by pajares95 |
El Señor le dice el 5 de noviembre de 1925:DADO A LUISA PICARRETA.
“Tu amor no se detenga, recorra todos los Tabernáculos, cada Hostia
Sacramental, y en cada Hostia oirás gemir al Espíritu Santo con dolor
inenarrable. El Sacramento de la Eucaristía no es sólo Su Vida a la
Gracia lo que reciben las almas, sino es mi misma Vida que se da a ellas,
así que el fruto de este sacramento es FORMAR MI VIDA EN ELLAS, y
cada Comunión sirve para hacer crecer mi Vida, para desarrollarla, DE
MODO DE PODER DECIR: “YO SOY OTRO CRISTO.”
Pero, ¡ay de Mí! cuan pocos lo aprovechan, es más, cuántas veces
desciendo en los corazones y me hacen encontrar las armas para herirme y
me repiten la tragedia de mi Pasión, y en cuanto se consumen las especies
sacramentales, en vez de incitarme a quedarme con ellas, soy obligado a
irme bañado en lágrimas, llorando mi suerte sacramental, y no encuentro
quien calme mi llanto y mis gemidos dolientes.
Si tú pudieses romper esos velos de la Hostia que me cubren, me
encontrarías bañado en llanto conociendo la suerte que me espera al
descender en los corazones”.
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