Lunes 25 de agosto de 2014
“Discurso de Pablo en el Areópago.”
(Lectura de los Hechos de los Apóstoles 17: 22-34)
“De pie Pablo en medio del Areópago, dijo: -‘¡Atenienses! En todo os veo sobremanera religiosos. Porque, pasando y considerando atentamente vuestros objetos religiosos, he encontrado también un altar en el que se leía esta inscripción: -‘Al dios desconocido.’ Lo que, pues, veneráis sin conocerlo, es lo que os anuncio a vosotros. El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo el Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por mano del hombre, ni es servido por manos humanas, como si necesitase de algo, Él, que da a todos la vida, la respiración y todas las cosas. Él hizo de uno solo todo el linaje humano, para poblar toda la haz de la tierra, y estableció los tiempos y los linderos de su dominio, para que busquen a Dios y vean de hallarle; por más que no se halla lejos de cada uno de nosotros, porque por Él vivimos, nos movemos y existimos, como algunos de vuestros poetas han dicho: -‘Porque somos linaje suyo.’ Siendo, pues, como somos, linaje de Dios, no hemos de pensar que lo divino sea semejante al oro o la plata o la piedra, trabajo del arte y de la fantasía humana. Dios, pues, disimulando los tiempos de la ignorancia, intima ahora en todas partes a los hombres que se arrepientan, por cuanto ha señalado el día en que va a juzgar el mundo con justicia, por medio de Aquél a quien ha designado, acreditándole ante todos, al resucitarle de entre los muertos.’ Oyendo hablar de resurrección de los muertos, unos se echaron a reír, pero otros dijeron: -‘Te oiremos sobre esto otro día.’ Salió Pablo de en medio de ellos. Algunos hombres, sin embargo, se adhirieron a él y creyeron, entre los cuales estaba también Dionisio, el Areopagita, y una mujer de nombre Dámari, y otros más.”
Queridos amigos:
Una vez ofrecí una Misa de Sanación y había allí una mujer con una terrible enfermedad que le provocaba discapacidad. Se acercó y recé sobre ella. Al día siguiente regresó y me dijo que se había sanado por la noche. Hacía años que no conducía su auto, y ese día subió al auto y condujo por más de una hora. El Señor había hecho un milagro maravilloso y ella estaba muy contenta. ¡Gracias, Señor!
(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin. Jesús le habló con estas palabras:)
“Cuando tengáis que hacer algo en Mi nombre, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que creéis en Mí, llamad al Espíritu Santo para que os dé los dones que necesitáis para llevar a cabo lo que tenéis que hacer. En la lectura de hoy, encontramos a San Pablo dando una conferencia en el Areópago en Atenas, Grecia. No había cristianos presentes allí, ya que nunca habían oído hablar de Mí, Jesús. Por lo tanto, Pablo les habló acerca de Mi trabajo en el mundo. Les dijo que volveré para juzgar a los pueblos del mundo. También dijo que había muerto y que después de tres días resucité de entre los muertos. Dijo que tengo todo el poder porque soy divino. Exhortó a la gente a arrepentirse de sus pecados.
Cuando habló sobre la resurrección, algunos no estaban preparados para escuchar eso pero le pidieron que regresara otro día. Sin embargo, algunos siguieron a San Pablo y se convirtieron en Mis discípulos.
San Pablo habló sobre el poder del Espíritu Santo. Cuando tengáis que hablar o visitar a alguien, pedid siempre primero la ayuda del Espíritu Santo. Os iluminará y os dará las palabras que debéis decir. De esa manera, las palabras se hundirán en los corazones de los oyentes y se convertirán en creyentes. Deseo que todos los pueblos del mundo lleguen a creer en Mí y Me sigan. Os bendigo a todos.”
Padre Melvin
Pequeño Santuario de Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo
Sitio Web: www.ourladyofpei.com
- El sitio puede aceptar donaciones online a través de tarjetas de crédito, pedidos de libros, etc. – También recibe información.
El Pequeño Santuario está abierto en general durante el día, pero recomendamos llamar con anterioridad.
Para suscribirse a los grupos del padre Melvin Doucette:
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