rehusa dar fe a la autoridad de Dios, mientras se concede confianza a hombres soberbios y ambiciosos; y así, por obra de Satanás y con el consentimiento de los hombres de la Iglesia, desde el vértice hasta la base, se extiende una capa de niebla sobre la Revelación, fuente de Luz y de Verdad.
Contaminada la fuente, también el chorro que de la fuente brota ya no es puro, y he aquí que el contagio continúa, es más, aumenta, y las distorsiones de la verdad no se cuentan ya. Hoy la confusión de las ideas en el campo teológico es tal que nada tiene que envidiar a la confusión de las lenguas en Babel, confusión con su origen, con su historia, con sus autores y, por tanto, con sus responsables, y, entre estos, abundan hombres de Iglesia.
Hijo, tú bien sabes que contaminadas las ideas de los hombres, antes o después estarán contaminadas también las acciones, así ha sido y así es. El Marxismo, que ha materializado la concepción de la vida, ha destruido el concepto de la moral en el pueblo cristiano, por lo que hoy de cristiano ha quedado solamente el nombre, pero no ciertamente el hábito de vida.
No es la primera vez que en la historia de la humanidad se verifica este triste fenómeno, por lo cual y por Voluntad Permisiva de Dios, así como la humanidad fue destruida en su casi totalidad por el Diluvio, salvo Noé con sus hijos y los hijos de sus hijos, así hoy; y puesto que las condiciones son semejantes a aquellas que precedieron al Diluvio, la humanidad será destruida, hecha excepción de aquellos que el Señor ha decretado salvar, pues la humanidad, ha permanecido en su inmensa mayoría, repetidamente sorda a todas las invitaciones que se le han dirigido al arrepentimiento y a la conversión.
Confirmo la hora de la purificación
Los hombres se equivocan y yerran en el juicio que ellos arbitrariamente se han formado acerca de la Misericordia y de la Justicia Divinas. Yerran al juzgar mi longanimidad. Se equivocan cuando, contrariamente a la evidencia, de los hechos de Mi existencia, son perversos cuando niegan Mi existencia y la existencia de la obra de Mis Manos.
¿No saben todos que no hay ley sin legislador, no lo saben los científicos, ateos y no ateos, que deberían haber llegado, a través del estudio de las leyes descubiertas en estos últimos decenios, leyes maravillosas, perfectas reguladoras de toda la dinámica del universo entero, a comprender que estas leyes presuponen necesariamente la inteligencia, y no saben todos que la Inteligencia que las ha creado no puede ser sino la Inteligencia purísima de Dios?
Sofismas retorcidos para esconder la límpida verdad no han faltado, ni faltan, pero todo el producto de la locura humana y satánica será barrido como un puñado de polvo, y nada quedará de lo que la soberbia ha contaminado.
Te confirmo, hijo mío, una vez más, la hora de la purificación, después de la cual habrá cielos nuevos, tierra nueva e Iglesia nueva. Evidente será para todos la decisiva intervención de Mi Madre, Reina de las Victorias, y la gloria y la Potencia de Mí, verdadero Dios y verdadero Hombre, una nueva Era tendrá su curso en la historia de la humanidad.
Hijo, ámame. Te bendigo, os bendigo, rezad y reparad.