by pajares95 |
De la integridad de la Eucaristía
Breviloquio - Parte VI
Capítulo IX
5. Y como el cuerpo de Cristo bienaventurado y glorioso ya no se puede dividir en partes ni separarse de su alma ni de la suma divinidad, por eso está contenido bajo ambas especies un único Cristo total e indiviso, o sea su cuerpo, alma y divinidad, y por eso igualmente en ambas especies hay un único y simplísimo sacramento que contiene a Cristo entero. Y como cualquier parte de la especie significa el cuerpo de Cristo, también Cristo está en toda la especie y como todo, también en cualquier parte de ella, sea entera, sea fraccionada; y así, no está allí como circunscripto, como ocupando lugar, como teniendo posición, como perceptible por ningún sentido corporal y humano, sino oculto a todos los sentidos para dejar lugar y mérito a la fe. Para no ser, pues, aprehendido por los sentidos, los accidentes conservan todas las operaciones que tenían antes, aunque no descansan en ningún sujeto, mientras contengan en sí mismos el cuerpo de Cristo, o sea mientras duran sus propiedades naturales y mientras están en disposición de servir de alimento.
San Buenaventura
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