Bienvenidos a compartir en el Espíritu de Dios

Hola a todos los que visitáis este blog. ¡Gracias por entrar! ¡DIOS OS BENDIGA!
En este momento empezamos a compartir nuestras vivencias y, también nuestras oraciones.
Rezo por vosotros. Rezad, también por mí. ¡GRACIAS!

¡Jesús es amor sin límites!



¡Dios te ama!¡Él esta vivo en tu corazón!

¡Que Dios os bendiga cada día de este año 2024


MªEsperanza Román


¡Alabado sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. ¡SÓLO JESÚS SALVA! Léelo en la Biblia.


¡Te basta mi gracia!

Reza ante el Santísimo por tu familia, amigos y enemigos...¡Él es el Todopoderoso!



¡Oh Señor, pongo en tus manos la sangre derramada por todos aquellos niños muertos en el vientre de sus madres a manos de los hombres, únela a la sangre de tu hijo Jesús que derramó por todos nosotros para la remisión de todos los pecados del mundo! Acoge, Señor esta oración. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

viernes, 26 de diciembre de 2014

Mensaje


  • Mensaje del 25 de diciembre de 2014 a Marija Pavlovic
    Mensaje extraordinario de Navidad a Jacov Colo
    Carta de Navidad de Marija


    Mensaje del 25 de diciembre de 2014, por medio de Marija Pavlovic

    “¡Queridos hijos! También hoy, os traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús, y a Él le pido la paz para vosotros y la paz entre vosotros. Orad y adorad a mi Hijo, para que en vuestros corazones entre su paz y su alegría. Oro por vosotros para que cada vez estéis más abiertos a la oración. Gracias por haber respondido a mi llamada”.
    Mensaje Anual de Navidad, de María Reina de la Paz, por medio de Jakov Colo,
    25 de diciembre de 2014


    “¡Queridos hijos! Hoy, en este día de gracia, deseo que el corazón de cada uno de vosotros se convierta en el establo de Belén, donde nació el Salvador del mundo. Yo soy vuestra Madre que os ama inmensamente y que cuida de cada uno de vosotros. Por lo tanto, hijos míos, entregaros a la Madre para que, ante el Niño Jesús, pueda presentar el corazón y la vida de cada uno de vosotros, porque solo así, hijos míos, vuestros corazones serán testigos del nacimiento cotidiano de Dios en vosotros. Permitid a Dios que con la luz ilumine vuestras vidas y con la alegría vuestros corazones, para que vosotros podáis diariamente iluminar el camino, y ser un ejemplo de la verdadera alegría a otros que viven en la oscuridad y no están abiertos a Dios y a sus gracias. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

    CARTA DE NAVIDAD DE MARIJA PAVLOVIC

    Queridísimos,

    Hace algunos años, escuché una narración que me causó mucha alegría y que hoy deseo compartir con ustedes. Habla de Ella, de la pura, de la amable, de la muy dulce y considerada. De Aquella, de quien necesitaría muchos días para describir, con muchísimas letanías, aquello que Es.

    Es una historia que se ha transmitido, a partir de los pastores que se encontraban cerca de la gruta de Belén, y que ha llegado a nuestros días.

    Los pastores que vieron la estrella y escucharon el canto de los ángeles dieron testimonio que en la pobre gruta donde estaba el Niño Jesús, estaban Tres Reyes Magos llevándole preciosos dones, no fueron, sin embargo, los únicos en llevar dones a Jesús: también estaban las mujeres de las aldeas del entorno con paños y alimentos… y los pastores con la lana de sus ovejas, la leche caliente, el queso…

    Entre ellos había uno muy pobre, que no poseía nada; nada de nada.

    También él quería visitar la gruta y adorar al Niño, pero no lograba encaminarse con las manos vacías. Los demás pastores lo animaron y, finalmente, aceptó ir con ellos.

    En aquella gruta, llena de amor y de ternura, este pobre pastor también encontró lugar con aquel grupito privilegiado; gracias a su voluntad y a la insistencia de sus compañeros.

    En la gruta vio a María, la Madre de Jesús, la dulce esposa de San José.

    Los pastores, en procesión hacia el divino Niñito, entregaron a José sus dones, abrigando en sus corazones una especial alegría de compartir, que, como sabemos, es mayor que la de recibir.

    Aquel pobre pastor, en su corazón triste, se encontraba allá con las manos vacías.

    En aquel momento, María con su mirada extendida, se dio cuenta de su malestar, por lo que levantó al pequeño Jesús de la cuna y, atentamente, se lo acercó y lo colocó con delicadeza en sus brazos.

    ¡Cuál y cuánto no fue el asombro y la alegría de aquel pobre pastor y de todos los demás! No pudo contener, entonces, dos lágrimas que corrieron de sus ojos bañándole sus mejillas, mientras contemplaba al Rey de los Reyes, impotente y sonriente, ahí, entre sus manos.

    Ella, que siembre escruta los corazones de todos nosotros, todavía hoy, continúa ofreciéndonos a Su Jesús, para colocarlo entre los brazos: nos lo ofrece en cada Santa Navidad como ese día, y nos repite: “Os entrego a mi Hijo Jesús, el Rey de la Paz, para que os dé Su Paz.”

    ¡¡¡Feliz Navidad y toda bendición para el Año Nuevo que inicia!!!

    P.S. Con el corazón agradecido y mi oración, intercedo ante la Mamá Celestial, Reina de la Paz, por cada uno de ustedes y por todas las personas que tienen en el corazón.

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