by pajares95 |
*** Mensaje a Agustín del Divino Corazón ***
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS
Noviembre 18 de 2007. (Fue dictado, por espacios, durante tres días).
...
La Santísima Virgen María dice:
QUINTO MANDAMIENTO
Cómo hieren mi corazón, vosotros, hombres de dura cerviz al no cumplir con el quinto mandamiento de la ley de Dios: “No matarás.” (Éxodo 20,13).
Pobrecitas almas que habéis apagado el candil de la vida de personas inocentes que aún no era el momento de morir, “sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios, y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros para no oír. Porque vuestras manos están manchadas de sangre y vuestros dedos de culpa, vuestros labios hablan falsedad y vuestra lengua habla perfidia.” (Isaías 59,2-3). “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre.
Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.” (Juan 8,44).
Por lo tanto “aléjate de causas mentirosas, no quites la vida al inocente y justo, porque yo no justificaré al malvado.” (Éxodo 23,7).
No toméis en vuestras manos un derecho que tan sólo le corresponde a Dios, porque “habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás y aquel que mate será reo ante el tribunal.” (Mateo 5,21).
Convertíos, “deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar.” (Isaías
55,7), porque “dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado.” (Salmo 32,1).
“Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el justo.” (1Juan 2,1).
Pobrecitas almas que habéis apagado el candil de la vida de personas inocentes que aún no era el momento de morir, “sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios, y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros para no oír. Porque vuestras manos están manchadas de sangre y vuestros dedos de culpa, vuestros labios hablan falsedad y vuestra lengua habla perfidia.” (Isaías 59,2-3). “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre.
Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.” (Juan 8,44).
Por lo tanto “aléjate de causas mentirosas, no quites la vida al inocente y justo, porque yo no justificaré al malvado.” (Éxodo 23,7).
No toméis en vuestras manos un derecho que tan sólo le corresponde a Dios, porque “habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás y aquel que mate será reo ante el tribunal.” (Mateo 5,21).
Convertíos, “deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar.” (Isaías
55,7), porque “dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado.” (Salmo 32,1).
“Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el justo.” (1Juan 2,1).
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